El vóleibol es un juego de equipo donde las individualidades a veces tienen que pasar a un segundo plano para privilegiar el esfuerzo grupal. Actualmente se juega en la región el campeonato de la Liga Interregional de Vóleibol Escolar, donde en la competencia femenina el sexteto de Windsor School marcha como líder invicto, sin perder un partido y tampoco un set.
Las windsorinas pretenden, primero, asegurar el título regional, el mismo que perdieron el año pasado a manos de Inmaculada Concepción, pero no quieren descuidarse. Así lo afirma la centro Martina Millar Fritis de 1.69 metros y que junto a otras jugadoras destacadas, como la capitana y preseleccionada chilena, Catalina Grandjean, han destacado en cada partido.
Martina es estudiante del tercero medio B del Windsor School y desde los 12 años practica vóleibol de manera más seria. También ha sido seleccionada regional en los Juegos Nacionales Escolares y el año pasado disputó su primeros Juegos de la Araucanía.
¿Cuándo empezaste a jugar vóleibol?
Desde tercero básico juego regularmente. Me salí en sexto, con el cambio de profesor de escuela, pero volví en séptimo cuando vi que podía ser parte de la selección del colegio. Desde entonces he estado en el equipo.
¿Por qué te gustó este deporte?
Porque no me gustan los deportes de contacto y el vóleibol te obliga a jugar en tu equipo y no tener roces con el rival.
¿Cuál es tu mejor jugada?
Este año cambiamos de profesor y estamos realizando jugadas que antes no hacíamos. Por ejemplo, en los primeros tiempos hacemos una pelota, pero más rápida y eso me está saliendo mejor hasta ahora.
¿Cómo han vivido esta liga de vóleibol?
Es súper entretenido jugar todos los fines de semana con tu equipo y de repente viajar a Río Bueno o San José. Igual es fome porque estás todo el día y no podemos estudiar, pero por otro lado estar con un equipo donde ya somos amigas es bacán. Igual ganar todo es bueno porque te sientes más segura.
¿Van por la revancha del título regional que se perdió el año pasado?
Sí, pero tampoco podemos confiarnos, además todavía falta la liga interregional contra Los Lagos y ellos tienen equipos muy fuertes.
¿Cómo es jugar con tu equipo?
Es súper entretenido, todas nos llevamos bien, nadie anda con mala cara. No nos retamos, los años anteriores sí, pero hemos aprendido a no enojarnos sino que a apoyarnos para que a la próxima nos salga bien la jugada.
¿Te gustaría volver a ser seleccionada regional por Los Ríos?
Completamente. Antes fui a los Juegos de la Araucanía y fui a un nacional escolar como refuerzo de Inmaculada Concepción.
¿Qué le falta al vóleibol valdiviano para mostrarse más?
Es que no hay ningún club de vóleibol en Valdivia y la región como para jugadores escolares. Conozco sólo al club Bicentenario, pero es para personas adultas y eso falta. Acá sólo se notan los colegios y la Universidad Austral.
¿Cómo te va como estudiante?
Hasta ahora llevo promedio 6,8. En vóleibol entreno lunes, miércoles y viernes dos horas. Salgo a la 1 del colegio, tengo hasta las 6 para estudiar y después voy a los entrenamientos.
¿Y qué ramos te gustan?
Me va bien en matemáticas, pero no lo disfruto tanto. Es como siempre lo mismo, y lo que me gusta es el arte, lo disfruto mucho, y también la química.
¿A quién agradecerías el apoyo?
A mis padres. Siempre me han dicho que tengo que hacer deportes, casi es como una obligación. Primero empecé en el atletismo, pero me encantó el vóleibol. Igual encuentro que es difícil que todos los sábados una integrante de la familia se vaya por todo el día, pero mis papás igual me apoyan.
¿Qué cosa es lo que más te ha enseñado el vóleibol?
Creo que la importancia del compañerismo y el apoyo que puedes sentir de personas que no son amigas de colegio, de tu familia u otros. Es sentir que tienen algo en común que les guste, como el vóleibol, y que puede generar una amistad tan grande. Por lo general, en el colegio cuando hay que hacer un trabajo de grupo yo prefiero hacerlo sola, pero eso en el vóleibol no se puede, todas tienen que trabajar en conjunto para lograr un objetivo y cuando se logra eso resulta muy gratificante.
Una generación que quiere sorprender
Martina Millar destaca a su generación en el equipo de Windsor School. Recordó que en el año pasado eran las alumnas de cuarto medio las que más jugaban y ella y sus compañeras estaban más en la banca. Este año las antiguas reservas ya son protagonistas, destacando a Catalina Grandjean, Javiera Hernández o Mariane Sánchez, junto a la propia Martina MIllar como las pilares de un equipo con deseos de consagrarse. La oportunidad está a sólo un partido, el clásico ante Alemán de Valdivia, el 4 de junio próximo.
"Catalina Grandjean es nuestra capitana y un modelo a seguir porque es preseleccionada nacional". "El año pasado jugué los Juegos de la Araucanía y el 2014 fui refuerzo en los Juegos Escolares".
Martina Millar, Voleibolista