
Importancia de actividad física
David Ergas
Jefe de Carrera Preparador Físico
Santo Tomás
La práctica regular de actividad física en conjunto con buenos hábitos alimenticios mejora la salud y calidad de vida de las personas, permitiendo evitar o retardar la manifestación de enfermedades cardiovasculares, así como la diabetes tipo 2, la osteoporosis, el cáncer de colon y complicaciones asociados al sobrepeso y obesidad. Sin embargo, los beneficios van mucho más allá de la prevención de enfermedades.
Un estilo de vida activo mejora el estado de ánimo y la autoestima, estimula la agilidad mental, alivia la depresión, facilita el tratamiento del estrés y aumenta la interacción e integración social.
La Organización Mundial de la Salud define la actividad física como "todos los movimientos que forman parte de la vida diaria, incluyendo el trabajo, la recreación, el ejercicio y las actividades deportivas. Se puede decir además que es cualquier movimiento corporal intencional, que produce un gasto de energía adicional al organismo. En una palabra significa Movimiento". En realidad, es un término amplio que abarca iniciativas que varían en intensidad, desde subir las escaleras regularmente, bailar y caminar, hasta correr, montar bicicleta y practicar deportes.
Asimismo, no requiere ser ardua para resultar beneficiosa. Para un adulto mayor promedio, 30 minutos de intensidad moderada, dos a tres veces por semana, será suficiente para obtener beneficios de salud. Es más, esos 30 minutos pueden acumularse durante el transcurso del día en episodios pequeños de actividad o ejercicio. No es necesario practicar deportes vigorosos, pertenecer a un gimnasio costoso o adquirir un equipo especial para lograr resultados positivos.
Por lo tanto, una actividad física moderada puede acomodarse a la rutina cotidiana, y ser incorporada de diferentes, como tratar de aumentar la intensidad de sus tareas domésticas y participar de actividades deportivas: ¡baile y diviértase!.
Una vida de esfuerzo familiar
Úrsula Agüero Rojas nació en Máfil el 19 de enero de 1947, es hija de una dueña de casa y un jornalero, el cual falleció cuando ella tenía once años. Sólo tuvo educación básica "porque n había dinero para poder continuar. Mi mamá enviudó y trabajó mucho para poder mantenernos. Ella se casó de nuevo solamente cuando mi hermano y yo teníamos nuestras propias familias", relata.
úrsula agüero Rojas: una empresaria identificada con máfil
TRABAJO. La tesorera de la agrupación Atardecer, habla de su vida como modista, artesana y ahora como dueña de un aserradero.
Hace tres años que Úrsula Agúero Rojas, mafileña de nacimiento y de corazón, se hizo cargo del aserradero que formó su marido -ya fallecido- en 1969.
"Me casé a los 19 años con Sebastián Gastón Lara Escobar. Fue en 1966. Tuvimos dos hijos. El primero, cuando yo tenía 21 años", recuerda.
"Mi esposo fue una persona muy trabajadora y de esfuerzo. Gracias al aserradero pudimos salir adelante como familia y criar a mis hijos", asegura.
¿Qué hacen ahora sus hijos?
-Mi hijo trabaja en el Ejército. Está destinado en Riñihue y mi hija es licenciada en Ciencias Biológicas y trabaja en el Instituto de Ciencia y Tecnología de los Alimentos (Icytal) de la Uach. Tengo cuatro nietos, la mayor de ellos entró a estudiar Derecho en Arica.
En lo laboral, ¿qué se hace en un aserradero?
-En el aserradero se troza la madera y se corta de los largos que necesitan los clientes. son cuatro personas y de ellos, dos son adultos mayores, quienes ya deberían estar jubilados, pero quieren seguir trabajando.
Antes de dedicarse al aserradero, ¿trabajaba en casa o tenía alguna labor en la empresa?
-Yo era dueña de casa, pero tomé un curso de corte y confección y me dedicaba a eso. Luego, hice distintos cursos de tejido.
¿Cómo era trabajar en corte y confección?
-Yo hacía vestuario femenino. Las clientas me iban a dejar una revista y yo hacía lo que decían.
¿Pertenece a alguna agrupación del Adulto Mayor?
-Sí, soy tesorera de la agrupación "Atardecer" de Máfil.
¿Cómo llegó usted a ese grupo?
-Nosotros tenemos ya seis años desde que lo creamos. Lo que pasa es que teníamos un grupo de manualidades. Con el grupo contratamos una señora que venía desde Valdivia a hacernos clases.
La primera de ellas fue de pintura en género y después de que terminó el curso, le hicimos una despedida y lo pasamos tan bien que quedamos de juntarnos una vez al mes y ahora somos 11 de ese grupo original y dijimos que cuando tuviéramos la edad de jubilación, armaríamos un grupo. Y así lo hicimos.
¿Es un grupo sólo de mujeres entonces?
-No, porque después integramos a los maridos y a algunas amigas más.
¿Cómo es la organización de las reuniones?
-Nos seguimos juntando una vez al mes, con una cuota para cada uno de los socios. Porque así podemos pagar el lugar de reunión, ya que no tenemos sede propia. Celebramos todas las fiestas importantes y de hecho hace poco elegimos una reina. Ahora en diciembre tendremos la fiesta de Navidad y la estamos organizando.
¿Se han ganado algún proyecto de Senama o de la Municipalidad?
-Sí, nos hemos ganado algunos proyectos para viajar con el grupo.
¿Hasta cuándo usted será tesorera?
-Hasta el próximo año. De hecho, yo heredé el puesto de mi marido. Cuando él falleció yo me hice cargo y me reeligieron.
¿Qué es lo que le gusta de participar de una agrupación de adulto mayor?
-Que uno se distrae y cultiva la amistad con las amigas, conoce gente nueva.
El año pasado por ejemplo en una reunión, fueron personas de Corral y de Valdivia.
Analizando todo lo que ha vivido, ¿no le habría gustado vivir en otro lado, haber viajado más?
-No me gustaría vivir en otra ciudad. Es que me crié acá en Máfil y ya formé mi vida, tengo mi casa, mis cosas, mi espacio. Quiero mucho a Máfil.