Deuda pendiente con los hospitales
El gobierno que asuma el 2018 lo hará con una mochila de arrastre de sobre 450 mil millones de pesos.
Incertidumbre ronda por el futuro de los hospitales de Río Bueno, la Unión y Los Lagos. Este año debían entregarse los diseños para su ejecución, sin embargo a hoy no se sabe siquiera sobre los estudios de pre-inversión comprometidos por la cartera.
Esta preocupación la hemos compartido con algunos consejeros regionales y con vecinos de las comunas afectadas. También le hemos pedido claridad formalmente a la ministra, sin que a la fecha haya respondido.
Son proyectos de alta necesidad y largamente demandados, que el 2013 fueron incluidos en un Convenio de Programación entre el Gobierno Regional y el Minsal. Estamos con tiempos incumplidos y sin claridad suficiente: los tres hospitales debieron comenzar a construirse el 2015 para estar disponibles antes del 2018. Los compromisos presupuestarios desde la región han estado siempre disponibles pero sin ocupar todos estos años.
Inquieta el escenario porque desgraciadamente siguen la suerte de una veintena de proyectos a lo largo del país que tienen un retraso delicado y peligroso, que fueron postergados arbitrariamente el 2014 más por temas más ideológicos que técnicos, y que hoy se traducen en no tener algo con qué responder a las necesidades de salud de los pacientes, junto a la pérdida de oportunidades para la creación de más de 40 mil empleos directos e indirectos a lo largo de Chile, pese a haber tenido firma y timbre ministerial en cada caso.
Lamentablemente se condice también con la mala gestión en materia de salud pública, sumándose a otras acciones lejos de cumplirse en el presente mandato: las listas de espera, la deuda hospitalaria -el gobierno que asuma el 2018 lo hará con una mochila de arrastre de sobre 450 mil millones de pesos en infraestructura no abordada-, escaso avance en la formación de especialistas, errores en el co-pago Auge aún sin corrección, la ausencia de la prometida reforma a las Isapres, la inamovilidad en fortalecer la Agencia Nacional de Medicamentos, entre una larga lista que suma y sigue.
La verdad es un contrasentido tremendo que teniendo una Presidenta de la República que es médico, una de las áreas más postergadas del desarrollo nacional sea precisamente la salud pública.
Bernardo Berger Fett
Diputado