Daniel Navarrete Alvear

Tras el término de la Lluvia de Teatro Infantil, la Corporación Cultural Municipal (CCM) de Valdivia comienza a despedir julio con una nueva semana de actividades, para niños en vacaciones de invierno. Se trata de la tercera versión del Ciclo de Cine Infantil, que considera seis días de funciones, con clásicos y estrenos recientes que se podrán ver gratuitamente en el teatro Lord Cochrane.

Los largometrajes fueron programados con la colaboración del Festival Internacional de Cine de Valdivia y es el resultado de una alianza entre la CCM y el Centro de Promoción Cinematográfica de Valdivia (CPCV). Erwin Vidal, gerente de la Corporación, dice que una de las apuestas es por mostrar en parte, lo más representativo de al menos los últimos 30 años de séptimo arte internacional.

"Las versiones anteriores de este ciclo fueron en agosto, pero resultó complejo en términos de asistencia de público, por ser un mes donde los niños ya están nuevamente con actividades en los colegios y en sus casas. Al evaluar los resultados de la actividad nos dimos cuenta que era restarle valor al tremendo esfuerzo que hacemos y por eso decidimos instalarlo, desde este año, durante julio en plenas vacaciones de invierno", manifiesta.

Con ello, la CCM y el FICValdivia reforzaron lo que antes eran actividades realizadas por separado por cada institución, creando un solo ciclo, con más cobertura y convocatoria.

Alianza

El vínculo entre la corporación y el CPCV está dado principalmente por las actividades del festival en el teatro municipal. Algo que se intensificó con el programa Valdivia Ciudad Cine, que en el segundo semestre tendrá en cartelera las alternativas de 50 años, 50 films. "La relación es muy importante, porque nos ha permitido tener casi todo el año cubierto con actividades especiales gracias a la gestión de Erwin Vidal y de Nino Bernucci, encargado del teatro. Es importante para nosotros poder estar en el teatro y también dar a conocer la urgencia de que sea reparado y de que pronto podamos contar con la infraestructura que demanda este tipo de eventos", dice Denise Elphick, secretaria ejecutiva del CPCV.

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Excepto por "La historia sin fin", la cartelera considera mayoritariamente largometrajes animados. Los hay con la técnica tradicional como "Mi vecino Totoro" y animadas en forma digital, como "Intensamente". Sin embargo, al margen de la forma, lo que también importa es el fondo, la historia que muestra cada filme.

Para la cineasta Claudia Menéndez, responsable de las series en stop motion "Los musicanimados" y "Me la paso cantando", la técnica y el guión se deben complementar para asegurar el éxito del producto. Aunque existen excepciones. Asimismo, sostiene que es el público adulto el que tiene prejuicios sobre la afectividad de una película infantil. "Por ejemplo, el filme de Snoopy es muy actual, pero tiene una narrativa de la década de 1970, más lenta, más contemplativa y resultó ser igualmente efectiva para los niños. No es necesario que estén sobre estimulados con cosas dinámicas, también tienen la capacidad de apreciar lo que es más reflexivo".

El artista visual Eduardo Elorz, director del festival de cómics Aguacero, explica que figuras icónicas de las viñetas como Mafalda y Charlie Brown tienen un valor agregado en sus versiones cinematográficas.

"Mafalda es bastante fiel a lo que creó Quino en su momento y sus personajes sirven para entender conflictos que no necesariamente son del mundo adulto. Lo mismo que con Snoopy y sus amigos, que son pequeños filósofos", dice. Y agrega: "En general, más que escoger un título para ver, según la técnica o los años en que fue hecho, es importante que los niños puedan formarse como público de cine, accediendo a todo tipo de formatos y temas. En todas las historias van a poder encontrar valores y lecciones a través de lenguajes entretenidos".