Julius Holt sabe que se quitó una tremenda carga de encima. El pasado viernes llegó a su final la causa judicial en su contra, que comenzó en 2014, cuando fue denunciado por el delito de violación.
Y es que el destacado basquetbolista del CEB Puerto Montt decidió entregar sus impresiones a partir del momento en que es absuelto en el juicio en Santiago. Un proceso complejo que vivió como un duelo, pero reconociendo que hoy ha vuelto a renacer en una nueva etapa, en la que se dedicará a seguir con su máxima pasión que es el básquetbol.
-¿Qué sensación sentiste cuando se dio el veredicto en el tribunal?
- Claramente de felicidad, por la resolución a la que se llegó, ver que mi familia y los más cercanos lloraban por la emoción. Llevaba mucho tiempo, una carga, una mochila de algo que no hiciste; siempre dije que era inocente, en un medio que yo tildo de 'chaquetero', que intentaba sacar sus conclusiones o juicios sin esperar la resolución final. Me saqué un peso gigante, ya no tengo que andar explicándole en la calle uno por uno lo que sucedió.
- ¿En quién pensaste en ese preciso instante?
- Es un estado en que me sentí en shock, como que no lo asimilaba, pensando en que esta pesadilla por fin había concluido. Luego tuve la oportunidad de estar con la familia, amigos y allí me di cuenta que todo esto había llegado a su fin. Es un proceso muy difícil que jamás pensé vivir.
- ¿A qué te aferraste en todo este tiempo?.
-Soy muy creyente en Dios, incluso varias noches lo retaba (se ríe) diciéndole que por qué me haces pasar por esto, y el básquetbol, que me hizo fuerte y fue una coraza que me ayudaban para encarar esto, y claramente, a la familia y a los más cercanos que me dieron su apoyo y al grupo de personas que siempre creyó en mí.
- ¿Se te pasó por la cabeza que la resolución podía haber sido desfavorable?
- Sí. Cuando estás en una situación, sabes que la balanza registra un 50/50, porque dependen de lo que digan tres jueces. Ellos no me conocen y no tienen idea del tipo de persona que soy. Pero, a pesar de ello, siempre pensaba muy positivo, sabiendo que esta pesadilla, había estado en la cárcel; entonces creía que esto debía terminar y eso se concretó el viernes 14 de octubre.
- ¿Estás preparado para enfrentar un eventual segundo juicio, de prosperar una apelación?
- Estamos hablando de especulaciones, son mis abogados (Luis Contreras y Rodrigo Castro). Son cosas que no han pasado y lo que nos preocupa sólo es el primer fallo.
- ¿Qué sucede si es que te encontraras cara a cara con C.A.?
- Sí, me he encontrado con ella, un día en un gimnasio. Yo le contaba a El Mercurio, "sabes yo ni siquiera tengo rencor, no podría vivir con rencor". Y ahí quiero ser bien preciso, especialmente ante su madre, ya que ella debe saber que me hizo mucho daño, porque ellos sí saben de la verdad.
- Volviendo a lo anterior, ¿cómo enfrentaste esta carga?
- Lo enfrenté como hombre, o sea, creo que nunca di la espalda, siempre estuve de frente, hay tres involucrados y ahí estuve, con una coraza, con la tranquilidad de saber que estaba diciendo la verdad y probando mi inocencia.
- También tienes tribuna para agradecer a los que estuvieron contigo.
- Bueno, al club (CEB Puerto Montt) porque sentí que para ellos no era fácil saber que debía ausentarme, que debía ir a firmar, a preparar el juicio. Ellos jamás me dieron la espalda y han sido un apoyo para estar tranquilo en lo laboral y también a las miles de personas que estuvieron conmigo, porque no es fácil confiar en alguien que sale en la TV como un violador, ya que todos asumen que eres culpable.