Juan Vargas Oñate
Pérdidas por sobre los 4 millones de pesos, dejó a los recolectores de playa de Cheuque, la varazón de sardinas registrada entre los días 14 y 15 de marzo pasado, que descompuso unos seis mil kilos de cochayuyo.
La presidenta del sindicato que agrupa a trabajadores de esta actividad, Miriam Carrasco, señaló que la destrucción afectó "el esfuerzo que a diario hacen las familias que se dedican a la recolección del cochayuyo para sostener sus hogares, a sus hijos y a su abuelos", agregó.
Por lo anterior, es que la dirigente manifestó que "insistiremos en pedir un bono compensatorio al Gobierno, por esta pérdida, así como lo lograron los recolectores de la playa de Queule, vecina nuestra y que corresponde a la región de La Araucanía".
Pese a lo anterior, sostuvo que entendía la posición de la gobernadora provincial Patricia Morano, quien dijo que no correspondía al Gobierno hacerse cargo del bono, porque el perjuicio lo habría causado una actividad económica pesquera particular, que es lucrativa.
Sin embargo, señaló que buscarían la vía y la forma cómo obtenerlo, sin descartar una nueva toma de la ruta entre Mehuín y Cheuque, tal como ya lo hicieron.
La dirigente también dijo que a causa de la varazón de las sardinas, además, "nos vimos con el espacio reducido de trabajo en la playa, situación que también nos perjudicó y que se prolongó, al no haberse retirado a tiempo las toneladas de sardinas muertas desde la playa, lo que sólo se hizo recién hoy (ayer)".
Con retroexcavadoras
Ayer en la mañana, personal de la municipalidad de Mariquina, concurrió hasta Cheuque con una máquina retroexcavadora, desde la playa, y dos camiones, para desenterrar los peces muertos, cargarlos en los vehículos y llevarlos hasta el vertedero de Morrompulli, tal como lo anunció la gobernadora Patricia Morano, cuando se constituyó en Cheuque, el pasado lunes.
El director regional de Sernapesca, doctor Germán Pequeño, confirmó la investigación en curso, sobre dos hipótesis: "Que haya bajado el oxígeno en el agua, como ocurrió hace unos 15 años; o bien que una intervención de terceros, con redes o mallas de algún barco pesquero, haya capturado los peces y luego soltado, sobreviviendo algunos y otras arrastrados hasta la costa, quedando varados en la playa". También ayer un equipo de la Bidema de la PDI (Brigada del Medioambiente), inspeccionaba la playa entre Queule y Mehuín.
Sernapesca investiga el fenómeno