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Para un paciente diabético

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La alimentación saludable es un aspecto básico en el cuidado de la salud y conducta del paciente diabético, por su efecto beneficioso en el control metabólico, presión arterial, nivel de lípidos, peso corporal y el bienestar general. Por ello, en la Guía Clínica Diabetes Mellitus Tipo 2 del Ministerio de Salud se entregan las siguientes recomendaciones: Consuma una dieta basada principalmente en verduras, frutas, cereales y leguminosas.

Evite el consumo excesivo de grasas y aceites, especialmente las grasas saturadas.

Consuma de preferencia productos lácteos descremados, aves sin piel y carnes magras.

Aumente el consumo de pescado a un mínimo de dos veces por semana.

Modere el consumo de vísceras, yema de huevo y frituras.

Mantenga una ingesta calórica que guarde relación con el gasto energético. Si tiene sobrepeso u obesidad, aumente la actividad física y reduzca el consumo de alimentos de alto contenido calórico.

Disminuya el consumo de alimentos procesados y aquellos con alto contenido de sodio. Reduzca la cantidad de sal que utiliza en la preparación de los alimentos y elimine el salero de la mesa.

Si consume alcohol, beba con moderación, máximo dos tragos en cada ocasión.

Realice actividad física de intensidad moderada la mayoría de los días de la semana, al menos durante 30 minutos cada vez.