"El PC participando con el nivel de influencia que ha tenido en este gobierno, no le hace bien al país"
— Ex ministro Jorge Burgos — Sobre futuro de la NM"La región es compleja para trabajar…"
Fiscal Araucanía Cristian Paredes — Por acusaciones de racismo
Los nuevos antecedentes conocidos por distintos medios sobre la génesis de construcción del Puente Cau Cau, ahondan las interrogantes sobre el rol que debió cumplir el ministerio de Obras Públicas durante los más de diez años que duró el proceso entre la propuesta de la idea y su actual situación.
Problemas en el diseño, falta de fiscalización, documentación de validez cuestionada, errores técnicos no detectados y ahora pérdida de información oficial, forman parte de este tema que -es necesario decirlo una vez más- fue manejado siempre de manera centralizada en Santiago, pero que ha puesto a Valdivia en el ojo de las críticas y ha causado que sus otros problemas de conectividad tampoco sean resueltos.
El Cau Cau debía ser una Obra Bicentenario, un ejemplo de tecnología moderna. Fue anunciada en el gobierno de Ricardo Lagos, definida en el primer gobierno de Michelle Bachelet, ejecutada durante el período de Sebastián Piñera y paralizada ahora, con acciones judiciales y fuertes polémicas de por medio.
Lamentablemente ese largo historial no es el único que enfrenta el Mop hoy. Con el puente de Chiloé se está escribiendo una historia muy similar.
Durante el fin de semana se conoció una carta de los profesionales ingenieros del ministerio pidiendo paralizar el proyecto, pues cuestionan la licitación y el diseño de la obra, alertando sobre asuntos tan serios como falta de información para garantizar seguridad, como estudios de vientos en la zona de construcción. Su nota no es la primera en la que manifiestan inquietud, pero -según los medios que la publicaron- no han tenido respuesta.
Claramente se trata de una situación delicada y algo que, a la luz de lo acontecido en el Cau Cau, no se podría dejar pasar, descartándolo solo como una molestia de grupos minoritarios.
Es necesario que estas voces sean escuchadas y que todo el padecimiento de Valdivia con un puente fallido y sin fecha (ni estrategia) de reparación clara sirva, al menos, para que no se comentan de nuevo los mismos errores con los fondos públicos, que aportan todos los chilenos. Y esto vale también para el caso del puente Los Pelúes, que es tarea del Minvu.
Al borde de la quiebra señalan estar los empresarios del transporte valdiviano. A través de sus dirigentes, la Asociación Gremial de Empresarios de Taxibuses de Valdivia señalan que les afecta especialmente el desorden en el funcionamiento del servicio de colectivos, la paralización de los estudiantes de la Uach y la cesantía existente.
El concejal Jorge Sabat aseguró que fue el ministro Ricardo Lagos quien aprobó la entrega de 400 millones de pesos para refaccionar el Mercado Municipal. Sabat salió a desmentir una información entregada desde la municipalidad de Valdivia y reiteró que fue él quien hizo las gestiones para conseguir los recursos.
La falta de presupuesto del Departamento de Aseo y Ornato de la Municipalidad de Valdivia hace temer por un eventual despido a unos 270 trabajadores del servicio. Según la información procedente del municipio y de representantes de los propios trabajadores, la externalización del servicio es una situación inminente.
La leña ha sido históricamente el combustible más utilizado por las familias que habitan el sur de Chile. En el 2013 su uso representaba el 17% de la matriz energética, hoy el 24%. En marzo de este año, se presentó la Política de uso de la leña y sus derivados para calefacción, coordinada por la División de Eficiencia Energética del Ministerio de Energía. En esta, se diagnosticaron situaciones que determinan que la leña es uno de los causantes de los impactos ambientales en nuestras ciudades.
Al respecto, cerca de un 60% del consumo de energía en los hogares, colegios, servicios públicos e industrias proviene de la leña, y para solucionar este problema, se propuso actualizar la reglamentación térmica residencial e incentivar las construcciones energéticamente más eficientes.
Otro tema, es el uso de leña más sustentable y de calidad. Hoy existe un mercado informal, en donde se vende sin cumplir con las exigencias forestales y por no existir una normativa sobre la calidad de la leña ni por su combustión en condiciones de humedad, hacen que se considere como causante de la declaración de varias ciudades del sur como zonas saturadas.
Como solución, se propone crear un sistema de mayor información respecto del mercado de leña y otros derivados, fomentando su uso sustentable, estableciendo normas para regular los estándares de producción, venta y consumo, generando las condiciones e incentivos para que los actores de este mercado puedan cumplir las exigencias, se invierta y desarrolle en nueva tecnología y haya más capacitación. Asimismo, se busca crear centros de acopio y secado, que permitan conocer el origen de la leña, su calidad y que cumpla con las normativas pertinentes.
Finalmente, se propone el incentivo del uso de derivados de la madera y de nuevas tecnologías eficientes para la calefacción, una institucionalidad que coordine y fomente la investigación y generación de nuevas técnicas, y una educación ciudadana destinada al uso correcto de la leña como combustible.
La aplicación de esta Política será relevante para la descontaminación, por lo cual, no pueden ser solo ideas en un documento, sino que las autoridades y los ciudadanos, deberán hacer que se transformen en verdaderas acciones en favor de las ciudades y el medioambiente.
Enrique Gillmore Carmona
Abogado Máster en Derecho Ambiental y Recursos Naturales