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ENTREVISTA. carlos soto, dirigente remero:

"El club Arturo Prat es una familia y los chicos al entrar se sienten parte de ella"

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Hasta hace cuatro años, Carlos Soto no estaba ligado a nada que tuviese que ver con el deporte. Fue cuando uno de sus hijos empezó a practicar boga, que se sumó como apoderado del Club de Remeros Arturo Prat y comprobó desde cerca el estilo de vida de los bogadores, cómo entrenan, cómo se alimentan y cómo se privan de algunas cosas que para otros son de la vida diaria.

Actualmente, Soto es el presidente del club que hace poco logró el tricampeonato nacional en el certamen que se disputó en San Pedro de la Paz. Su directiva la integran el tesorero Pedro Echeverría, la secretaria Claudia Cepeda y los directores Eduardo Keller, Manuel Romo y Alfonso Greco.

El dirigente tiene claro que el éxito se debe al trabajo técnico que está a cargo de Cristian Gómez, Felipe Recart, Patricio Barrera y Matías Pugín. Sin embargo, hay tareas pendientes, sobre todo en el equipamiento de un club que cuenta con poco espacio para entrenar y hacer su vida diaria y que cuenta con tres y hasta cuatro turnos en el verano, para que sus casi 110 remeros no se estorben en sus respectivos quehaceres.

¿Qué ha significado para el club lograr el campeonato nacional de remo tres veces seguidas?

-Es histórico, porque es primera vez como club que obtenemos un tricampeonato. Obviamente que detrás de eso hay planificación, hay trabajo y sobre todo mucho sacrificio de los chicos. Este deporte no es como otros, donde se puede trabajar días antes y obtener buenos resultados. Aquí se trabaja los 365 días del año, independiente de las condiciones climáticas. Por eso, para los chicos es motivo de mucho orgullo lograr el bicampeonato.

¿Es mérito de esta generación de remeros en particular?

-Venimos de un pasado cercano, donde tuvimos muchos nombres, no sólo en nuestro club sino que en todo el remo valdiviano, como Soraya Jadue, Miguel Cerda, Christian Yantani, María José Orellana y varios que pusieron el nombre de Valdivia en la retina del país. Hoy día estamos con generaciones de recambio, estamos formando los futuros seleccionados nacionales y tenemos un Plan 2018, donde tenemos en Valdivia a varias figuras emergentes, entre ellos Christopher Ojeda y Josefina Toledo, chicos muy jóvenes de 15 años, una camada de deportistas del club que pretendemos proyectar a nivel nacional e internacional. Ellos tienen un umbral insospechado y sólo el tiempo y el trabajo dirán hasta dónde pueden llegar.

¿Cómo se consigue el éxito deportivo con tan poco material y poco espacio físico en el club?

-Solamente con ingenio y con algo muy propio que tiene el club -y que me encantó cuando llegué- que es el tesón y el orgullo. Evidentemente, las condiciones tanto de infraestructura como equipamiento y nuestra realidad como club y como Valdivia distan mucho de lo que es y hace Concepción. Ellos son un ejemplo de lo que nosotros deberíamos seguir. Concepción tiene la oportunidad de contar con varios clubes funcionando, con varios deportistas destacados, con buena infraestructura y cantidad de embarcaciones, lo que permite hacer una labor más planificada y detallada en el tiempo. Nosotros somos el club que cuenta con la mayor cantidad de remeros en Chile, pero tenemos escasez de botes y materiales, pero afortunadamente lo hemos ido mejorando en el tiempo y contamos con algunas cosas que nos permiten hacer menos difícil el trabajo. No puedo dejar pasar que para este Nacional contamos con la ayuda del director regional del IND, Ernesto Villarroel, quien nos prestó botes del CAR. La mitad de la flota que llevamos al Nacional era del CAR. Nos ayudó de manera importante a lograr este tricampeonato.

¿Qué espera de las autoridades del deporte?

-Como ciudad, no tenemos una visión de lo que es Valdivia y su río, no es lo central. Desde el punto de vista deportivo, Valdivia debería tener una política que oriente a dos deportes fundamentales para mi gusto, que son el básquetbol y el remo y en esas áreas debemos desarrollarnos. No digo que los otros deportes no se practiquen, pero ¿dónde ponemos nuestras fichas para diferenciarnos como ciudad deportivamente hablando? Es ahí donde se necesita el compromiso de la empresa privada, que vea ésto como una oportunidad de crecer como ciudad.

¿Quién apoya y solventa al club?

-Hasta ahora, no hemos tenido ayuda de la empresa privada, pero sí nuestra ayuda fundamental son los padres y apoderados de los remeros y el club se mueve con ese apoyo. El financiamiento lo obtenemos del local comercial que está al lado del club y que ahora será un gimnasio. Eso nos permite manejarnos con los costos básicos y del personal. Evidentemente, los padres no son el principal apoyo financiero, pero sí son soporte para las actividades del club, para generar esa familia que es fundamental y nos hace diferentes a otros clubes. El club Arturo Prat es una familia y los chicos al entrar se sienten parte de ella. Uno se siente acogido y por eso se construye todo como familia.

¿Qué desafíos se plantea el campeón?

-En el ámbito deportivo, seguir manteniéndonos en la elite del remo chileno e intentar campeonar cada vez que participemos en un evento deportivo. Eso no es fácil, porque todos van a querer desbancarnos. En el ámbito dirigencial, nos gustaría consolidar el club administrativa y financieramente. Para eso estamos trabajando con la asociación y las instituciones de gobierno, para poder generar los recursos que nos permitan ampliar y mejorar las condiciones de infraestructura que tenemos en el club y albergar de mejor forma a nuestros deportistas. Nosotros hemos hecho mejoras en el tiempo, pero no son las condiciones que requiere un deportista para desarrollarse.

¿Han pensado en salir del actual terreno y buscar otro más amplio y cómodo?

-Es una idea que ha dado vueltas en el club. Sé que por otro lado, hay visiones de los socios más antiguos que no son muy cercanos a esa idea, pero habría que analizarlo en su momento. La ubicación del club ya está ligada en estos 128 años de historia a la calle General Lagos y los Barrios Bajos y la mirada que tenemos como directiva es que al menos en Valdivia, los chicos de bajos recursos todavía pueden practicar el remo. Pero, cada vez se van profesionalizando más los clubes, con equipamiento para mejorar las perfomances deportivas de sus remeros. Igual nos imaginamos cómo sería si tuviéramos un gimnasio amplio y remoergómetros y botes en cantidades suficientes.

Un club con tradición

El Club de Remeros Arturo Prat cumplirá 128 años de existencia el próximo 3 de noviembre. Fue fundado en 1888 por un grupo de trabajadores del sector General Lagos, que le dieron el nombre del héroe de la Guerra del Pacífico. Hace unos días, los dirigentes le cumplieron a los deportistas y celebraron el tricampeonato con un asado al interior de sus dependencias. Carlos Soto no tiene dudas al enfatizar que "el remo está ligado a Valdivia en el desarrollo como ciudad".

"Hemos logrado ordenar el club y de alguna forma ir lento, pero avanzando en el equipamiento y con algunas mejoras". "Como ciudad, no tenemos una visión de lo que es Valdivia y su río, no es lo central".

Carlos Soto, Presidente del club Arturo Prat"

remeros pertenecen al Club Arturo Prat y de ellos, 35 pertenecen a la etapa de escuela de remo. 110

categorías ganaron los pratinos en el pasado Nacional de Remo: la juvenil y la adulta. 2

años tiene el club, desde su creación el 3 de noviembre de 1888 y es el segundo más antiguo de la ciudad. 128