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Juan Pablo López: el ex banquero que buscará hacer reír en Viña del Mar

HUMOR. Ingeniero dio un giro hacia la comedia para superar su timidez. Hoy se alista con la ayuda de León Murillo.
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Carolina Collins

El humor de la próxima edición del Festival de Viña del Mar estará marcado por una alta presencia de nuevos rostros. A los más conocidos, Fabrizio Copano, Jajá Calderón y Chiqui Aguayo, que fue parte de "El Club de la Comedia" y "Minas al poder", se suman Mono Sánchez, Rodrigo Villegas y Juan Pablo López, quien será el encargado de hacer reír al público del "Monstruo" en la primera jornada.

Y a pesar de que tanto su nombre como sus rutinas serán nuevas , el comediante que aprendió sobre stand up comedy de dos triunfadores en la Quinta Vergara, Jorge Alís y León Murillo, asegura que no está nervioso y que lleva un buen rato preparándose.

Cuenta que el director del certamen viñamarino, Álex Hernández, ya lo conocía por las rutinas de stand up que suele mostrar en bares capitalinos y también porque fue uno de los libretistas que trabajó con León Murillo su rutina para el festival de 2015, además de haber estado en su "muela" en el oído durante la presentación.

Situación que hoy, cuando es él quien subirá al escenario de la Quinta Vergara, se ha dado vuelta. "Actualmente estoy trabajando con León Murillo, que me va a acompañar al festival", cuenta López.

Que lo llamaran para Viña "no fue una sorpresa porque me estaba preparando para el festival ya hace un año, porque habían algunas señales de que podía ir. Se estaba preguntando por mí, Álex le había pedido referencias a León Murillo sobre mi trabajo, a Rodrigo González y me había visto en bares", cuenta, "y también me había invitado al 'Club de la Comedia'".

Por eso, cuando le llegó la invitación de Hernández "yo le dije al tiro que sí, sin duda". "Todos soñamos con eso, entonces si te están ofreciendo 15 mil personas para presentar un show, es una oportunidad gigantesca", dice sin ponerse nervioso.

Un banquero chistoso

Pese a su confianza, López es relativamente nuevo en la comedia. Ingeniero de profesión, hasta hace dos años trabajaba en un banco, algo que hizo por 16 años hasta que se dio cuenta de que le gusta hacer reír.

"Empecé con este tema porque yo presentaba estadísticas en el banco y me daba vergüenza hacerlo desde el frente y pedí un taller de oratoria", cuenta. En ese taller lo llevaron a un restorant a ver un show de cuentos. Se entusiasmó y hace unos seis años empezó a escribir los suyos, sólo que agregándoles un toque de humor "y me di cuenta que me salía fácil".

Lo que vino después fue un taller de stand up comedy con León Murillo y Jorge Alís en 2013, experiencia que implicó su salida definitiva del banco. Y asegura que ahora es "mucho mejor, más feliz" y que "a diferencia de lo que pueda creer la gente vivo de esto, vivo súper bien".

-¿Como te sirvió trabajar de terno y corbata para hacer lo que haces ahora?

-En un 100%, si no hubiese pasado por ese trabajo no hubiese tenido hoy un punto de vista importante sobre mi material. Porque para escribir algo se necesita harto carrete, viviencias, harta calle, experiencias de vida. Cuando uno es pendejo no vive tantas cosas entonces ¿de qué hablas? Yo he tenido bastante experiencia laboral y de vida, que me ha servido para enfrentar un libreto.

-¿Qué te parece la decisión de la organización de incluir comediantes nuevos?

-A mí no me parece tan extraño porque siempre tiene que haber debutantes. Es evidente que ahora van standuperos, porque yo creo que la producción de esos comediantes es mucho mayor que la de cómicos tradicionales. Por eso yo creo que van más comediantes que humoristas.

-¿Cómo te estás preparando?

-Estoy probando mi rutina en algunos festivales masivos; por ejemplo, fui a Mejillones, al de los Muermos, en los bares también.

-¿Cómo sientes la noche que te tocó?

-Perfecta para mí porque si bien no la elegí, me la dieron, ahí se nota que el canal está trabajando por el bien del comediante. Me dieron una noche con público de mi edad, yo tengo 41, entonces los Fabulosos Cadillacs son de un público entre 30 y 40 años.

-¿Cómo describirías tu humor?

-Es un humor bien transversal pero bien sarcástico también. Si bien yo hablo de cosas cotidianas, hablo desde un punto de vista súper personal. Yo creo que eso diferencia a los comediantes: todos podemos hablar de los inmigrantes, de la religión, pero lo que nos diferencia es lo que cada uno piensa, y ese pensamiento tiene que ser único.