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Los hitos que han marcado los 60 años de la Facultad de Filosofía y Humanidades

UNIVERSIDAD AUSTRAL. Entre su creación, los años del gobierno militar, el cierre de las pedagogías y los desafíos futuros, es uno de los pilares del desarrollo de la casa de estudios superiores.
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Claudia Muñoz David

La casona alemana en la que actualmente está instalado el Centro de Educación Continua -en calle General Lagos 911- fue el primer edificio que albergó a la, en ese entonces, Facultad de Filosofía y Educación de la Universidad Austral de Chile. Eran mediados de los 50' y mientras en sus salones y oficinas se realizaban actividades formativas e investigaciones, en el último piso de la casa vivía Eleazar Huerta, su primer decano.

Desde 1956 -cuando se publicó la resolución que creó la facultad que hoy es de Filosofía y Humanidades- hasta 2016 ha habido cambios de nombre, de instalaciones -hoy está ubicada en el campus Isla Teja-, apertura, cierre y reapertura de carreras. Además de creación intelectual. Y para celebrar los 60 años de la facultad, sus actuales autoridades quisieron brindar un homenaje a Eleazar Huerta y también recordar los hitos que han marcado la historia de una macrounidad que hoy imparte las carreras de Antropología, Periodismo y las Pedagogías en Lenguaje y Comunicación; Historia y Ciencias Sociales, Educación Física, Deporte y Recreación, Comunicación en Lengua Inglesa, además de programas de postgrado.

El decano Yanko González destacó que "desde antes del nacimiento de la universidad, la comunidad valdiviana sintió una enorme necesidad de cultivar saberes del ámbito de las humanidades, las ciencias sociales y el arte, que no fueran solo transmitidas de manera pasiva, unidireccional. La fundación de la universidad fue de la mano con esos intereses y el rector Eduardo Morales fundó rápidamente las facultades de Estudios Generales, la de Artes y la de Filosofía y Educación".

Para asesorar la fundación de la Facultad de Filosofía y Educación estuvieron los intelectuales Jorge Millas y Luis Oyarzún. Y para articular todo, se buscó a Eleazar Huerta, quien dejó su impronta en la institución. "Él estaba afiliado a la Universidad de Chile, pero tenía particularidades dentro de su personalidad y saberes que lo trajeron a Valdivia. Tenía un pasado de gestor y emprendedor intelectual que hizo que se sintiera seducido por la idea de fundar una facultad muy lejos de Santiago y desde la nada", dijo. Además de fundar la facultad, buscó a los profesores. "El rector Morales pensaba en las características de Huerta y en la alianza estratégica que se hacía a través de él con la Universidad de Chile para que todos los títulos y las actividades tuvieran un respaldo legal, formal. La llegada de Huerta es relevante porque viene a fundar esta facultad un español formado en una época de oro intelectual en su país y las secuelas de esa marca fundante se notaron enormemente en los diez primeros años. Él vinculó a notables intelectuales, como Guillermo Araya, Gastón Gaínza y a una serie de profesores de excelencia. También fortaleció la investigación, no es casual que la primera revista científica de la universidad de Estudios Filológicos", agregó. Huerta regresó a la Universidad de Chile en 1964. En la Uach fue nombrado decano honorario. "Estos 60 años están dedicados a redescubrir su figura", explicó González.

Años convulsionados

Durante los años siguientes la facultad destacó la cantidad de obras publicadas producto de las investigaciones de sus intelectuales. Yanko González destacó que "no solo eran profesores, ellos eran autores". Entre ellos se destacan Augusto Pescador, Jaime Concha, Sergio Hernández, Hugo Montes.

Sin embargo, cuando la facultad estaba a punto de lograr su mayor auge, formaba a profesores que impactaban positivamente en el sistema educativo del centro y sur de Chile y se creaba - en paralelo- la Facultad de Filosofía y Ciencias Sociales, ocurrió el golpe de Estado. "Lo que sucede con las humanidades y las ciencias sociales en Chile después del golpe de Estado fue un proceso de purga, persecución y desmantelamiento. En la Facultad de Filosofía y Letras gran parte de los profesores fueron exonerados. Mientras que para la facultad de Filosofía y Ciencias Sociales el problema más grande fue que sus ámbitos disciplinarios quedan vigilados y las prácticas académicas de su profesores censuradas", expresó González. En 1981 el decano de la Facultad de Filosofía y Ciencias Sociales, Jorge Millas, es exonerado y la facultad cerrada.

Finalmente, lo que queda de la Facultad de Filosofía y Letras (dedicada a la literatura y formación de docentes), de la Facultad de Artes y de la de Filosofía y Ciencias Sociales es agrupado. Así nace la Facultad de Filosofía y Humanidades. "En el año 1981 hubo una segunda intervención importante. Se produjo la expulsión de profesores de la universidad y mayoritariamente de la de Filosofía y Humanidades. Fue una segunda purga porque ellos -por su quehacer intelectual- eran críticos, contestatarios y reactivos", dijo González.

cierre de pedagogías

Otro de los grandes hitos en la historia de la Facultad de Filosofía y Humanidades fue el cierre de las pedagogías en el año 1995, cuando Manfred Max Neef era rector. "Fueron esgrimidos dos motivos, la productividad académica y problemas económicos derivados de un déficit de matrículas en las pedagogías. Si bien podría haber sido esto cierto, la forma y los procedimientos fueron equivocados. Vulneraron la dignidad e integridad de muchos colegas de la facultad. Algunos destacados profesores terminaron desvinculados, como Alfredo Pradenas y Guido Mutis. El área de educación quedó prácticamente desmantelada, se refundieron institutos. La facultad quedó solamente con dos carreras, antropología y periodismo. Fue una de las intervenciones más grandes que sufrió la facultad, porque la redujo casi a sus niveles fundacionales. Son los coletazos que se derivan de la dictadura, del proceso de neoliberalización del proceso educativo", dijo Yanko González, quien además destacó que en este hecho hubo una segunda equivocación: "no tomaron en cuenta que en ese momento el Estado comenzaría a inyectar grandes recursos y proyectos para la educación del país".

Fue por esta misma razón que en 1997 se creó una escuela para formar a profesores de Lenguaje y Comunicación, y así comenzaron a regresar las pedagogías.

nuevos tiempos

En la primera década del siglo XXI la Facultad de Filosofía y Humanidades logra proyectos que tienen que ver con infraestructura. A través de un proyecto del programa de Mejoramiento de la Calidad y la Equidad de la Educación Superior fue creado el edificio que hoy alberga a la facultad. También se produce un relevo generacional, con colegas postformados. "Hoy somos la segunda facultad con más adjudicación de proyectos Fondecyt dentro de la universidad después de la Facultad de Ciencias", destacó. Y los desafíos continúan. En 2016 la facultad tiene dos institutos: el de Ciencias de la Educación y el de Filosofía.

Además, pronto será construido un nuevo edificio. Durante este mes se realizará en concurso arquitectónico para construirlo. "Es un trabajo de largo aliento, que lleva varios años", explicó González.

También se está evaluando la posibilidad de abrir nuevas carreras ligadas al área de la educación. "A partir del desarrollo organizacional nos encontramos en un momento propicio para estudiar una oferta formativa que recupera el quehacer histórico de nuestra facultad en el ámbito de la educación preescolar. Las carreras de Educación Parvularia y Educación Diferencial han sido solicitadas y nosotros, la respuesta que hemos dado es que ante estos requerimientos la universidad funciona de manera extraordinariamente responsable. Eso implica estudios serios y diagnósticos rigurosos sobre las condiciones que podemos tener para dictar esas carreras. Está contenido en nuestros planes estratégicos estudiar esas futuras ofertas formativas", destacó finalmente el decano.

"Desde antes del nacimiento de la universidad, la comunidad valdiviana sintió la necesidad de cultivar saberes del ámbito de las humanidades".

Yanko González Decano

Las actividades de aniversario

Dentro de las actividades de aniversario se realizó un homenaje a Eleazar Huerta, en el que se bautizó el edificio de la facultad con su nombre. Durante junio se realizará una exposición sobre la memoria e historia visual de la facultad, con fotografías, documentos y objetos. Se realizarán actividades académicas, como la visita del historiador francés Roger Chartier quien es autor de textos sobre la historia del libro y la lectura y el Festival Internacional de Cine de Valdivia tendrá un programa vinculado con la facultad.

Un intelectual inquieto

Español, abogado, político, poeta y socialista. Eleazar Huerta llegó a Chile al terminar la guerra civil española producto del exilio, pero antes había sido presidente de la Diputación Provincial de Albacete, alcalde de ese municipio e incluso decano del Colegio de Abogados de ese lugar. En Chile destacó por su labor intelectual como filólogo y escritor. Fue catedrático de Estética Literaria, Literatura Universal y Literatura Española en la Universidad Austral de Chile; decano de su Facultad de Filosofía y Educación, y escribió la letra del himno de la casa de estudios. Hoy el edificio de la Facultad de Filosofía y Humanidades lleva su nombre.

1956 fue publicada la resolución que creó -en ese entonces- la Facultad de Filosofía y Educación. Comenzó con las carreras de Pedagogía en Biología y Química y, al año siguiente, con Castellano.

1981 fue creada la Facultad de Filosofía y Humanidades, luego de que se fundieran las facultades de Filosofía y Letras, Artes y Filosofía y Ciencias Sociales.

1995: la facultad experimenta una reestructuración, en la que son cerradas todas las pedagogías. Luego de eso, las únicas carreras que siguen integrando la facultad son Antropología y Periodismo.