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Nacional

Diseño de Santo Tomás

El denominado noveno arte, comic o historieta, vive un momento inmejorable en Chile y en el mundo y se percibe, claramente, un renacimiento de la historieta de autor en nuestro país.

El desarrollo de la novela gráfica ha tenido un importante auge como instrumento de entretención y educativo. En 2015 se estimaba que en Chile había más de mil profesionales relacionados con la narrativa gráfica e ilustración. Actualmente, alrededor de un 15% de ellos se abre paso al camino de la internacionalización y se calcula que en nuestro país se exportan aproximadamente US$ 2 millones anuales de estos servicios profesionales.

A nivel nacional, este desarrollo se ha visto impulsado por agrupaciones, quienes han querido profesionalizar este arte realizando diversos seminarios y encuentros internacionales, en los que el Área de Diseño Santo Tomás ha colaborado estrechamente desde hace varios años.

Esta semana, dentro del programa del FIC 2016, Festival Internacional del Comic, visitó nuestra región Zach Howard para dictar chalas, workshop a estudiantes, jóvenes creadores, así como a profesionales del área del diseño, la arquitectura y el arte. Howard es uno de los más prolíficos dibujantes norteamericanos con trabajos para diferentes publicaciones como: Star Wars, Batman, Hulk, el Hombre Araña y Godzilla.

Todas las actividades en las que participó el afamado ilustrador contaron con una alta concurrencia de estudiantes de nuestra institución y también de diferentes planteles educacionales de Valdivia. La conexión de Howard con los jóvenes fue inmediata y se generó un intenso diálogo entre nuestro invitado y los asistentes, lo que demuestra que el comic y la narrativa gráfica tienen una gran proyección en nuestro país. Fortalecer, entonces, esta industria es una tarea a la que deberemos poner todo nuestro talento para apoyarla y desarrollarla.

Gonzalo Aranda

La historia empresarial de Carol Álvarez comenzó hace 25 años, exactamente el día en que se casó en contra de la voluntad de sus padres, siendo sólo aprobada esta unión por doña Marcelina, su abuela. Fue ahí, que comenzó un largo camino que actualmente da vida a la conocida fábrica de cecinas "Doña Marcelina"; emprendimiento familiar que, luego de haber pasado por altos y bajos, entre ellos un incendio en 2012 , hoy se consolida como una empresa de calidad y con sello sustentable.

En el sector de Vivanco, en Río Bueno, "se preparan cecinas diferenciadas de alta calidad, con valor agregado, naturales y sustentables", cuenta su propietaria; agregando que en ese lugar, "Doña Marcelina ha crecido y renacido".

¿Cuál fue el principal motivo que la impulsó a desarrollarse en esta área industrial?

-Me casé a los 19 años, sin un proyecto de vida más que el estar enamorada, que si bien sirve, no es suficiente para salir adelante. Esto, resume que soy una emprendedora por necesidad. Y en la necesidad es donde nacen las mejores ideas y se aprovechan mejor los recursos. Así comienzan nuestros intentos, llenos de malas decisiones, tropiezos, respirando tan corto que sólo atinábamos a vivir el día a día. Pero al mismo tiempo fue un periodo de aprendizaje, dicen por ahí que "hay que ser indio para llegar a ser cacique".

¿Cómo nace "Doña Marcelina"?

-Hace 25 años que estamos en el área agrícola, diez produciendo leche y hace 15 años con la fábrica de cecinas. Doña Marcelina, fue bautizada así en honor a mi abuela, mujer de gran carácter, matriarca de mi familia y con una tozudez a toda prueba. Creo que nació en la época equivocada, fue muy trasgresora y reconocida como una mujer de armas tomar.

Este emprendimiento comenzó como una necesidad económica en mi familia y hoy se ha convertido es un desafío aún mayor. Para nosotros sería un sueño hecho realidad que nuestros hijos pudieran seguir trabajando esto.

¿Qué tiene de especial su emprendimiento?

-Nosotros ofrecemos un producto de calidad y con sello sustentable, porque amamos lo que hacemos, controlando en un 100% la cadena de producción, logrando la trazabilidad desde el establo a la mesa, sin renunciar a lo artesanal. En el sur sabemos hacer productos con cariño y con sabores caseros, reconocemos día a día la importancia de la familia, sin descuidar a la comunidad que nos rodea y logrando tener un producto manufacturado en un 100% por mujeres.

Doña Marcelina nos transporta cien años atrás, cuando todo lo que se comía en las casas era producido por las manos de nuestros propios abuelos. Nosotros hemos marcado la diferencia, destacándonos por producir embutidos (longanizas, prietas, patés, salame, entre otros) artesanales, con alto valor agregado, una receta antigua, materias primas naturales y de las cuáles se sabe exactamente su origen.

Próximos desafíos

Este año Doña Marcelina lanzará seis nuevos productos al mercado, bajo la línea de alimentos saludables, bajos en sodio y grasa, manteniendo la calidad y sabor.

¿Cuáles son sus metas para este 2016?

Además, de los nuevos productos, comenzaremos a vender con otras empresas, aumentado nuestras ventas.

El recorrido ha sido largo y con muchos momentos difíciles, sin embargo creo que el incendio de nuestra querida planta, fue sin duda lo más fuerte.

Es lo que nos ha servido hasta hoy para seguir enfrentando todos los desafíos. Además, estoy en camino de ser una emprendedora sustentable, pero estoy segura que lo voy a llegar a ser, ya que estamos trabajando muy duro para ello.