Eduardo Lara, la nueva víctima de las protestas en las calles de Valparaíso
CON MOLOTOV. Funcionario municipal falleció luego de quedar atrapado en el incendio provocado por manifestantes.
El flameo de una bandera desde el tercer piso de un edificio patrimonial, ubicado en la intersección de calle Pedro Montt con Las Heras, en Valparaíso, daba cuenta de lo que posteriormente ocurriría. Eduardo Lara (72), funcionario municipal desde hacía más de 20 años, falleció por asfixia mientras esperaba ser rescatado por Bomberos. Más de 50 minutos pasaron desde que se inició el incendio hasta que fue rescatado. La reanimación cardiopulmonar practicada por Bomberos, y posteriormente por personal médico, no fue fructífera: Lara llegó al Hospital Carlos Van Buren sin signos vitales, dejando a tres hijos y tres nietos.
Cerca de las 10:40, encapuchados que participaban en la marcha por el discurso presidencial del 21 de mayo lanzaron -aparentemente- bombas molotov al interior de una farmacia que funcionaba en el primer piso del edificio. Las llamas comenzaron a propagarse de manera inmediata, y personal de Fuerzas Especiales de Carabineros no lograba disipar a los encapuchados.
Recién pasadas las 11 de la mañana pudieron ingresar dos carros de Bomberos hasta el lugar, pero no fue hasta media hora después cuando el guardia municipal logró ser rescatado. La cortina comercial de la farmacia, por un lado, y el reforzamiento de la entrada que daba al segundo piso del edificio, por otro lado, hicieron demorar el accionar de los voluntarios. Esto, sumado a que en un principio, tanto Bomberos como funcionarios municipales, le señalaron al director de la Onemi, Guillermo de La Maza, que el inmueble estaba completamente deshabitado.
Bomberos de inmediato concentró sus labores en uno de los accesos que el edificio tiene por calle Pedro Montt. Tras romper la puerta de entrada, dos rescatistas subieron hasta el tercer piso. En cosa de minutos bajaron a Eduardo Lara. Se desconoce si ya venía fallecido, sin embargo, por cerca de 20 minutos se le intentó reanimar en plena avenida, hasta que una ambulancia llegó y fue trasladado hasta el Hospital Van Buren.
Además del flameo de la bandera en señal de auxilio, la secretaria municipal de Valparaíso, Mariella Valdés, fue una de las primeras en dar aviso de que el nochero se encontraba al interior del edificio.
Según comentó, el Departamento de Logística de la Municipalidad había informado, el viernes, que el guardia se encontraría en el inmueble durante la marcha, pero que iba a estar "encerrado", por lo que no atendería a los concejales. "Él (Lara) tenía instrucciones de estar encerrado en el edificio, por eso es que las puertas y las ventanas estaban cerradas. Cuando llegué le dije al jefe de emergencia que el guardia estaba dentro, y me dijo que no, que el municipio había dicho que no estaba".
Según información proporcionada por distintos funcionarios municipales, el inconveniente se habría producido cuando Lara se comunicó por teléfono con su jefatura, a quienes les señaló que debido a los incidentes que se estaban produciendo y al incendio, iba a abandonar el edificio.
"No sé si estaban entrando a saquear o no, pero él dijo que se iba a retirar. Estaba todo fuera de control. Él avisó por teléfono que iba a ser abandono del lugar, y alrededor de las 10:30 perdimos contacto. Su horario de ingreso era de las 7:00 hasta las 15 horas. Es lamentable", sostuvo Roberto Torres, jefe del departamento en cuestión.
Familiares
Eduardo Lara llevaba más de 20 años trabajando en el municipio. Previo a desempeñarse como guardia en las dependencias del Concejo Municipal, estuvo velando por la seguridad en la antigua alcaldía. Sus cercanos lo recuerdan como un hombre trabajador, no por ello a sus 72 años lo seguía haciendo. "Mi padre amaba su trabajo", dijo uno de sus tres hijos, Walton Lara, en las afueras del centro asistencial.
"Mi papá tenía un compromiso laboral, nunca dejó su pega botada. No andaba llorando la carta. Si no tenía pega, buscaba. Se las ingeniaba para hacer lo que pudiese", dijo Luis Lara, otro de los hijos del funcionario, agregando que realizó cerca de diez llamadas a su papá. Como no le contestó, supo que algo había ocurrido.
Pero además, el hijo tuvo minutos para repudiar el accionar de los delincuentes, y apoyar la iniciativa de realizar la Cuenta Pública en otra fecha (ver nota secundaria página 5). "¿Quién me devuelve a mi papá ahora?, ¿hago una marcha? Su convocatoria ahora le hizo un daño a mi familia. Se fue un buen hombre, que sé que era así porque lo conocí", comentó Lara, quien agregó, en horas de la tarde de ayer, que aún se encontraban esperando que el cuerpo de su papá fuese trasladado al Servicio Médico Legal.
Compañeros se lamentan
Quienes también lo recuerdan como "un hombre ejemplar" son sus compañeros de trabajo. Gonzalo Díaz, jefe del departamento de Gestión Operativa del municipio porteño, sostuvo que el nochero era un persona "bondadoso", y dio mayores luces de cómo ocurrió la situación.
"Con el humo, Lara se asfixió. Estuvimos tratando de ingresar por las dos puertas, pero el daño estructural lo impidió. Él pidió auxilio, por eso vinimos rápidamente por él. Cuesta bastante hablar. Los funcionarios públicos no tienen por qué responde por esto. Estamos afectados, porque es un colega nuestro. Hagan las marchas, pero no destruyan la vida de una persona", sostuvo.
Coincidió con él Christian Castillo, supervisor del guardia. "Era un gran compañero. Llegaba casi una hora antes a trabajar. Es una pérdida grande para nosotros, porque sólo somos 33 trabajadores y todos nos conocemos. Éramos amigos y él era muy querido. Nos veíamos todos los días. Él estaba cumpliendo con su trabajo, pero lo que indigna es la situación porque lo veníamos pidiendo hace rato", precisó Castillo, quien agregó que durante la semana se tomaron las medidas de seguridad correspondientes, y mediante correo electrónico se había indicaron que en caso de emergencia todos los guardias debían abandonar sus lugares de trabajo.
En tanto, los concejales Marcelo Barraza, Zuliana Araya, Carlos Bannen y Ruth Cáceres llegaron hasta el hospital para acompañar a los familiares de la víctima, que se convierte en la tercera persona que en poco más de un año fallece en medio de una marcha en Valparaíso, tras los casos de los estudiantes Exequiel Bolvarán y Diego Guzmán.
Mientras, el alcalde Jorge Castro, quien visitó a los familiares en compañía del senador Francisco Chahuán, sostuvo que "estamos consternados y con un mucho dolor. Nos duele porque ha sido un hombre que ha estado con nosotros hace mucho y que a su edad decía que quería seguir trabajando".
"¿Quién me devuelve a mi papá ahora?, ¿hago una marcha? Su convocatoria ahora le hizo un daño a mi familia. Se fue un buen hombre, que sé que era así porque lo conocí".
Luis Lara, Hijo de la víctima
cuenta presidencial 2016