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El proyecto y su importancia

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Victoria Gatica Villegas

Una nueva hipótesis científica fue resuelta por un equipo de investigadores de la Universidad Austral de Chile, liderados por el geólogo Mario Pino. Tras el hallazgo de una cornamenta de 50 centímetros, perteneciente a un ciervo denominado Antifer, que habitó la zona de Pilauco, en Osorno, hace 14.600 años, se comprobó que los animales se mueven a pesar de las barreras físicas, por lo que el sur del país se conectó con la zona central y permitió el tránsito de distintas especies.

Mario Pino -actualmente director de la escuela de geología de la Uach- es internacionalmente conocido por sus descubrimientos, como el de restos humanos en el sitio de Monte Verde, cerca de Puerto Montt, que se estima tienen 12.500 años de antigüedad y que desecha la teoría Clovis de la primera llegada humana en América. A eso, se le suma el hallazgo de un gonfoterio en 2007, en Pilauco Bajo, y otras investigaciones.

Nuevo hallazgo

¿Cuál es la relación de Antifer con la zona sur, si en 1984 la especie más sureña que encontraron fue en Tagua Tagua?

-No nos falta ninguna especie del norte, con Antifer no nos falta ninguna, lo que es muy interesante, porque hasta ahora lo que teníamos, los gonfoterios, los caballos y el milodón, son animales más bien de raíces sureñas patagónicas o argentinas y esas conexiones con Argentina están probadas, que hay pasos hacia ese país por la cordillera, sobre todo en Chiloé continental que siempre estuvieron abiertas, a pesar del hielo.

¿Y la importancia de esas conexiones?

-Lo interesante de Antifer a mi juicio, es que prueba una conexión con Chile central, que de alguna manera los animales se mueven hasta este lugar a pesar de que hay una barrera física. En Loncoche hay un macizo montañoso que corta el valle central, que une la cordillera de la costa con la cordillera de Los Andes, ese es una barrera geográfica, de hecho para nosotros ese es el límite de la patagonia, la nor patagonia llega hasta ahí. De alguna manera, los Antifer pasaron.

¿Cuál es la importancia de Pilauco y su relación con la Uach?

-En Pilauco se ha formado mucha gente, de hecho en este momento, la casa de Río Cachapoal 159 fue cedida en comodato por la Municipalidad de Osorno a la Uach y el decano de la Facultad de Ciencias hizo una resolución, nombrando a Pilauco como un laboratorio periférico de la facultad. Yo hice los tramites para que eso sucediera, porque en Pilauco se forman nuestros estudiantes, hacen practicas profesionales los geólogos y los licenciados en ciencia, además de estudiantes de otras universidades de Chile y los de magister en paleontología.

¿Por qué hay ese interés tan profundo en el sitio?

-Se aprovecha la situación natural del sitio y su riqueza arqueológica y paleontológica para hacer lo que se dice hoy en día, con esa palabra tan fea y que no me gusta, que es formar capital humano, formar a nuestros pares, a nuestros colegas.

El proyecto de MÁFIL

Además de Pilauco, qué otros proyectos tienen para la región

-Acabamos de recibir la aprobación del proyecto FIC 16-01. Yo le propuse al Consejo Regional que buscáramos un sitio en Los Ríos, cosa que nunca se ha hecho, porque los sitios siempre han aparecido por casualidad, pensando que la región no tiene un sitio de esta antigüedad y lo aprobaron, entonces escogimos la comuna de Máfil por razones socioeconómicas y geológicas, porque es una comuna que está en desmedro con respecto al resto de otras comunas, en términos de desarrollo y demografía y porque estos estudios paleontológicos son la base para el desarrollo de turismo de interés especial y para la educación patrimonial de niños y jóvenes.

¿Qué trabajos van a realizar en Máfil?

-Durante un año vamos a prospectar un sitio y como herramienta, vamos a usar el paisaje que existe en Pilauco, que es clave para que el sitio esté ahí: hay una colina, un humedal y un río y el sitio esta en el humedal, entre el río y la colina. Ese paisaje se repite en muchas zonas de Máfil. Afortunadamente tengo mucha gente para trabajar, porque los estudiantes de geología pueden hacer prácticas. Entonces, tengo mucha mano de obra.

¿Cómo lo van a llevar a cabo?

- Primero vamos a perforar con herramientas manuales y si las capas que encontramos en la perforación son las adecuadas, con un equipo que se llama geo radar, del profesor Galo Valdebenito, de la Facultad de Ciencias de la Ingeniería, vamos a prospectar sin tocar, para ver si hay huesos y si los vemos en el perfil del geo radar, vamos a hacer excavaciones con obreros que vamos a entrenar, con pala y picota hasta llegar a los yacimientos. Ese es el plan a un año, que teóricamente vamos a comenzar el 1 de diciembre de 2016.

¿Qué podrían encontrar?

-Voy a confiar en mi suerte. Yo tengo mucha suerte que podemos encontrar algo interesante en Máfil. Podríamos encontrar gonfoterios, caballos, ojalá herramientas de piedra humana al lado, plantas y madera fosilizada. Vamos a utilizar todo el conocimiento que tenemos de Pilauco para aplicarlo en la región de Los Ríos.

El proyecto Paleomáfil 26-01, correspondiente al Fondo de Innovación para la Competitividad 2016 (Fic), está a cargo de la Universidad Austral de Chile y fue financiado con $69.868.000. En 2008, se encontraron en el río Collilelfu, en el sector de El Trébol, en Los Lagos, piezas molares de una mandíbula de 50 centímetros de diámetro de un gonfoterio -especie emparentada con mamuts y mastodontes- considerada familia de los elefantes, que se extinguió hace más de 12.500 años.