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Cultura Móvil llegó a Puquiñe abriendo espacios para relevar historia y actores locales

DESARROLLO. Iniciativa del Consejo Regional de la Cultura y las Artes realizó su cuarta jornada.
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Cultura Móvil completó su cuarta jornada del año, llegando a la localidad de Puquiñe, en la comuna de Lanco. La iniciativa del Consejo Regional de la Cultura y las Artes, ejecutada a través de su programa Acceso Regional, llevó hasta la escuela del sector una programación que incluyó actividades de recuperación de memoria e historia, con participación de actores relevantes del propio territorio, muestras artísticas y un taller para niños, entre otros.

"Las jornadas de Cultura Móvil rescatan el acceso, el componente territorial, el cohesionar el tejido social con lo cultural. No es solo un trabajo que va y viene, sino que obedece a un proceso comunitario, porque aquí están presentes gente de la escuela, apoderados, dirigentes de algunas comunidades, lo que lleva a reforzar este componente que es social, cultural, comunitario", señaló la directora regional de Cultura, Lorenna Saldías, quien estuvo a cargo de inaugurar la jornada junto al director del establecimiento educacional, Daniel Vivanco.

Además, con el objetivo de rescatar elementos de la historia del sector, el profesor Jorge Manquepillán recorrió aspectos de la creación de la escuela rural de Puquiñe, fundada sobre los terrenos donados por Francisco Calfuleo y Fernanda Pucci, mostrando el primer libro de actas en que consta la decisión y los aportes de un grupo de habitantes de la comunidad por contar con una escuela.

Estudiantes de Puerto Montt y Dalcahue ganaron el concurso nacional de de bandas escolares

CAMPEONATO. Se realizó en el estadio del Parque Municipal y contó con la participación de grupos de La Araucanía, Los Ríos y Los Lagos.
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Las bandas de Dalcahue y el Liceo de Hombres Manuel Montt de Puerto Montt se alzaron con los primeros lugares del Segundo Concurso Nacional de Bandas de Guerra "Sones marciales en Los Ríos", organizado por el Liceo Rector Armando Robles de Valdivia.

La competición, realizada en el Parque Municipal, contó con la colaboración de la Municipalidad de Valdiva, el Centro de Padres del Liceo Armando Robles, Universidad San Sebastián, Universidad Austral, Junaeb y Electromúsica.

Durante una jornada completa, poco más de 300 estudiantes de diferentes ciudades del país mostraron su categoría en un concurso que busca posicionares en la zona sur.

Premiados

En la categoría de Enseñanza Básica, el primer lugar lo ocupó la Banda Escolar de Dalcahue; en el segundo quedó la Banda Sol María Oliva, de Puerto Varas); y en el tercer puesto quedó la Banda Gregorio Sánchez, de La Unión. Después quedaron la banda de la Escuela España (Valdivia) y el Colegio Martín Alonqueo de General López (Vilcún).

En cambio, en la categoría de Enseñanza Media se proclamó ganador el Liceo de Hombres Manuel Montt, de Puerto Montt; en segundo lugar quedó el Liceo Isidora Zegers, de Puerto Montt; en el tercero quedó el Liceo Industrial (La Union); en el cuarto puesto se ubicó el el Colegio Teniente Merino (Valdivia) y en el quinto el Instituto Salesiano (Valdivia).

Juan Radrigán: el penúltimo abanderado

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U. Austral

Ha dejado de respirar el cuerpo de un alguien llamado Juan Radrigán. Fue el penúltimo abanderado de los pobres de la tierra. Su obra permanecerá, como perdura la de dos grandes desposeídos que escribieron, desde un origen común, de la desvalida condición de otros muchos. Me refiero a Antonio Acevedo Hernández y Alfonso Alcalde. Ellos tres ejercieron su oficio escritural dando voces a los marginados seres humanos de nuestra sociedad. Y lo hicieron sin concesiones, sin paternalismo, sin culpas. Mostraron su miseria y sus dolores, pero también a sus personajes bañados, sin excepción, con una luz de esperanza y de nobleza.

La voz de Radrigán empieza a oírse a mediados de los setenta, en momentos en que el teatro chileno comprende que ha sobrevivido a las peores adversidades de su historia y comienza a alzar su voz con misiones absolutamente necesarias para la sociedad: dar voz a los que no la tienen, recomponer el tejido social, fomentar la solidaridad, denunciar los atropellos de la dictadura, discutir líneas de acción política y rescatar el ideario democrático. De esta manera el teatro vive -contra la creencia generalizada- una de sus mejores épocas. Cada función se ha vuelto un rito de comunión entre público y actores.

Pocos saben que el estreno teatral de Radrigán se realiza en Valdivia. El loco y la triste, la primera y una de sus más célebres obras, fue dirigida por el poeta y teatrista Jorge Torres el año 1978, si mal no recuerdo, contando con las actuaciones de Ethelvina Ruiz y Marcelo Lillo.

El cambio histórico de fines de los ochenta, trae un paréntesis en la obra del dramaturgo. Es un receso breve. Comprendiendo que el poder y sus abusos siguen en las mismas manos, su voz vuelve a alzarse con fuerza contra la superchería y el enmascaramiento de la llamada transición democrática. Su público sigue siéndole fiel y otros, más jóvenes, se suman a sus seguidores. El Encuentramiento y Amores de cantina son dos de sus aclamados estrenos de esta época.

El cuerpo de Juan Radrigán, el poeta dramático de los pobres, ha vuelto a la tierra.

Dr. Roberto Matamala Instituto de Lingüistica y Literatura