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Con la mirada puesta en Río 2016

Los Juegos Olímpicos concentran la atención internacional. En la cita hay tres valdivianos, dando lo mejor de sí mismos. Lamentablemente este año el Team Chile no incluye remeros de nuestra zona y esa ausencia obliga a recordar los buenos desempeños logrados antes...
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Los ojos internacionales se encuentran dirigidos hacia Brasil, para seguir con atención las alternativas de los Juegos Olímpicos 2016. Como siempre a lo largo de la historia, la cita deportiva ofrece una oportunidad de encuentro entre diferentes culturas y. hoy, un tiempo de remanso, en medio de los conflictos que remecen tanto al país anfitrión, como a otros.

Es una fiesta hermosa. Y desde la región de Los Ríos es interesante seguirla, para conocer el desempeño de los 42 integrantes del equipo nacional, pero especialmente para acompañar a los locales que se encuentran compitiendo en Brasil: Carlos Lobos en equitación, Enzo Yáñez en maratón y Felipe Aguilar, en golf.

Los tres son personas altamente esforzadas, que han llegado a esa instancia olímpica gracias a su tesón individual y, si bien todos salieron de esta tierra para desarrollar sus respectivas carreras en otros lugares, existe un legítimo orgullo de que sean valdivianos y brillen en sus especialidades.

Su logro de clasificar y el resultado que puedan alcanzar, sin duda servirán de ejemplos para otros que buscan el mismo objetivo.

Lamentablemente este año el Team Chile no incluye remeros de nuestra zona y esa ausencia obliga a recordar los buenos desempeños logrados antes por bogadores como Soraya Jadue, Oscar Vásquez, Miguel Cerda y Cristian Yantani, entre otros.

También obliga a pedir que se realicen las acciones necesarias para apoyar a la gran cantidad de jóvenes locales que practican este deporte, pero que no cuentan con todas las condiciones para seguir proyectándose como las generaciones anteriores de la disciplina. Sin duda que hay talento para el relevo; pero falta respaldo más constante para que logren alto rendimiento.

Nuevamente, es necesario pedir que no se deje en el olvido la promesa del implementar el CAR adecuadamente, que se construyan un parque náutico y una pista de aguas quietas; como también insistir en que no queden atrás el recinto atlético y el estadio regional, todos espacios necesarios para una adecuada formación de nuevos valores deportivos.

Una causa de todos

Más allá de opiniones de cada sector, lo que quedó claro es que la sociedad completa está en deuda con los niños.
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Frente a la situación de los niños y niñas de Chile, estén o no bajo la custodia del Estado, cabe preguntarse qué es lo que decidiremos como sociedad respecto de un tema que siempre debió ser prioridad para un país.

La semana que recién termina presenciamos la interpelación en el Congreso a la ministra de Justicia, Javiera Blanco, donde más allá de las opiniones de cada sector, lo que quedó claro es que la sociedad completa está en deuda con los niños.

El problema del trato que da el Estado a la infancia bajo su cuidado es gravísimo, pero también es que más de un 70% de los niños en Chile sufre algún tipo violencia por parte de sus padres y madres (Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia, Unicef, 2012). De ese impactante porcentaje, más de un 25% corresponde a violencia física grave.

En la región, según el Servicio Nacional de Menores (Sename, 2015), hay más de 2 mil 600 niños y niñas ingresados al sistema por la justicia, entre ellos, 820 por maltrato, 603 por inhabilidad de los padres y 265 víctimas de abuso sexual.

Chile debe sí o sí contar con una política de Estado que resguarde los derechos de los niños, niñas y adolescentes, que explicite que son prioridad, independiente de la administración de turno y que sea transversal a todos los ámbitos del bienestar.

Seguir pensando sectorialmente, por no contar con una política clara, permite que se desarrollen programas por carriles distintos, lo que al final de día se traduce en un conjunto de acciones que no resguardan la integridad y bienestar de los niños.

A ello se debe sumar la creación de una institucionalidad adecuada, la coordinación de los servicios que se pongan a disposición para ejecutar esa política, las decisiones de Hacienda respecto de la misma, y la coherencia de los programas y mecanismos que implementen.

Es hora de demostrar nuestro nivel de desarrollo y saldar nuestra deuda con los niños y niñas de Chile.

Valeria Salazar Directora regional Fundación para la Superación de la Pobreza