Apoyo para el deporte juvenil
Los exitosos torneos de básquetbol y fútbol disputados durante enero son tan positivos, que cabe preguntarse ¿por qué no replicarlos también para damas? Crear torneos deportivos femeninos juveniles con proyección, sería un buen aporte de una región que aspira a ser modelo.
Durante enero se efectuaron dos exitosos campeonatos deportivos juveniles en Valdivia: el tradicional "Mundialito" Sub 15 organizado por la Escuela de Fútbol de la Universidad Austral de Chile y la Copa de Básquetbol Juvenil Antonio Azurmendy (Sub 13; 15 y 17), llevada adelante por el Club Deportivo Valdivia (CDV).
Los dos eventos tienen trayectoria y prestigio y se han convertido en una verdadera tradición veraniega, que ayuda a posicionar a la región en el calendario anual de actividades, además de abrir espacios competitivos para las divisiones inferiores de ambos deportes, que no tienen muchas oportunidades de desarrollo en el país.
El apoyo que los torneos merecen debe ser mantenido en el tiempo, tanto por las autoridades, como por las entidades que administran fondos públicos, así también como por la comunidad, en cuanto a presencia de público y acogida a los participantes.
Las características positivas son múltiples y las razones para respaldar estas actividades abundan. Por lo mismo, cabe preguntarse ¿por qué algo tan bueno está orientado solamente a varones? Sería interesante plantear el desafío a la región de desarrollar eventos similares, pero para damas.
Abrir espacios para ellas ayudaría a reducir la brecha que hoy enfrentan las mujeres frente al deporte. Hay estudios internacionales que señalan que las niñas practican menos actividad física que sus pares varones en su tiempo libre y las cifras son más abultadas mientras más precaria es la situación económica de la familia (clem.press). Esto juega en contra de su salud y también refuerza el ciclo de escasa presencia de mujeres en los podios, que después se traduce en bajo apoyo económico para ellas. Si los deportistas en general luchan por financiamiento; para las deportistas es aún más complicado, porque sus logros -salvo excepciones- están invisibilizados.
Crear torneos femeninos juveniles con proyección, utilizando a los mencionados como ejemplo a seguir, sería un buen aporte de una región que aspira a ser modelo.