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23° FICValdivia: el festival de cine y las causas sociales

Los organizadores del certamen realizaron un buen balance tras siete días de exhibiciones. La versión 2017 será entre el 9 y el 15 de octubre.
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En septiembre Pepa San Martín ganó el premio Horizontes Latinos en el Festival de San Sebastián por su película "Rara". Y el sábado en la noche, se quedó con el premio del público en la categoría de Largometraje Chileno en el 23° FICValdivia. Recibió un Pudú y dijo: "No más violencia, cortémosla con el odio en las redes sociales". Sus palabras fueron el eco de un discurso generalizado, sobre tolerancia e inclusión, que este año marco al certamen local, que como nunca antes, manifestó públicamente su adhesión a diversas causas sociales.

La primera de ellas fue al inicio. En la inauguración del lunes 10 y con la presencia de la Presidenta Michelle Bachelet fueron mostrados carteles con el mensaje "Ni una menos", en relación a detener la violencia física y sicológica contra la mujer. En tanto, en el cierre la consigna fue "#HogarDelPudú", un hashtag creado para viralizar la campaña de protección del bosque antiguo valdiviano por la construcción de una central eólica en la zona. Asimismo, la ceremonia comenzó con la presentación musical del trío Sortilegio y la Machi Paola Aroca Cayunao, que se encargaron de reforzar el mensaje de protección ambiental.

La defensa de los derechos ciudadanos también marcó la entrega de los premios. El director del festival, Raúl Camargo y la actriz Blanca Lewin, animaron la jornada y se encargaron de invitar a la ciudadanía a participar en las marchas contra las AFP (ver pág 10).

Discusión

Durante una semana, el FICValdivia mostró varias facetas. Lo lúdico, fue con la sección Nocturama y la película "Train to Busan"; y lo político, con el ciclo Voces, en el que participaron profesionales de distintas áreas que llegaron para reflexionar sobre temas como educación o plurinacionalidad.

"El festival ha ido adquiriendo un tono o un perfil mucho más político al momento de ver que hay una serie de situaciones en el país que están en agenda, pero invisibilizadas por los medios tradicionales o que requieren de una conversación que sea abierta al público. Este año establecimos esta especie de mandato de poner como centro de este certamen la discusión sobre la sociedad, lo que indudablemente no implicó escoger las películas en base a ello", explica Camargo.

Los temas

Sumado a la posición oficial del festival de acoger y respaldar diversas demandas de la comunidad local y nacional. La fiesta del cine valdiviana también se volvió un espacio para el discurso de los cineastas ganadores que hablaron más allá de sus películas. Al recibir el Pudú como mejor película en la competencia de Largometraje Chile, Claudia Huaiquimilla, lamento las muertes de niños del Sename y la discriminación. "Ni un niño menos del Sename y ni un niño mapuche menos que deba seguir avergonzándose por su piel morena. No tenemos que sentir vergüenza de nuestro ritmo pausado, ni tampoco hay que tener miedo de levantar la voz para defender nuestro territorio".

En la misma categoría, "El diablo es magnífico" logró un premio especial. La cinta de Nicolás Videla habla de Manu, un transexual chileno que regresa al país, aburrido de la hostilidad y violencia de Francia. Sebastián González, productor del filme, dijo: "Es necesario recordar que vivimos en un país y en un mundo bastante violento. A muchas compañeras lo pasan muy terribles, siempre hay noticias de femicidios. Creemos que son cosas que se deben visibilizar, pero también es necesario que todos sepan que hay un mundo que cambiar".

Incluso Salomé Jashi, ganadora del Pudú en la categoría de Largometraje Internacional por "The dazzling light of sunset", se mostró simpatizante de las causas chilenas. "Vengo de un país lejano (Georgia, Europa del Este), pero me doy cuenta que compartimos los mismos problemas. Estamos juntos en esto y debemos seguir en la lucha".

A juicio de Camargo, cada discurso fue el reflejo de un cine hecho en concordancia con una realidad en problemas. "Las propias manifestaciones de los cineastas tienen que ver con que también estas personas de distintas edades, son consientes de que están insertos en una sociedad que hay que mejorar y por ende no es un cine que se esté realizado a espaldas de ese proceso. Eso nos parece fundamental, esta necesidad de búsqueda del otro y de plantear temas más allá de las propias inquietudes personales, íntimas y subjetivas, que son totalmente valorables, pero que en ciertos momentos tienen que ser combinadas con un espacio de reflexión colectiva"", indicó el director del Festival Internacional de Cine de Valdivia.

balance del certamen

Por Daniel Navarrete Alvear

daniel.navarrete@australvaldivia.cl

La defensa del territorio y los derechos ciudadanos marcaron el lado social del certamen que duró una semana.