Secciones

Vecinos denuncian riesgo por antigua casona abandonada en Barrios Bajos

ALCOHOL Y DROGAS. Reclaman que el añoso inmueble ha servido durante este último tiempo como alojamiento para grupos de sujetos que pernoctan y prenden fuego en su interior.
E-mail Compartir

Muy preocupados por el riesgo de incendio que implica una casona abandonada en su sector, se encuentran los vecinos de los Barrios Bajos de Valdivia.

La vivienda, similar a otras de estilo alemán que hay en la calle General Lagos, es muy antigua, se encuentra sin moradores y en un evidente estado de deterioro, con paredes rotas, ventanas y puertas forzadas. Además, es usada con frecuencia por grupos que pernoctan, encienden fuego y consumen alcohol en el lugar.

El presidente de la junta vecinal "Di Baggio", Marcelo Muñoz, dijo ayer que temen también un derrumbe, lo cual afectaría a los pobladores de Bueras, General Lagos y el pasaje El Canelo.

"Este es un problema que se arrastra hace años y que hemos denunciado en su oportunidad en todas las instancias relacionadas con el tema, pidiendo solución, pero sin una respuesta favorable", aseguró.

"Además está llena con restos de muebles viejos y cosas que dejan en su interior la gente que se mete a hacer fuego y pasar la noche. En cualquier momento, eso va a causar un incendio", asegura el dirigente vecinal.

Historia

La vivienda está ubicada en General Lagos 1748 y está construida sobre una superficie estimada de 900 metros cuadrados.

De acuerdo a los vecinos, está deshabitada hace 15 años, "a lo menos" y se ha ido deteriorando cada vez más.

Los pobladores más antiguos del sector recuerdan que era un bonito inmueble. "Yo tengo más de 75 años -dijo uno de los vecinos ayer- y esta casa está aquí desde que yo era niño. Al lado, cruzando el pasaje El Canelo, había otra similar que un día se incendió y fue restaurada, con otra forma".

Otros vecinos recuerdan que en la casona abandonada vivió "la señora Genoveva, que después se fue a Puerto Natales". También algunos agregan que "un señor de Futrono la compró después".

Nadie sabe con certeza a quién pertenece. Pero ayer estaba en el lugar una persona que realizaba algunas reparaciones y dijo -sin identificarse- que "ya se pidió ayuda en la municipalidad para demoler", sin entregar más detalles.

PIDEN SOLUCIóN

Los vecinos han escuchado muchas veces que habrá desarme, pero nunca ocurre.

Marcelo Muñoz agregó que han tenido que sacar plata de sus bolsillos, para pagar a alguien que vaya a desmalezar y también a colocar tablas, para evitar que extraños invadan el amplio recinto e incluso instalen verdaderos camping, como ocurrió este verano.

"La verdad es que nosotros queremos hoy que la autoridad se preocupe de nuestra situación, la comprenda y tome decisiones para que la casa deje de ser un peligro para nosotros. Cualquier día, alguien le va a prender fuego, con el consiguiente riesgo para el restos de las viviendas e incluso para el colegio Aliwén, que está al lado", dijo el presidente de la junta vecinal.

También problema con estacionamientos