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La importancia de un envejecimiento activo

ESTUDIO. El experto en Terapia Ocupacional de la USS analiza cambio en el concepto de la vejez.
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La esperanza de vida es un indicador que ha crecido en Chile de forma sostenida desde mediados del siglo XX. Hoy día, según la OMS (2012), es de 77 años para los hombres y de 82 para las mujeres, para el año 2020 aumentará a 77,4 y 82,2 años, respectivamente. Debido a este incremento se propone una Política Integral de Envejecimiento Positivo para el periodo 2012- 2025, buscando futuros adultos mayores más autovalentes e integrados a distintos ámbitos de la sociedad.

Al respecto, el académico de Terapia Ocupacional de la U. San Sebastián, Eduardo Gatica Cereceda, sostiene que prepararse para un envejecimiento activo es la principal herramienta para afrontar una vejez saludable y explica que con ello los adultos mayores, "logran adaptarse mejor al proceso de vejez y aceptar los cambios que este produce".

"El envejecimiento activo depende de condiciones contextuales y personales, que incluyen aspectos socio-económicos, culturales, ambientales, sanitarios y factores individuales y de comportamiento", aclara Gatica.

Cambio de paradigma

Según la encuesta Casen de 2013, la población de adultos mayores de Chile alcanza los dos millones 885 mil 157 personas, un 16,7% del total de habitantes del país.

Esta realidad requiere de un nuevo paradigma del envejecimiento; concepto que evoluciona desde el envejecimiento saludable (OMS 1990) a envejecimiento activo (OMS 2002). El primero de estos paradigmas se centra solo en la condición de salud, mientras que el actual modelo integra, además, la participación social y comunitaria.

Prepararse

A modo de conclusión, el académico afirma que las políticas sociales y los esfuerzos personales deben apuntar a prepararse para el periodo entre la jubilación y la muerte, haciendo de esta una época de ocupación activa, significativa y provechosa del tiempo.

"En esta etapa de la vida las personas pueden dedicar más tiempo a sus hobbies y ocupaciones favoritas, postergadas por la vida laboral y las obligaciones. Los adultos mayores deben organizar su tiempo libre con ocupaciones que posean sentido, significado y propósito para ellos. Así logran aprovechar y disfrutar los años de vejez, con una mayor calidad de vida para ellos y sus familias", afirma.

Y asegura que la ocupación es fundamental para este proceso y su ausencia o interrupción amenaza la adaptación al envejecimiento.

"Asimismo, cuando la irrupción de enfermedad, trauma o condiciones sociales desfavorables afectan la salud, el retomar ocupaciones significativas permite reorganizar factores biológicos, psicológicos y conductuales protectores", concluye.

"El envejecimiento activo depende de condiciones contextuales y personales, que incluyen aspectos socieconómicos, culturales...."

Eduardo Gatica, Terapia Ocupacional de la, Universidad San Sebastián"

Explican por qué personas delgadas pueden sufrir diabetes tipo 2

INVESTIGACIÓN. La excesiva producción de ceramidas está relacionada con el aumento de riesgo de contraer enfermedades metabólicas.
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Carolina Collins

El desarrollo de la diabetes tipo 2, que es aquella que se produce por la resistencia a la insulina y falta relativa de esa hormona, está más asociada a los problemas de sobrepeso y la obesidad, ambos relacionados con los hábitos de las personas.

La falta de ejercicio y seguir una mala alimentación, están entre los principales factores de riesgo para desarrollar esta enfermedad que en el mundo afecta a unas 380 millones de personas.

Y las previsiones no son auspiciosas. Tal como van las cosas hasta ahora, se espera que la prevalencia global de la diabetes tipo 2 se duplique en las próximas dos décadas.

Pero a pesar de que la enfermedad se asocia a las personas que sufren exceso de peso, existen personas obesas que no la desarrollan y que mantienen una buena salud; y por el contrario, hay casos de personas delgadas que terminan sufriendo de diabetes tipo 2.

¿Diabetes en flacos?

De ahí que un grupo de investigadores de la Escuela de Salud de la Universidad de Utah en Salt Lake City (EE.UU.), se propusiera responder a la pregunta: ¿Cómo es posible que personas delgadas desarrollen ese mal?

Así fue que los científicos llegaron a la conclusión de que el peso corporal no necesariamente es determinante en ese sentido, y sí sería de mayor importancia la acumulación de un tipo de metabolitos tóxicos de origen lipídico denominados "ceramidas".

Scott Summers, coautor de esta investigación que fue publicada en la revista de divulgación "Cell Metabolism", explicó que "las ceramidas influyen en la forma en la que el organismo maneja los nutrientes. Y es que las ceramidas dañan la manera en que el cuerpo responde a la insulina y cómo quema las calorías".

Efecto ceramidas

La investigación se propuso, de esta manera, descubrir qué hacen realmente las ceramidas, que se originan en algunas personas que en vez de almacenar el exceso de ácidos grasos en forma de triglicéridos o quemados para producir energía, los terminan convirtiendo en otro tipo de lípidos o grasas: las ceramidas.

El estudio se encontró que la acumulación de ceramidas provoca que el tejido adiposo no funcione adecuadamente, lo que deriva en que las grasas se dispersan por los vasos sanguíneos, dañando el corazón y otros tejidos.

Pruebas con ratones

Para eso, los científicos llenaron de ceramidas cultivos de adipocitos humanos y también ratones, que finalmente terminaron convirtiéndose en insulino resistentes y a la vez, disminuyendo su capacidad para quemar las calorías.

Como resultado, los ratones terminaron con un mayor riesgo de desarrollar diabetes y también "hígado graso".

Por el contrario, aquellos ratones con los niveles más bajos de ceramidas estaban más protegidos de la insulinorresitencia, que es considerado uno de los primeros pasos hacia la diabetes.

Los autores resumieron su estudio explicando que "nuestros hallazgos indican que los niveles elevados de ceramidas podrían incrementar el riesgo de diabetes, mientras que los niveles bajos podrían proteger frente al desarrollo de la enfermedad".

"Esto podría indicar que algunas personas son más propensas que otras a convertir las calorías en ceramidas. Así, los resultados sugieren que algunas personas delgadas desarrollarán diabetes o hígado graso en caso de que ocurra algo que, como sería su genética, provoque la acumulación de ceramidas", concluyó Bhagirath Chaurasia, director de la investigación.

Menor obesidad, más diabetes

Los resultados de este estudio se condicen con la realidad que viven países asiáticos donde, pese a tener una tasa menor de obesidad que EE.UU., tienen una prevalencia mayor de diabetes tipo 2. La investigación propone disminuir la producción de ceramidas para evitar la diabetes tipo 2. "Al bloquear la producción de ceramidas podríamos ser capaces de prevenir el desarrollo de la diabetes tipo 2 o de otras enfermedades metabólicas", dijo Bhagirath Chaurasia.

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