Ley sobre inmigrantes
La discusión sobre un proyecto de Ley de Inmigración que modifique la actualmente vigente, que data de 1975, debería haberse enmarcado en posturas serias. Pero eso no se produjo. Por el contrario, quedó un sabor amargo de una pugna confusa liderada por personeros del amplio espectro político.
La encuesta Cadem dio a conocer que un 85% de los consultados creía que los inmigrantes que cometen delitos en el país debían ser expulsados, luego, algunos de los numerosos aspirantes a la primera magistratura, plantearon la estrecha relación entre inmigrantes y delincuencia, lo que obligó al Presidente de la Excma. Corte Suprema de Justicia, Hugo Dolmestch, a entrar en el debate, aclarando que la expulsión de un inmigrante sorprendido cometiendo un delito es abiertamente inconstitucional y vulnera, entre otros, los principios del debido proceso y presunción de inocencia. Más tarde, el presidente de un partido político de oposición recordó que el 2013, en el gobierno de Sebastián Piñera se había presentado en el Congreso un proyecto de ley de migración.
Posteriormente, la vocera de gobierno explicó que desde el 2014 el gobierno.
Pero recientemente la misma vocera informó que no hay una fecha específica del envío del proyecto de ley al Congreso, agregando que se encuentra en un Comité Interministerial en su última etapa y que luego se tomará la decisión de presentarlo al Parlamento.
La verdad, no importa que esperemos algún tiempo. Chile carece de una política migratoria definida y dicha política no la resuelve una ley; se requiere además un esfuerzo conjunto y prolongado de todo el país para tratar de cumplir la célebre profecía de Malraux, que "el siglo veintiuno será cultural, o no será".
Mario Sepúlveda Académico Derecho. U. Central
Tráfico de seres humanos
La esclavitud del siglo XXI entendida como la explotación sexual y laboral, se ha convertido, junto con el terrorismo, en uno de los problemas más importantes que amenazan la estabilidad de las sociedades.
La experiencia internacional nos dice que las medidas de control no logran el efecto deseado: la reducción del número de migrantes. La respuesta a estos controles ha sido la proliferación de redes transnacionales de tráfico de seres humanos y una modificación de las rutas tradicionales por otras menos seguras. Caso claro en Chile el de los Funcionarios del Departamento de Extranjería y Migración que fueron acusados de formar una red de corrupción con cargos por tráfico ilícito de migrantes, entre otros. El tráfico de seres humanos en Chile no es algo ajeno, recorddemos los casos denunciados de "poetas Chinas"y "Esposas Rusas".
Un informe de trata de personas, firmado por el secretario de Estado de EE.UU., John Kerry, publicado en junio de 2016, sitúa a Chile en el "Nivel 1", la clasificación indica que "el gobierno reconoció la existencia de la trata de personas, ha hecho esfuerzos para abordar el problema, y cumple con las normas mínimas". En él se denuncian burdeles en ciudades pequeñas.
Stephen Soto Consejero Nacional Evópoli
Migración y oportunismo
La movilidad humana es una de las características de las sociedades actuales y -así lo muestran los datos- todo indica que se incrementará en los próximos años. Chile no está al margen de este proceso, pero los y las migrantes no representan más del 2,8% del total de población, mientras que en Argentina y Venezuela son poco más del 4% y en Uruguay están muy cerca de esa cifra. Ni hablar de Estados Unidos o Canadá, países donde la migración corresponde a más del 15% de sus habitantes.
Pese a lo importante que es, el tema ha sido abordado con cierto oportunismo político, que contribuye a la instalación del miedo al otro. Lejos queda la posibilidad de discutir en serio sobre la modificación a la actual legislación, que además de restrictiva entra en abierto conflicto con las convenciones que en materia de derechos humanos Chile ha ratificado; o plantear el aporte económico que generan los y las extranjeros, ni menos mostrar el aporte cultural que hacen y la riqueza que supone para todos nosotros vincularnos con una diversidad que de una vez por todas nos aleje de la absurda idea de homogeneidad, que tanto mal nos ha hecho.
Prof. Rolando Poblete Doctor en Antropología Social
Menú saludable para fiestas
Para quienes temen subir de peso en estas fechas existen alternativas de menú considerando ingredientes más gourmet de lo habitual pero saludables. Por ejemplo, entrada: Espárragos a la limoneta o vinagreta (sin mayonesa); plato de fondo: Pollo rellenos con verduras ( horneado) con papas al romero (horneado); postre: Ensalada de frutas de la estación como frutillas, cerezas, arándanos, damasco y piña.
En cuanto al bebestible de celebración, si hubiese que elegir alguno es preferible el espumante o cerveza, que son los que contienen menos calorías dentro de los licores y destilados.
Claudia Rojas Académica Nutrición U. AB