La importancia del término del invierno en el ánimo
CUIDADO. El cambio de estación trae sensaciones muy positivas en las personas; sin embargo hay que tener cuidado con las depresiones y angustias crónicas.
Para la mayoría el término del invierno significa el final de una época dura, con poca luminosidad, mucha lluvia y frío, frecuentes enfermedades, disminución de las actividades al aire libre, entre otras.
Por tal motivo, el secretario de Estudios de Psicología de la Universidad San Sebastián, Jonathan Duarte, sostiene que el término de esta estación es algo positivo para muchas personas.
"La llegada de la primavera nos sienta tan bien porque recuperamos la esperanza y el deseo de mayor actividad. Es tan importante este cambio que existen varios dichos populares que versan sobre ello "pasar agosto", "cumplí xx primaveras", "en primavera florece el amor", entre otros. Para nadie es un misterio y mucho menos para los adultos mayores que el término del invierno es una época de celebración, además tenemos nuestras fiestas patrias, es la época de la siembra, volvemos al horario de verano, con la consiguiente percepción de que el día es más largo y que nos rinde más la jornada", sostiene el académico.
Aunque recalca que no todo es positivo en este cambio de estación, porque por ejemplo en primavera se producen importantes oscilaciones térmicas, aumento de los alérgenos ambientales, cambios en los estados de ánimo, ajustes de los ritmos biológicos, etc. Lo que puede traducirse en enfermedades respiratorias como infecciones o alergias, emocionalidad depresiva, insomnio o somnolencia, aumento o disminución de los apetitos.
"El invierno puede afectar muy seriamente a los adultos mayores, especialmente cuando presentan alguna patología crónica o están presentando algún cuadro agudo. También es muy delicado cuando poseen algún trastorno psicológico como depresiones y cuadros de angustia, demencias. Es sabido que durante la primavera es cuando más muertes por suicidio se producen, y esto no considera los intentos ni la ideación, lo que es especialmente cierto en esta población en la que se ha visto un importante incremento de estas conductas, sobretodo en varones sobre 75 años", reflexiona el psicólogo.
Durante esta misma época, para la gran mayoría nace el amor, se celebra en compañía de los seres queridos, para muchos adultos mayores implica confrontarse con la soledad y el abandono, con la pobreza y la exclusión social, las enfermedades y dolores crónicos, pérdida de la autonomía y disminución de las habilidades cognitivas. Factores determinantes a la hora de explicarse la fragilidad de esta población, que se hace más presente en este período.
Duarte sostiene que como país nos enfrentamos a un peligroso escenario, creciente población de adultos mayores, un sistema de pensiones en crisis, un sistema de salud que muy lentamente se está adaptando a sus necesidades, un organismo estatal que poco a poco intenta acercarse a conocerlos. "Existe un aumento de la expectativa de vida, pero también con muchos problemas de salud como las enfermedades crónicas no transmisibles, sedentarismo, importantes problemas de salud mental en la población joven. Lo que implicará una adultez mayor muy demandante de servicios de apoyo. Este escenario que ya se visualiza y no se aprecia que se revierta, podría significar una gran crisis social en la cual todos nos veremos involucrados", dijo.
Y agrega que "desde un punto menos pesimista, todos podemos colaborar para que nuestros adultos mayores puedan disfrutar de las bondades que este cambio de estación nos provee".