Movimiento de Solidaridad con Cuba continúa trabajo tras muerte de Fidel Castro
EN LOS RÍOS. Marisol Molina es la coordinadora en la región de la agrupación. Como representante del movimiento viajó a la isla para despedir al líder político.
Durante nueve días Marisol Molina estuvo en Cuba para despedir los restos de Fidel Castro. Es coordinadora en Los Ríos del Movimiento Chileno de Solidaridad con Cuba y fue encomendada por el Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos (ICAP) -entidad que la recibió en ese país- para recopilar en un libro las fotografías registradas y los saludos recibidos en homenaje al fallecido líder político.
Tras la muerte de Castro la labor del movimiento continúa y en Valdivia el 28 de enero celebrarán el natalicio número 174 del político, pensador y creador del Partido Revolucionario Cubano, José Martí. En la oportunidad realizarán una conferencia a la cual está invitado como expositor Luis Bocaz, académico de la Universidad Austral de Chile, y poetas locales quienes declamarán poesía martiana. "Esta actividad está inspirada en la marcha de las antorchas (tradicional homenaje cubano a Martí) que parte desde las escalinatas de la Universidad de La Habana", explicó.
En tanto, contó que a nivel nacional la agrupación que integra "sigue trabajando activamente, el 22 de enero más de 40 compañeros parten a los trabajos voluntarios al pueblo de Caimito, al campamento Julio Antonio Mella, que en 1972 fue fundado por el líder histórico de la revolución y recibe durante toda la época del año a brigadistas que van a realizar trabajo voluntario y a conocer la realidad cubana".
Experiencia en cuba
Junto a otras tres personas, Marisol Molina integró la delegación oficial del Movimiento Chileno de Solidaridad con Cuba que asistió a la despedida de Castro. El 30 de noviembre llegó a Holguín, ciudad ubicada al oriente de la isla, donde esperó la caravana que provenía desde La Habana hacia Santiago de Cuba. "En Holguín, durante las horas previas al paso de Fidel aprovechamos de hacer nuestro trabajo de solidaridad, tuvimos reuniones con el delegado provincial de cultura y los organizadores de las Romerías de Mayo, uno de los eventos culturales más importantes de Cuba, porque queremos llevar una delegación de artistas chilenos", contó.
Molina recordó que a su llegada se encontró con una Cuba silenciosa, "mucho recogimiento, no se veía ese jolgorio característico; cuando Fidel pasó por Holguín salió toda la gente a las calles desde tempranas horas; fui testigo de cómo se hermoseaban las calles para esperar el paso de la caravana".
Para Molina ese momento fue "sin precedentes, que nunca imaginé ver, la gente con sus banderas, con sus frentes rayadas con el mensaje 'Yo soy Fidel' (...) Nunca vi a Fidel personalmente, pero para mí ese momento fue muy emotivo, me pasaron demasiadas cosas emocionantes, en ese minuto no sabía si era real o no lo que estaba viviendo".
Contó que finalizado el paso de la caravana por Holguín la delegación se trasladó en bus a Santiago de Cuba, "nos tocó ver algo increíble, que un viaje que dura usualmente tres horas, demoró unas seis porque como había pasado ya Fidel, un tramo de 70 kilómetros estaba lleno de gente gritando, con las banderas, fue impresionante ver cómo se manifestaban".
Una vez en Santiago de Cuba, "fuimos privilegiados porque desde La Habana nos nominaron como invitados especiales, así que estuvimos en la tercera fila frente al lugar donde dieron los discursos", relató.