Valdiviano Carlos Lobos marcha octavo en equitación olímpica
EN BRASIL Mayor de Ejército es el único del Team Chile en su especialidad y ayer compitió en adiestramiento individual, con su caballo "Ranco". El lunes se presentará en salto y cross country.
Un satisfactorio cometido logró ayer el valdiviano Carlos Lobos en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016. El equitador, único deportista de esta especialidad en la delegación chilena, logró un puntaje de 49,30 en la prueba de adiestramiento o doma clásica individual, alcanzando de manera momentánea el octavo lugar de la clasificación, junto a su caballo "Ranco".
Ramiro Lara, suegro del deportista, siguió por televisión el desempeño de Lobos y destacó desde su hogar en Valdivia "la tranquilidad y concentración demostrada por él durante la prueba, además el buen paso mostrado por "Ranco".
Prueba difícil
También en Valdivia, Miguel Carmona, presidente e instructor del Club Ecuestre y Escuela de Equitación "La Dehesa" manifestó el orgullo que siente al ver competir a un chileno y valdiviano en la disciplina que tanto le apasiona, destacando la prolijidad y perfección que requiere el ejercicio realizado por Carlos Lobos. "Pese a no ser atractivo a la vista de los espectadores, el adiestramiento individual constituye una de las especialidades más complejas de este deporte", aseguró.
Carmona explicó que esta especialidad es evaluada por cinco jueces, quienes califican la posición del jinete, la actitud del caballo y la prolijidad en los movimientos de ambos, otorgando una puntuación de acuerdo al ejercicio realizado.
Los próximos desafíos que enfrentará Lobos son el cross country y el salto, que se diputarán el lunes y martes próximos, en el Centro Nacional de Equitación de Río de Janeiro.
(Colaboración
Carlos Arismendi Contreras)
Familia
Carlos Lobos es casado con la dama valdiviana Fernanda Lara de la Jara y padre de dos hijos: Emilia y Fernando. Es mayor del Ejército de Chile y realiza el primer año del curso regular en la Academia de Guerra. Nació en Valdivia, pero a los 5 años emigró hacia Arica junto a su padre, quien también era militar. En el norte comenzó su formación como equitador.