Sebastián de vico: "no piensen que son viejos y que la vida se termina"
VITALIDIAD. Así ve la vida el conocido comerciante. Nació en Iquique en 1936 y sigue tan enérgico como hace 50 años.
Si hay un adulto mayor en Valdivia que tiene muchas historias que contar es Sebastián Juan Orlando de Vico Cerpa, el dueño de la reconocida distribuidora de repuestos Galaxia, ubicada en calle Arauco. Nació en Iquique el 7 de enero de 1936, es casado y tiene tres hijos y dos hijas.
A los 15 años de edad, Juan de Vico se inscribió en la Armada como aprendiz de marinero, porque no le gustaba el colegio. Luego, con el paso de los años terminaría sus estudios en Puerto Montt. Fue radiotelegrafista, comerciante viajero y empleado de Gildemeister en Río Bueno. En la misma comuna fue bombero de la Primera Compañía y luego -producto del cierre de Gildemeister- fue trasladado a Puerto Varas. Ahí continuó como bombero en la Segunda Compañía.
También fue subgerente general de la concesionaria Ford de Valdivia -ubicada en Picarte 660- que lo capacitó en Santiago.
Además se ha destacado como buzo, vivió la "fiebre del loco" y es dueño de la distribuidora de repuestos Galaxia. Ha realizado infinidad de cursos y se tituló de técnico en mecánica automotriz.
En su niñez fue criado por tíos, pero cuando su madre enfermó, Juan de Vico pidió su traslado en la Armada hacia Puerto Montt, para estar cerca de Río Bueno, que era donde vivía su madre. Ella enfermó de cáncer y pudo acompañarla durante sus dos últimos años de vida. Este hecho lo hizo pedir su licencia para dejar la Armada y empezar una nueva vida en la zona sur, alejado de los mares.
COMERCIANTE
¿Cuándo comenzó la vida cercana a los repuestos?
-Esto fue cuando llegué a Río Bueno, a trabajar como empleado de Gildemeister. Ahí comencé a aprender sobre los repuestos. Luego, cuando la sucursal cerró y me trasladaron a Puerto Varas, seguí conociendo más el rubro. Cuando fui marinero miraba los motores, pero nunca tuve un acercamiento mayor a ellos. Luego, cuando me vine a trabajar a Valdivia en la automotor IB de la concesionaria Ford, me capacitaron en Santiago sobre distintos repuestos y también de importaciones. Cuando me desligué de la compañía inicié el trabajo de vendedor de repuestos viajeros, recorrí gran parte del país y conocí gran parte de las concesionarias de Ford.
¿Cómo surge la creación de la distribuidora Galaxia?
-Vendiendo repuestos logré juntar mucho dinero y lo ocupé para invertir, ya que la plata perdía su valor rápidamente en los '70. Comencé con un negocio pequeño en el centro, fue un bazar que estaba en la calle Chacabuco y ahí vendíamos tarjetas, juguetes, cuadernos, pilas. De a poco fui agregando repuestos, los micreros pasaban, frenaban y pedían alguna cosa. Y así fueron ganando espacio los repuestos, tenía ampolletas. Durante este periodo seguía vendiendo repuestos como vendedor viajero y solo los viernes y sábados estaba en Valdivia. El negocio fue mejorando e instalamos una sucursal frente al obelisco, luego se creó el actual local y la proyección que tengo es que siga creciendo.
¿Qué otra pasión tiene en su vida?
-Yo me crié en Arica y cuando salíamos del colegio corríamos a la playa y al mar. Nos gustaba llegar a lo más profundo. Entonces no podía sumergirme mucho, porque me dolían los oídos. Tenía 7 u 8 años en ese momento. Me tenían prohibido ir. Solo nos metíamos con calzoncillos y luego nos secábamos para que no nos pillaran. Cuando fui marinero seguí vinculado al mar y conocí varios lugares del país. Por los años 1974 y 1975, luego de vivir en distintas ciudad fue cuando me acerqué de lleno al buceo y logré ser instructor y tener licencia.
"Lo peor que pueden hacer es quedarse de manos cruzadas. Invito a que los adultos mayores sean activos, que salgan".
Sebastián De Vico, Comerciante"
Mensaje para los mayores
"A los adultos mayores les digo que vivan la vida. Que no piensen que son viejos, que no piensen que la vida se termina, sino que está por delante. El compromiso con sus hijos ya está listo. Incluso a los que piensan en dejar alguna herencia a sus hijos, le digo que no, que no pienen en eso, que disfruten, que vivan. Disfruten lo que tienen, viajen, quieran más a su mujer. Hay que vivir la vida contento. Así incluso no se tienen enfermedades" .
Adulto mayor