Para las trabajadoras de la agrupación de fomento productivo Portal Norte Cayumapu es de vital importancia el rescate de tradiciones y el cuidado del medio ambiente.

La presidenta es Cecilia Ester Núñez Angulo, quien explica que es un emprendimiento colectivo en el cual su foco es avanzar a procesos de producción agroecológicos y presentar los productos en lo que llaman días de campo.

¿Cuál es el enfoque de la agrupación?

La agrupación responde al rescate de tradiciones y al impacto en el territorio de la actividad forestal. Este escenario nos ha obligado a reformular algunas prácticas productivas. Como organización actualmente tenemos 13 socios, y nos organizamos el año 2002, dos años después obtuvimos la personalidad jurídica.

Somos bastante diversas en lo que hacemos, tenemos varios productores de hortalizas que tienen huerto e invernadero, algunos tienen árboles nativos, hierbas aromáticas. Hay personas que tejen con lana de oveja o sintética, que realizan telar, otros trabajan con el reciclaje, en el cultivo de árboles frutales para hacer mermeladas, conservas, pastas de ají, otra que se dedica a los cactus. Además ofrecemos gastronomía típica.

¿Cómo se gesta la Agrupación?

En 2002 dijimos organicemos, vamos a vender, limpiemos, armemos, pero después de eso cada uno para sus casas. No éramos una agrupación propiamente tal. Después dijimos hagamos un emprendimiento colectivo. Por ejemplo, estamos tratando de hacer los orejones que es la forma como secaban las manzanas antiguamente, arriba de los techos, pero ahora con la Forestal Valdivia, que riega sus pesticidas, no podemos hacerlo.

Entonces apostamos de forma comunitaria a tener secadores de frutas tapados. Hacemos varias cosas que antes se hacían tranquilamente y ahora ya no se puede tan fácilmente, porque la forestal está al frente y nos complica.

¿Cuál es el horario de funcionamiento?

Como agrupación funcionamos todo el año, pero en producir todo el invierno para que en verano podamos hacer la feria. Generalmente hacemos una feria al mes, desde octubre a febrero, todo dependerá del tiempo.

Una vez nos pasó que pensábamos que iba a llegar poca gente al "Día de Campo" y teníamos poca producción, al final se nos acabó la actividad muy temprano. Por eso la idea es producir para el verano. Tenemos también animalitos en una granja para que los niños se entretengan. Ya que no hay juegos plásticos y ese tipo de cosas, existen otras acciones que los pueden entretener y posibilitar un tema de educación.

Usted comentó sobre los días de campo, ¿en qué consisten?

Es una alternativa a las ferias normales, es un día festivo que se realiza en torno a las tradiciones del campo. Tenemos paseos a caballo, asado de cordero, tenemos nuestros productos a la venta en carpas. Toda la gente puede ir a comer tranquilamente, sentarse en el campo a orilla del río en sus mantas. Tenemos un entorno muy bonito, no tenemos nada plástico, no tenemos papas fritas, porque es todo en el entorno de la tierra y rescatando las tradiciones. La idea es abarcar a los turistas, por eso lo hacemos una vez al mes de octubre a febrero.

¿Cuáles son sus metas en 2017?

Actualmente estamos funcionando en un terreno de una de las sociedad de la agrupación, pero estamos pensando ya en comprar un terreno, porque pretendemos lograr funcionar todo el año. Al menos una vez al mes y luego ir evaluando cómo nos va más adelante. Queremos tener invernaderos y huertos comunitarios.

Director de Derecho

UST

A propósito de los graves incendios que han provocado pérdidas millonarias en diversas regiones de nuestro país, tanto por siniestros que afectan los bosques como por la destrucción casi completa de algunos poblados, es conveniente recordar la función del seguro y la labor de unos de sus principales actores, el liquidador.

El seguro tiene por objeto tomar algunos resguardos con el objeto de, que si ocurre algún siniestro, trasladar el riesgo a la compañía aseguradora y no sea el afectado quien en definitiva pierda sus bienes, sus inversiones, sus sueños, etc. El seguro no tiene por objeto que el asegurado obtenga alguna utilidad, sino más bien, volver la situación al estado anterior al de la ocurrencia de los hechos.

El tomar un seguro genera varias obligaciones para el asegurado: la máxima buena fe en la información entregada a la compañía, esencial para que el seguro responda y para que evalúe el riesgo y asuma su cobertura; el pago de la prima en las condiciones pactadas en la póliza, pero por sobre todo, el informarse adecuadamente del tipo de seguro; cual es el riesgo que cubre, cuales son las exclusiones, periodos de carencia, en caso de siniestro, cómo es la forma en que responderá la compañía, es decir, pagará el total de las pérdidas, una parte, considerará el valor de las cosas al momento de su aseguramiento o si aplicará una depreciación.

Toda esta información debe ser manejada adecuadamente por el asegurado a objeto de no tener sorpresas en el caso que ocurra el siniestro, es fundamental que se pueda contar con toda la información al momento de contratar el seguro: esta es la labor más importante de quien quiera tomar un seguro.

Ocurrido el siniestro, el ajuste del mismo, es decir, la determinación si es procedente que opere el seguro y en qué condiciones, es la labor del liquidador de seguros que habitualmente es una persona externa a la compañía.

José Miguel Salazar