Encuesta Adimark
A propósito de los resultados dados a conocer por la reciente encuesta Adimark, se ha vuelto a colocar en el centro la discusión la efectividad de este tipo de estudios para aportar de mejor forma a la comprensión de la actual coyuntura política en el país.
Más que los resultados -que no analizaremos aquí-, la gran pregunta es si este tipo de estudios pueden aportar información relevante, en un contexto de incertidumbre, respecto del tema presidencial como el que se observa en el país.
¿Por qué hablamos de un escenario presidencial líquido? Básicamente porque las variables ya no se comportan de la misma manera o con la lógica que lo hacían hasta ahora. Estas variables, esos comportamientos o la forma como la gente actúa, piensa o desea ya no son las mismas, porque hay otras que se incorporaron y están actuando inesperadamente sobre los resultados.
En virtud de lo anterior, los análisis de tendencia no logran captar adecuadamente lo que está pasando en la realidad, por que estos se basan en comportamientos normales, en acciones predecibles. En los escenarios de incertidumbre, las conductas son altamente impredecibles, de allí que la capacidad de predicción sea inversamente proporcional a la estabilidad del ambiente.
Lo que parece estar ocurriendo es que las encuestas terminan convirtiendo las percepciones en realidad y los medios y analistas reproducimos dichas percepciones.
Este 2016 hemos visto demasiados ejemplos de errores y parece que no hemos aprendido mucho. Primero el Brexit, luego Colombia y, últimamente, la elecciones norteamericanas, parecen confirmar esta tendencia.
Tal parece que solo escuchamos lo que queremos oír. Los analistas nos hemos acostumbrado a trabajar con lo racional, a seguir las encuestas, a no salir de nuestra zona de confort. Lo cierto es que no podemos seguir pensando que es la realidad la que se equivoca. El desafío es tratar de leer mejor la realidad. Y a lo mejor necesitamos cambiar la manera en que lo hacemos.
Marco Moreno Decano Fac. CS. Pol. U. Central
Salud
Decimos "salud", cuando alguien estornuda, porque según nos cuenta la historia fue durante el período del Papa Gregorio I (540-604) en que se desató una peste y, como forma de lucha contra ésta, Gregorio I mandó a orar. Las personas que estornudaban gritaban "salud", lo que cumplía la función de oración pero también señalaba al posible infectado. En inglés se dice "God bless you" (Dios lo bendiga). Si alguien trata de contener un estornudo se puede romper un vaso sanguíneo en la cabeza o en el cuello y morir, al igual que si estornuda muy fuerte, puede llegar a fracturarse una costilla, dicen los especialistas. Es imposible estornudar con los ojos abiertos porque cuando el aire va desde los pulmones hasta la nariz puede aumentar la presión ocular y desplazar un poco los ojos haciéndoles daño. ¡Sabiduría del cuerpo humano!
Mauricio Pilleux Dresdner mpilleux@telsur.cl
Ley de Pesca
Con ocasión de las interesantes exposiciones efectuadas ante la Comisión de Constitución de la Cámara de Diputados, en el marco de la tramitación del Proyecto de Ley que busca la nulidad de la ley 20.657 que modificó la Ley General de Pesca y Acuicultura, surgen posturas y legítimas interrogantes que enriquecen la discusión, y que son necesarias tener presentes pues inciden en aspectos de fondo que nos atañen a todos, sin distinción.
Todos volcados a resolver la siguiente pregunta: ¿Procede en nuestro ordenamiento la nulidad legislativa? Argumentos en uno y otro sentido se han otorgado, sosteniendo el Gobierno su improcedencia, y otros la necesidad de aplicar la sanción a un acto legislativo con evidentes muestras de corrupción. En esta lógica, estimamos que más allá de las posturas, es un debate que es necesario sostener, pues no resulta lógico pretender que nuestro ordenamiento no contempla remedio alguno ante vicios de tal entidad. No es admisible sostener que nuestra Constitución Política avala el fraude y los efectos del mismo, y que ante una ley totalmente tramitada al alero del dolo, la simulación y la corrupción, nada podamos hacer como sociedad, salvo derogar. La derogación no es una sanción al acto legislativo viciado, es una forma de extinguir la ley pero validando a la misma y a sus efectos, otorgando licitud a los "derechos" que emanaron de un engaño.
Pablo Manríquez Díaz Asesor jurídico Fedepes
Liderazgo deportivo
Con ocasión del lamentable conflicto que en la actualidad aqueja a una de las instituciones deportivas más tradicionales y prestigiosas del concierto local, se hace aconsejable aclarar algunos conceptos como el de liderazgo y señalar que lo deseable es que en el deporte amateur deba siempre regir el liderazgo democrático: el que se lleva a cabo mediante una persona, la cual toma en cuenta la participación de los demás miembros que conforman determinada organización, acepta las ideas y las críticas, además de fomentar el trabajo en equipo.
Cipriano Burgos Valdés Ex dirigente remero