Actividades que permiten prevención de enfermedades
ESPECIALISTA. La kinesióloga Carol Saldías dice que la vejez involucra una visión positiva y holística de esa etapa de la vida, que es una de las más importantes.
En el mundo, la proporción de personas que tienen 60 años y más está creciendo con más rapidez que ningún otro grupo etario. Este incremento plantea distintos desafíos de salud y sociosanitarios, que han dado lugar al desarrollo de intervenciones de promoción para frenar las enfermedades y promover el bienestar de las personas que están en proceso de envejecimiento.
Al respecto, la docente de Kinesiología de la Universidad San Sebastián sede Valdivia, Carol Saldías, sostiene que a fines de los '90 se comienza a hablar de un nuevo enfoque del proceso de longevidad. "Según la Organización Mundial de la Salud (OMS, 1998), el Envejecimiento Activo es el proceso de optimización de las oportunidades de salud, participación y seguridad con el fin de mejorar la calidad de vida, a medida que las personas envejecen. Este concepto capta una visión positiva y holística del envejecimiento y la refuerza como una aspiración individual y como una meta política aplicable igualmente a individuos y a sociedades", recalca la académica.
Y afirma que se busca que las personas que envejecen activamente aprovechen cualquier ocasión para adquirir y mantener la salud: ocupaciones significativas, relaciones sociales, nuevas habilidades, conocimiento, etc. "A nivel personal, estos recursos acumulados a través del curso de la vida se transforman en las bases para un bienestar físico, mental y social", explica Saldías.
Salud
La especialista en envejecimiento activo sostiene que la salud es reconocida universalmente como requisito indispensable para la calidad de vida, pero no sólo se necesita de una buena salud para ser activos y o estar en plenitud.
"La capacidad de participar en todas las esferas de la actividad -trabajo, juego, amor, amistad, cultura- depende en gran medida de la salud física, mental y social. El adulto mayor no pierde la capacidad de aprendizaje, el cual es un recurso renovable que mejora la capacidad de permanecer saludable y de adquirir y actualizar conocimientos y habilidades, que permitan mantener las capacidades y asegurar la seguridad personal", asevera.
Y agrega que cuanto más saludable y con más conocimientos se encuentre una persona en cualquier momento de su vida, mayores son sus posibilidades de participación plena en la sociedad.
"La salud y el conocimiento son, por lo tanto, factores clave para el empoderamiento y la participación social", sostiene. Además, recalca que el envejecimiento activo es un proceso continuo. "Cuanto antes se empiezan a optimizar las oportunidades para la salud, aprendizaje a lo largo de la vida y participación, más oportunidad habrá de disfrutar una vejez con calidad de vida. Ahora bien, en el caso de que la persona enfrente situaciones no normativas; es decir, eventos o sucesos no esperables dentro de su ciclo vital. Según el paradigma de envejecimiento activo, cada adulto mayor debe desarrollar el máximo poder de resiliencia posible", dice.
"Esto quiere decir que se buscará que la persona posea la capacidad de poder adaptarse, superar o crecer desde los desafíos que debe enfrentar en el transcurso de la vida", concluye Saldías.