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Proyecto internacional busca conservar las ranitas de Mehuín

MEDIOAMBIENTE. Científicos locales trabajan en un programa que persigue proteger a tres especies de anfibios chilenos únicos. Dos de ellos solo viven en la región de Los Ríos. EVENTO. Es parte de los encuentros ConCiencia, organizados por la Uach.
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Claudia Muñoz David

Los chinos se sienten orgullosos de sus osos panda. Los cuidan y protegen e incluso han logrado que el mundo entero sepa que comen bambú y que están en peligro de extinción. En Chile también hay animales que deben ser protegidos, entre ellos tres especies de anfibios, la rana verde de Mehuín, la rana de hojarasca de Mehuín -ambas de la región de Los Ríos- y la rana de hojarasca de Isla Mocha, de la región del Biobío.

Felipe Rabanal, herpetólogo de la Universidad Austral de Chile y miembro de la Asociación Red Chilena de Herpetología (Rech) está empeñado en que los chilenos conozcan y cuiden a estos anfibios tanto como los chinos lo hacen con sus pandas. Y está trabajando para eso en un programa con fondos internacionales.

Se trata del proyecto "Alianza por la Zero Extinción (AZE): Mantenimiento de los sitios más irremplazables de la Tierra para la biodiversidad amenazada". Es multinacional, del Fondo Global para el Medioambiente (GEF) y además de Chile involucra la protección de especies de Brasil y Madagascar. En Chile, la contraparte científica del proyecto es la Asociación Red de Herpetólogos de Chile, que a través de una corporación sin fines de lucro será coejecutora del proyecto. Este proyecto incluye el aporte de fondos GEF de aproximadamente 235 mil dólares. Mientras que el Ministerio del Medio Ambiente y Conaf Biobío se suman con 150 mil dólares.

Felipe Rabanal destacó que "lo que busca la Alianza por la Zero Extinción (AZE) son aquellos lugares donde habitan especies que tienen características únicas, y que están al borde o en peligro de extinción. Chile, Madagascar y Brasil son los primeros países en los que se va a trabajar con anfibios que habitan en un punto particular y en ninguna otra parte del mundo".

Especies frágiles

¿Cómo son los anfibios de Los Ríos que el proyecto persigue proteger? La rana verde de Mehuín (Insuetophrynus acarpicus) es el anfibio número 24 en el listado de las cien especies más amenazadas del mundo según EDGE; además es considerada "En peligro y rara" por el Reglamento de Clasificación de Especies (RCE) de Chile y en peligro crítico de extinción según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza UICN. Vive en pequeños arroyos fríos, de corriente constante, de la Cordillera de la Costa, entre las localidades de Queule y Chan Chan. Es casi exclusivamente acuática, se oculta durante el día bajo la piedra laja que se encuentra dentro del lecho del arroyo y sale de su escondite durante la noche, pero jamás abandona el agua. Mide unos 55 milímetros de longitud y su color varía de un verde oliváceo a un café oscuro. En períodos de reproducción es púrpura oscuro.

Felipe Rabanal explicó que "esta especie no sale del arroyo, nunca la vas a ver caminando por el bosque. Si estos esteros llegaran a ser intervenidos, esas poblaciones pueden desaparecer. Por ejemplo, si se le cambia el cauce al arroyo para llevar agua a una casa o para dar de beber a los animales, las ranitas se mueren. Muchas veces estos arroyos están protegidos por vegetación, si hay plantaciones de pino cerca y son cortadas, eso puede hacer que el estero se embanque producto del sedimento y los renacuajos mueran. Cualquier intervención del hombre, e incluso el pisoteo de las vacas, puede ser una amenaza".

La rana de hojarasca de Mehuín (Eupsophus migueli) vive en zonas boscosas y húmedas, con abundante vegetación y cuerpos de agua cercanos. Mide unos 47 milímetros de longitud y su coloración es grisácea con grandes manchas marmóreas. Los machos emiten cantos similares a los sonidos que hacen los cachorros de perro, por lo que algunos lugareños conocen a esta especie como "perritos". "En la época reproductiva los machos van en busca de lugares muy húmedos y cavan pequeñas madrigueras llenas de agua. En ese lugar canta y llama a la hembra. Ella coloca los huevos y se va, el macho es quien queda al cuidado de los renacuajos. Eso los hace especialmente vulnerables, cualquier cosa que puede suceder en ese lugar puede provocarles un daño. Por ejemplo, la contaminación del lugar o el pisoteo de las vacas", dijo Rabanal.

Cómo protegerlas

El herpetólogo Felipe Rabanal explicó que para protegerlas será necesario trabajar con las comunidades que viven cerca de ellas. "Por una parte los biólogos tienen que cuantificar y medir los impactos, pero también otros especialistas, como antropólogos, tendrán que explicar y hacer consciencia sobre la importancia de estas especies, básicamente educación ambiental a colegios, comunidades indígenas. Hay que llegar a la gente y concientizarla", aseguró. "Hay que pensar que no solo hay que evitar hacer daño a las ranitas. Estos puntos especiales y conservados también pueden convertirse en un punto de atracción turística. Conservar no significa ir en desmedro de la calidad de vida de las personas, no podemos causar problemas sociales. Lo que queremos es trabajar pensando en los animales por sobre todo, pero también buscar soluciones concretas para no perjudicar a las personas", agregó. También hay medidas concretas, como colocar cercos para impedir el ingreso de animales.

Ese trabajo, en un principio, se desarrollará durante tres años. Las actividades ya comenzaron con un taller birregional que fue ejecutado en el Biobío. Luego de él, la seremi de Medio Ambiente de Los Ríos, Carla Peña, explicó que "se trabajará colaborativamente con las comunidades indígenas presentes en el territorio, fortaleciendo su trabajo con propósitos de conservación.

"Lo que busca la Alianza por la Zero Extinción (AZE) son aquellos lugares donde habitan especies que tienen características únicas y que están al borde o en peligro de extinción".

Felipe Rabanal Herpetólogo Uach"

Rana de hojarasca de Isla Mocha

Otra de las especies que forma parte de este proyecto es la rana de hojarasca de Isla Mocha (Eupsophus insularis). Solo vive en la Isla Mocha, al oeste de la costa de la provincia de Arauco, en la región del Biobío. Su tamaño es mediano -mide aproximadamente 41 milímetros de longitud- y su coloración dorsal es café con manchas amarillentas de forma y distribución irregular. Vive en zonas boscosas, puede ser encontrada entre la hojarasca húmeda, bajo troncos y rocas. En la Isla Mocha los lugareños la llaman "Clavelito". Actualmente esta especie está clasificada como "En peligro y rara" por el Reglamento de Clasificación de 'Especies (RCE).

Datos

Herpetología

La herpetología es la disciplina de las ciencias biológicas que se dedica al estudio de anfibios y reptiles.

Red Chilena

La Asociación Red Chilena de Herpetología (RECh) reúne a especialistas nacionales de distintas áreas de las ciencias con el fin de intercambiar experiencias, generar discusión, proyectos, y facilitar el flujo de información sobre los anfibios y reptiles.

Entidades involucradas

La agencia facilitadora del proyecto de protección de los anfibios es el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) y tiene como socios estratégicos a Birdlife International, American Bird Concervancy (ABC) y la Alianza Zero Extinción (AZE).

Taller

Fue realizado un taller birregional en el que se reunieron autoridades de medioambiente, además de representantes de agencias internacionales de conservación y expertos.


Dictarán charla sobre el potencial del mar como generador de energía

Durante un nuevo encuentro "ConCiencia, tardes de cultura, cerveza y conversación", Gonzalo Tampier, representante del Centro de Excelencia Meric (Marine Energy Research and Innovation Center) y académico de la Facultad de Ciencias de la Ingeniería de la Universidad Austral de Chile, dictará una charla sobre la energía del mar y su potencial en Chile.

En esta actividad -que se desarrollará hoy a las 19 horas en Patio Bar, ubicado en Esmeralda 686- el expositor hablará sobre el potencial de energías renovables que tiene el país en el mar, pero que paradójicamente no ha sido explotado.

Se referirá particularmente a la energía de las corrientes mareales (mareomotriz) y a la generada por las olas (undimotriz). Gonzalo Tampier es ingeniero naval de la Universidad Austral de Chile y doctor en Ciencias de la Ingeniería, titulado de la Universidad Técnica de Berlín. Actualmente es el encargado del Laboratorio de Experiencias Hidrodinámicas (Canal de Pruebas) del Instituto de Ciencias Navales y Marítimas de la Uach. El académico se encuentra realizando investigación sobre energías marinas a través de proyectos I+D.

Encuentros

Los encuentros "ConCiencia, tardes de cultura, cerveza y conversación" son realizados por la Facultad de Ciencias de la Universidad Austral de Chile, a través de su unidad de Vinculación con el Medio. Tienen como objetivo acercar la ciencia a la comunidad local, por lo que la invitación es abierta al público. En estos encuentros es posible intervenir, comentar y consultar en cualquier momento al expositor.

La organizadora del evento, Carla Christie, aseguró que "como Facultad de Ciencias creamos este espacio de comunicación para acercar la investigación científica y la comunidad. Queremos aportar a la cultura ciudadana y dar el espacio para que se genere una interacción más directa, llevando el conocimiento al centro de la ciudad, además de pasar un buen momento".

Para considerar

La charla será realizada hoy, a las 19 horas, en Patio Bar, ubicado en calle Esmeralda 686.

Es abierta a todo público, la idea es que quienes participen puedan intervenir y realizar sus consultas en cualquier momento.

Forma parte de un ciclo de conferencias organizadas por la Facultad de Ciencias de la Universidad Austral.

3 años es el tiempo en el cual el equipo -conformado por científicos y antropólogos- trabajará en el proyecto. Sin embargo, éste puede extenderse.

3 países son parte de este proyecto, cada uno con sus propias especies para proteger. Se trata de Chile, Brasil y Madagascar. Se trabaja por primera vez con anfibios.

235 mil dólares aportará el Fondo Global para el Medioambiente, para la realización de este proyecto. También aportarán el Ministerio de Medio Ambiente y Conaf Biobío.