Coord. Área
Administración
UST
Todos hablamos del emprendimiento, la importancia de éste, de cómo puede movilizar la economía de un país, entre otras cosas. Incluso, incentivamos para que algunos emprendan en sus propias iniciativas y pedimos que el Estado provea de herramientas para ayudarles a tomar esta decisión, aportando recursos para comenzar con el emprendimiento o fortalecerlo. Ahora bien, si se dan todas esas condiciones, ¿por qué continúan las cifras negativas que indican que un 15,4% de las Pyme muere al primer año de vida?.
Ante esta realidad, la pregunta que debiésemos hacernos es: ¿sería diferente el resultado de estos emprendimientos si quienes tomaron la decisión de comenzar esta aventura lo hubiesen realizado contando con información relevante? A mí parecer la respuesta debiera ser positiva, partiendo en algunos casos por la decisión de no llevar adelante sus iniciativas.
Dado lo anterior, consideramos que el Estado debiese fomentar la búsqueda y sistematización de la información relevante, que permita dar mayores oportunidades de éxito a quienes deciden llevar adelante un emprendimiento. Lo anterior, sobre todo si estamos hablando de Mipes las que, en la generalidad de los casos, no cuentan con la posibilidad de acceder a dicha información. Aquí es donde cobra relevancia la posibilidad de acceso, por parte de estas empresas emergentes, a Oficinas de Transferencias, que deben enfocarse a la búsqueda de esta información que les pavimente el camino. Esto, sumado a un Estado garante de la transparencia de la información que se genera, limitando los privilegios de empresas de mayor tamaño. Si sumamos a esta transferencia un proceso de formación del empresariado Mipe para que pueda valorar la importancia de la búsqueda sistemática de información para la toma de decisiones, se acotarían y reducirían las posibilidades de fracaso de los emprendedores. Por lo tanto, si queremos dinamizar nuestra economía es urgente apoyar a los empresarios emergentes para mantenerse en el tiempo.
Guillermo
Medina