Carolina Collins/ Efe
Paloma San Basilio lleva más de 40 años sobre los escenarios, pero no le es indiferente la recepción que tenga su debut como novelista, aunque confiesa que está preparada para recibir tanto elogios como críticas.
"Tengo ya un callo que ¡para qué te voy a contar!", dice, porque después de haber vendido millones de discos y haber ganado premios tan importantes como el Grammy, está lista para escuchar lo que se tenga que decir de "El océano de la memoria", su primer libro que sale a la venta esta semana en España.
La cantante, actriz y pintora ahora suma la literatura a la lista, pero asegura que "de momento", prefiere no reconocerse como escritora por "respeto". Sin embargo, dice que pretende explorar su "inquietud artística y literaria".
"En el teatro se llaman transiciones, pasar de una zona a otra de tu alma. Descubrirte, crecer....Posiblemente ya he estado demasiado tiempo en un sitio conocido y creo que hay que arriesgar", dijo a Efe sobre el cruce que hizo desde la música a las letras.
San Basilio cuenta que desde muy joven siempre se interesó en la literatura. "Escribía poemas, relatos...en la antigua máquina de escribir que había en casa", recuerda y revela que ha tomado la decisión de dedicarse a hacer las cosas que le dan "placer". Y eso ahora es escribir.
Por "crecimiento personal, por mi búsqueda", desde "la sinceridad y la pasión". "Si además tengo la oportunidad de compartirlo con los demás, eso es una suerte", reflexiona.
Comenzó hace dos años a trabajar en la novela que tiene más de 600 páginas y en la que narra la historia de la familia Monasterio Livingston a lo largo de cuatro décadas, desde la Guerra Civil española hasta la muerte del dictador Francisco Franco.
La novela transcurre en la ciudad española de Cádiz y transita por México, Colombia y Londres. La historia es narrada por Alba, primogénita de Custo Monasterio y Alba Livingston, padres de otros siete hijos.
Confiesa que durante el proceso creativo se cuestionó: "¿Paloma, cómo te atreves?", "¿qué estás haciendo?", "¿tendrá esto sentido?". "Ha habido momentos de miedo, pero con el miedo no se va a ninguna parte", agrega.
Y aunque reconoce que la fama que ha sumado en cuatro décadas de carrera ayuda, "también puede ser contraproducente". "Lo más difícil ha sido, como novata que soy, crear una estructura narrativa que abarque cuatro décadas", reconoce la artista de 65 años.