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Investigadoras locales siguen las pistas de quien habría sido una de las primera fotógrafas del sur

HERENCIA. Frida B. de Boehmwald se especializó en retratos y a través de su trabajo también se puede acceder al Valdivia de principios del Siglo XX.
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¿Quiere tener usted un buen retrato? Este mensaje circuló en revistas en 1913 y es con el que Frida B. de Boehmwald promocionaba su trabajo como fotógrafa en Valdivia. Es también una de las pocas pistas que hay para seguir su carrera profesional como una de las primeras mujeres en el rubro en Chile y posiblemente, la primera en el sur.

Actualmente, algunas de las fotografías que tomó están conservadas en los archivos Ellynor Fehrenberg del centro cultural El Austral y de la Dirección Museológica de la Universidad Austral de Chile. Son retratos de la sociedad local de principios del Siglo XX y la huella que ahora sirve para tratar se reconstruir la vida y obra de la artista. Esto se hará a través de un proyecto financiado por el Fondart Regional, que encabeza la gestora cultural y licenciada en arte, Tanya Wagemann. En el equipo también están Bárbara Scheel como asistente de investigación y Mariana Matthews como colaboradora.

Las huellas

¿Por qué rescatar y entender el legado de Frida B. de Boehmwald? Wagemann, contesta: "Por ser pionera en la fotografía y porque a través de su cámara muestra la realidad de las mujeres artistas en Chile a inicios del siglo pasado. Es mujer y ese factor nos parece preponderante. Actualmente, sólo hay algunas de sus fotografías, pero casi nada de información relacionada a su biografía".

La profesional marcó presencia entre 1908 y 1930. Primero trabajando con Fernando Valck, en calle Libertad; y luego como independiente en su propio estudio en calle Yungay. Nació en 1886 y algunos textos indican que estudió Bellas Artes, dedicándose en un principio a la pintura y al engalanamiento de los telones de fondo usados en el estudio Valck.

"La mirada femenina está presente en su trabajo y también nos habla de los cánones a los que estaban sujetas las mujeres artistas en ese momento, como por ejemplo, la atribución de obras a padres, hermanos o maestros. Eran los hombres los que por lo general se quedaban con el crédito del trabajo", dice Wagemann. Y agrega que el proyecto igualmente busca reivindicar la figura de la retratista, ya que pese a su importancia, no ocupa un sitial como los de Rodolfo Knittel o Bruno Peruzzo en la historia. Además solo se le menciona de forma tangencial en investigaciones ligadas a la fotografía patrimonial, arte y género e historia del arte. "La tradición fotográfica de la ciudad es vasta, y la figura de Boehmwald nos presenta una nueva mirada de dicha tradición".

el proceso

La investigación sobre la fotógrafa está en curso. La base son las imágenes de los archivos locales algunas identificadas con el timbre de la autora, y otras desde las cuales se buscará deducir si es que son de su responsabilidad y están atribuidas a otras personas. Para ello, por ejemplo, hay elementos en consideración como el tipo de composición, la ambientación y el año en que fueron hechos los registros

Además, la idea es que la comunidad en general pueda sumarse a la investigación con textos o testimonios relacionados a la figura de Frida B. de Boehmwald. Los interesados en colaborar se puede contactar con Tanya Wagemann a través del correo fridaboehmwald@gmail.com. La invitación también es para facilitar con fotografías de colecciones privadas, que destaquen por características como telones y cartones decorativos art nouveau, con retratos de mujeres, niños y parejas. El material será digitalizado y devuelto a sus propietarios.

El proceso se extenderá por todo el semestre y el resultado final del proyecto será un libro (con imágenes y el resultado de la investigación) y un conversatorio para promover el legado de la fotógrafa.

"La mirada femenina está presente en su trabajo y también nos habla de los cánones a los que estaban sujetas las mujeres artistas en ese momento".

Tanya Wagemann, Gestora cultural"