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Científicos aseguran que el clima influye en los índices de agresividad

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Investigadores de las universidades Estatal de Ohio (EE. UU.) y la Vrije Universiteit de Amsterdam (Holanda) profundizaron una teoría que ya circulaba en el entorno científico: ¿el clima puede influir en el nivel de agresividad de las personas?

Este estudio, publicado en la revista Behavioral and Brain Sciences, surge a partir de la alta tasa de crímenes en los países cercanos a la línea del Ecuador. A partir de esta estadística, los autores quisieron ir más allá del vínculo.

Según el documento, los climas cálidos y con una menor variación de temperatura entre las estaciones conduce a una estrategia de vida más acelerada, mayor desviación en cuanto al futuro y con ello un bajo autocontrol, lo que contribuye a más agresión y violencia. "El clima da forma a cómo vive la gente, afecta a la cultura de tal manera que nosotros no pensamos en nuestra vida diaria", señaló Brad Bushman, académico de Ohio y coautor de la investigación.

Paul van Lange, académico de Vrije y autor principal de la investigación, agregó que "creemos que nuestro modelo puede ayudar a explicar el imacto del clima en los índices de violencia en diferentes partes del mundo".

Mediante un modelo denominado CLASH, los investigadores concluyeron que el vínculo entre clima y agresividad no solo está dado por las altas temperaturas, sino también por la poca variación estacional. Al igual que otros estudios previos, los especialistas indicaron que el calor aumenta la incomodidad y la irritabilidad.

"Una fuerte variación estacional en la temperatura afecta a la cultura de una manera poderosa. La planificación en la agricultura, el almacenamiento compulsivo, o la simple preparación para los inviernos fríos da forma a la cultura de muchas maneras y a menudo la gente ni siquiera se da cuenta", indicó Van Lange.

Sin embargo, agregó el experto, estas actividades sí dan forma a la cultura. En otras palabras, un modo de vida más acelerado afecta el autocontrol de las personas y con ello los índices de agresividad.

La relación entre calor y violencia

Hipótesis

Según la investigación, no solo los climas cálidos incitarían a la agresividad, sino también la poca variación de temperatura entre estaciones.

Causas

La variación en el clima moldea las costumbres de cada cultura. En ese sentido, el calor constante provocaría la pérdida del autocontrol.

Los monos también reducen su círculo de amigos en la vejez

BIOLOGÍA. Mediante un experimento, la investigación dio cuenta del vínculo entre esta conducta de los primates y el pasado evolutivo del ser humano.
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Pamela De Vicenzi

A lo largo de la historia, la ciencia ha descubierto vínculos entre el comportamiento de los seres humanos y los monos, que en resumen son pinceladas cada vez más claras del pasado evolutivo consignado por grandes expertos como Charles Darwin o Alfred Russel Wallace.

Un estudio del Centro Alemán de Primates (DPZ), con sede en Gotinga, reveló que los monos, al igual que los seres humanos, son selectivos en el ámbito de la afectividad cuando envejecen.

Según Julia Fischer, investigadora del DPZ, esta conducta que ya era conocida en las personas tendría su vinculo en la evolución, al igual que otros gestos.

Los hallazgos fueron publicados en la revista especializada Current Biology.

Razones y diferencias

Los adultos mayores, indicó la bióloga Laura Almeling, "cuidan las relaciones con las personas que realmente son importantes para ellas" y por ello el círculo de amistades se reduce.

Almeling complementó que no existe claridad si el hecho de tener menos amigos a esa edad tiene relación con una menor vitalidad. En la vejez, las personas suelen tener menos amigos producto de enfermedades catastróficas, una baja anímica por la percepción cercana de la muerte o porque sus amigos fallecen antes que ellos.

Sin embargo, en el caso de los monos existe una percepción distinta. "Los monos no son conscientes de que su tiempo de vida es limitado", puntualizó Ameling.

Experimento

Para efectos de la investigación, los científicos observaron a 118 monos de entre 4 y 29 años que se desenvolvían en un parque de primates francés ubicado en Rocamadour.

Para analizar su conducta se realizaron diversas pruebas, especialmente con juguetes. La idea era poner a prueba a estos animales sobre su fidelidad con los objetos. Los resultados arrojaron que los monos en edad adulta perdían interés por los objetos nuevos.

También se analizó su actividad social. En resumen, si bien algunos pueden responder a los estímulos relacionados con sus amistades, a medida que pasa el tiempo la interacción social disminuyó.

"Con la edad, los monos se volvieron más selectivos en sus interacciones sociales. Tenían un menor número de 'amigos' e invirtieron menos en las interacciones sociales. Curiosamente, sin embargo, todavía estaban interesados en lo que estaba pasando en su mundo social", explicó Almeling.

En el caso de las hembras mayores, "continuaron respondiendo particularmente al escuchar un grito de ayuda de su mejor amigo", sostuvo la especialista. En tanto, "los machos más viejos todavía miraban preferentemente las imágenes de los recién nacidos". Precisamente los machos utilizan a los bebés como símbolo de estatus.

De este modo, los investigadores de la DPZ lograron comprobar una nueva conexión entre seres humanos y primates. "Suponemos que los monos no son conscientes de algo así. Por lo tanto, si muestran cambios motivacionales similares en la vejez, su selectividad no se puede atribuir a su conocimiento acerca de un tiempo futuro limitado. En lugar de ello, debemos considerar la posibilidad de que cambios fisiológicos en el envejecimiento de monos y humanos contribuyen a un aumento de la selectividad", argumentó Almeling.

El azar y la mirada, puntos en común

En el último año han surgido otras investigaciones referidas a los puntos en común entre humanos y monos. Por ejemplo, un estudio de la Universidad de Rochester (EE. UU.) señaló que, en un juego de azar, los primates también pueden guiarse por la "mano caliente", esto es, la creencia de que la suerte viene por rachas y que las posibilidades pueden variar. En tanto, otro estudio de científicos estadounidenses indicó que tanto humanos como monos comparten la conducta de fijar la mirada.

Más allá de la tecnología

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Cada mes invertimos más de un día frente a la pantalla del celular. Más de 37 horas y 28 minutos, según un estudio de la consultora Nielsen. La cifra asusta, pues no somos conscientes de la gran dependencia que produce. Yo mismo dedico bastante tiempo a las redes sociales y al email a través del móvil. Y eso, sin contar los "instantes muertos" en que permanezco absorto en la pantalla.

Como decía el escritor Eduardo Galeano, "el automóvil, el televisor, el vídeo, la computadora personal, el teléfono celular y demás contraseñas de la felicidad, máquinas nacidas para 'ganar tiempo' o para 'pasar el tiempo', se apoderan del tiempo".

Muchas veces, la vida pasa a nuestro lado sin que le prestemos atención. Es cierto que las nuevas tecnologías han supuesto un gran avance, pues nos ponen en contacto con nuestros seres queridos, nos ayudan a movernos más rápidamente y contribuyen al bienestar, entre otros beneficios. Sin embargo, el error radica en invertir en aparatos electrónicos las horas adicionales que la tecnología nos regala, olvidándonos de cultivar el espíritu.

Los seres humanos debemos ir más allá del cuerpo, del sentido material de la vida. ¿Cómo? Yo mismo he aprendido a lo largo de los años que, a través de la constancia y del cambio de ciertos hábitos, podemos transformar nuestra existencia. Aquí tienes algunos tips:

- Muestra gratitud cada día. Medita cada mañana, aunque sea por un pequeño tiempo. Da las gracias a la vida y ordena tus pensamientos para el resto del día. Serás más productivo.

- Comunícate con los demás. No te sirvas exclusivamente de la pantalla. Para comunicarnos, en todos los sentidos, es necesario vernos las caras, escuchar lo que las palabras no son capaces de decir.

- Conecta con la naturaleza. Desconecta tus audífonos por un momento, levanta la mirada del celular y contempla las maravillas de la tierra. La naturaleza es parte de nosotros.

- Encuentra la calma interior entre el bullicio del trabajo, los estudios y el propio hogar. La paz te ayudará a mantener la mente libre de pensamientos tóxicos y a seguir centrado en el camino del bienestar.

- Mantén el equilibrio cuerpo y mente a través de una alimentación sana y el ejercicio diario.

- Sonríe a la vida. Eres el dueño de tus emociones, o deberías serlo. Elige la posición con la que quieres vivir y descubre el poder de la mente positiva.

La vida nos da la oportunidad de soñar en grande, cultivando la mente y el espíritu; pero ambos necesitan alimentos. Tú mismo puedes crear una receta para la felicidad. Solo ten en cuenta lo que dice Jane Goodall, "la tecnología por sí sola no basta. También tenemos que poner el corazón".

Ismael Cala