Jóvenes participan en jornadas de inclusión guiadas por no videntes
PARTICIPACIÓN. El Centro Cultural GAM escogió a Valdivia para una experiencia en la que se vive en primera persona lo que implica desplazarse con pérdida parcial y total de la visión.
Valdivia fue una de las tres ciudades del sur escogidas por el centro cultural GAM de Santiago, para mostrar a la comunidad el proyecto "Hapto, ver y sentir". Es una experiencia de inclusión social en la que dos personas no videntes guían a grupos de jóvenes en el desplazamiento por diversos espacios simulando la pérdida parcial y total de la vista. Ello se logra con el uso de un antifaz para dormir y con un dispositivo similar a las gafas 3D, que alteran la percepción al disminuir la capacidad para ver con claridad.
Las primeras dos jornadas, de un total de cuatro, fueron ayer en la Universidad San Sebastián. En la mañana y en la tarde, estudiantes USS y del Colegio Adventista llegaron hasta las dependencias del edificio E donde fueron recibidos por Rodrigo Rojas y Diana Camacho, personas con discapacidad visual que fueron capacitados para trabajar con grupos de personas en las intervenciones creadas por el GAM.
En terreno
Recorrer diversos espacios tal y como lo haría un ciego, atendiendo a elementos como la textura del suelo y la percepción del sonido, es lo que considera la intervención. Divididos en grupos y en filas, los jóvenes debieron caminar por el hall del edificio ubicado junto al río Valdivia, por el casino universitario y por las escaleras hacia los niveles superiores.
Además, aprendieron las nociones básicas para transmitir mensajes a través del tacto y los códigos gráficos usados en espacios públicos que se pueden leer también usando las manos.
La idea
El GAM, la USS y la Fundación Ronda están involucrados en el desarrollo, implementación y promoción de "Hapto, ver y sentir". Paula González, integrante del equipo coordinador del proyecto para regiones, explica los alcances de la propuesta: "Nos interesa probar y mostrar esta metodología, ya que es una buena forma de promover los derechos de las personas en situación de discapacidad; más aún si son precisamente ellos, los que lideran el proceso. Así además estamos generando un modelo de trabajo inclusivo que implica creatividad y participación".
La directora nacional de Bienestar de la Dirección de Asuntos Estudiantiles de la Universidad San Sebastián, Kerima Carmi, también destacó la propuesta, principalmente por la posibilidad de generar cambios en la forma de pensar de los futuros profesionales.
"Trabajamos con muchos estudiantes que en el futuro ejercerán en áreas como salud y educación y que creemos no tendrán las herramientas, ni las estrategias necesarias para abordar la discapacidad. Por eso, en cada mediación es primordial vivenciar lo que implica en este caso la discapacidad visual y hacerlo desde le experiencia de personas que están en esa condición", dice. Y agrega: "Medir el impacto de algo como esto es bastante subjetivo, ya que tiene que ver con percepciones personales, sin embargo apostamos por al menos generar la sensibilidad necesaria para impulsar cambios en la manera de pensar sobre el tema".
Los protagonistas
Rodrigo Rojas y Diana Camacho son de Santiago. Integran un grupo de ocho mediadores no videntes capacitados en temas como expresión corporal, lenguaje artístico, artes escénicas, marketing, manejo de público y comunicaciones. Todo este proceso fue en el GAM
"Logramos una preparación óptima para difundir lo que creemos es lo correcto. Estamos trabajando en la promoción de los derechos fundamentales de las personas con discapacidad y queremos que el resto entienda que eso es primordial, que no por no poder ver, no vamos a estar integrados a la sociedad. En base a dinámicas como la que hicimos en Valdivia siento que se puede aportar de alguna forma en ese entendimiento, aunque aún hay mucho por avanzar", explica Rojas.
Uno de esos temas pendientes, según lo explica, Paula González, tiene que ver con la convivencia: "También hay que enfrentar las barreras de convivencia. Es decir no estamos acostumbrados a compartir nuestros espacios con personas ciegas. La falta de inclusión es algo a lo que apunta este proyecto, que pretende hacer entender a las personas que es necesario derribar todo tipo de barreras"
Diana Camacho, también apunta a lo mismo. "Nosotros, para lograr un cambio, decidimos exponernos, mostrar lo que nos ocurre y la manera en que lo enfrentamos. No podemos aislarnos y una buena forma de generar una educación distinta tendiente a la inclusión es de esta forma. Todos somos distintos y todos tenemos el mismo derecho de participar en la sociedad".
Balance
Entre los participantes que tuvo la actividad ayer por la mañana estuvo María José Sabando. Es estudiante de tercer años de Educación Parvularia y quien entregó un balance positivo de la experiencia. "Ver estos temas en la teoría, es muy distinto a poder vivirlos. Siento que ahora me puedo poner de mejor forma en el lugar de quienes tienen discapacidades y entender como puedo ayudarlos. Es algo fundamental, sobretodo en mi formación profesional", explica.
Roberto Buchhorsts, coordinador de Deporte y Vida Saludable USS Valdivia, igualmente fue parte de la intervención, que calificó como positiva. "En el área de deportes estamos avanzando en el tema de la inclusión y ser parte de esta intervención sirve para convencernos de los necesario que es ponernos en el lugar de otros. Esta fue una experiencia muy gratificadora y sin duda que vivirlas, con las limitaciones que nos pusieron, definitivamente cambia la manera de pensar y de abordar los temas que están relacionados con inclusión social y la forma en que nos comportamos frente a personas con discapacidades".