Juan Vargas Oñate
En el cementerio municipal No.1 de Valdivia fueron enterrados ayer dos de las 17 víctimas del caso Chuihuío, ocurrido en 1973.
Se trató de los restos óseos plenamente identificados por el Servicio Médico Legal (SML) de Santiago, de Rubén Vargas Quezada (56) y Fernando Mora Gutiérrez (17). Ambos, asesinados por un pelotón militar el 9 de octubre de 1973 en el sector de "Baños de Chuihuío", junto a otros 15 obreros campesinos, ejecutados y enterrados ilegalmente en ese mismo lugar, en dos fosas distintas.
Todos trabajaban para el Complejo Agrícola y Forestal Panguipulli y eran miembros del sindicato de trabajadores "La Esperanza del Obrero",
En la tumba memorial que existe en el cementerio valdiviano, también fueron depositados ayer nuevos restos de otras personas ya ubicadas anteriormente: José Barriga Soto (32), José Cortés Díaz (35), Sebastián Mora Osses (47) y Ricardo Ruiz Rodríguez, cuya entrega fue simbólica.
44 años
Los restos llegaron el viernes a Valdivia, tras ser identificados en el extranjero en un largo proceso de investigación del SML. Fueron velados en la Casa de la Memoria y ayer recibieron sepultura, con una ceremonia especial que comenzó por una caminata por las calles céntricas, portando pancartas con mensajes sobre la justicia que aún no llega a todos los casos.
A la actividad asistieron familiares de las víctimas, dirigentes de las Agrupaciones de Familiares de Detenidos Desapararecidos y también el seremi de Justicia, Alejandro Reyes.
En la ocasión, la dirigenta Ida Sepúlveda, señaló que "han sido 44 años de angustia y dolor que las familias han debido soportar, a veces de forma incomprendida, el haber perdido a sus seres queridos, esposos, padres e hijos, a quienes continúan recordando con angustia, sus nietos y bisniestos".
Dijo que existe un compromiso de "no descansar hasta que en este caso (Chihuío), no quede ningún resto sin identificar, esperanzados en que es responsabilidad del Estado".
Yessica Cortés y Bernabé Vargas, bisnieta e hijo respectivamente de los campesinos sepultados ayer, también recordaron haber crecido en medio del triste recuerdo que se hacía de sus seres queridos en sus hogares; y de ser testigos del dolor de sus familiares. "Muchos murieron esperando una respuesta, saber qué había pasado. Las esposas, madres e hijos, se fueron con la desesperanza de que jamás podrían sepultarlos como hoy lo hacemos nosotros".
ORACIóN
En la ceremonia, también hubo un espacio para la oración de parte del diácono Juan Mora, quien pidió por la resignación de las familias que han sufrido por tanto tiempo; y por los que aún lo hacen.
Faltan cinco por identificar
Del total de los 17 ejecutados en Chihuío, sólo resta por identificar a cinco, El ministro en visita, Alvaro Mesa, quien vino el viernes a la región para entregar los restos, valoró el trabajo de las familias y dijo que "respecto de estos casos, esperamos que a futuro, con mayor tecnología, se pueda identificar los restos. Por ahora, con los medios que tenemos, eso no ha sido posible, pero confiamos en que a futuro sí se podrá".