Desarrollo local de mini hidroeléctricas
El país se ha planteado como objetivo habilitar 100 pequeñas generadoras. Los Ríos tiene bastante para aportar a esa meta. En la zona hay minihidros desde los años '50s y hoy suman una potencia instalada cercana a los 120 Mw; pero no ha resultado fácil el desarrollo de nuevos proyectos.
Una de las apuestas del país en materia de energía es estimular la producción de hidroelectricidad, aprovechando el gran potencial de los numerosos ríos con que Chile cuenta, especialmente en la zona sur. Una señal de esto es el mensaje que ha reiterado el ministro Máximo Pacheco, recalcando la meta de habilitar cien mini centrales de este tipo, antes de que termine el actual gobierno.
Las razones para esta elección son que se trata de una energía sustentable y menos contaminante en su producción que otras como las relacionadas con combustibles fósiles. Además, la tecnología de las plantas "de pasada" permite no intervenir demasiado el espacio donde se instalan, porque no cambian el cauce de los cursos de agua, ni requieren -o necesitan muy pocos- terrenos inundados para su funcionamiento.
En este escenario, claramente la región de Los Ríos tiene mucho para aportar. En la zona se ha trabajado con pequeñas centrales desde los años posteriores a la Segunda Guerra Mundial y ellas representan actualmente una potencia instalada cercana a los 120 Mw; pero en el último tiempo no ha resultado fácil el desarrollo de nuevos proyectos, por diversos factores conjugados. Así, desde 2004 a la fecha en el Sistema de Evaluación Ambiental (SEA) aparecen como aprobados solo siete proyectos, entre más de 20 propuestas de centrales y minicentrales presentadas. Pese a lo anterior, un 70% de los planes actualmente en estudio para la zona están relacionados con generación de energía.
En junio, el intendente Montecinos fue invitado a una reunión nacional de la Asociación Chilena de Pequeñas y Medianas Centrales Hidroeléctricas (Apemec) y en esa oportunidad reiteró el compromiso local con este tipo de energía, haciendo hincapié en que se necesitan proyectos que respeten el medioambiente y generen beneficios a las comunidades aledañas a ellos desde el primer momento de su trabajo. Estos puntos resultan relevantes, pues son ellos los que determinarán el futuro de esta opción en la zona.
A la luz de lo expuesto, claramente se hace necesaria la definición de una política regional de energías limpias, que señale esa ruta aún con mayor claridad.