Problemas para hacer deportes
Quiero exponer lo que me ocurrió durante esta semana, buscando la forma de hacer deportes en Valdivia, como persona de la tercera edad.
Me acerqué a la municipalidad a consultar al respecto y me enviaron a un gimnasio cerca del Coliseo a preguntar por las canchas de tenis. Fui al recinto, me informaron los horarios disponibles y los valores: 8 mil pesos la hora. Luego de eso, me dirigí nuevamente a la municipalidad, para saber si me podían cobrar menos, debido a mi jubilación. Me dijeron (gracias una buena atención en Gabinete) que quizás podrían cobrarme 3 mil pesos, pero eso no se concretó, como tampoco una hora para ocupar las canchas. Al contrario, fui mal atendido por teléfono y nunca me facilitaron un espacio.
Estimo que situaciones como la descrita son graves y van precisamente en contra de lo que la municipalidad de Valdivia señalaba al decir que quieren fomentar el deporte entre adultos mayores.
Hugo Hernández Tapia hugorafaelhernandeztapia@gmail.com
Emergencias ambientales
Si bien se considera un gran avance la iniciativa de multar económicamente a quienes enciendan su calefacción a leña durante una pre emergencia ambiental, no es una solución real al problema de la contaminación del aire en Valdivia.
Todos sabemos que tener el fuego apagado una o dos tardes a la semana no implica tener un calidad de aire espectacular los siguientes días, por el simple motivo de que la mayoría de los hogares utilizan la combustión lenta como método de calefacción principal. Basta que la temperatura baje un poco en la tarde para que todos en la ciudad, casi de forma sincronizada, comiencen a arrugar el papel para encender el fuego. El resultado de esto son miles de chimeneas botando material particulado altamente dañino para la salud al aire que todos tenemos que respirar.
Basta con salir a caminar una tarde nublada por las calles de la ciudad para comenzar a sentir esa picazón en la garganta y terminar con toda la ropa oliendo a una mezcla de maderas. Pero así y todo nuestras autoridades no se atreven a tomar medidas reales y radicales, por más que intenten hacerles creer a las personas que comprar "leña certificada" es una solución permanente, no lo es, la solución es calentar nuestros hogares con tecnologías que no impliquen combustión, por ejemplo la calefacción eléctrica.
Es cierto que es una decisión difícil, sacrificar una parte importante de los ingresos familiares para calentar el hogar con un método más amigable para el ambiente, pero al largo plazo es más conveniente porque todo eso se traduce en menos problemas respiratorios, en menos consultas médicas y en mas calidad de vida.
Todo eso se puede lograr si todos los Valdivianos se comprometen a cuidar el ambiente y las autoridades ayudan a realizar esa transición de forma que no impacte tan fuerte en las familias de menos recursos.
Felipe Ampuero Salinas felipeampuerosalinas@gmail.com
Inclusión y sociedad integral
Existe un amplio consenso, tanto académico como ciudadano, en torno a que el acceso a una educación de calidad resulta fundamental para lograr la igualdad de oportunidades y la participación de cada persona en la vida nacional. Este principio corresponde a una tarea de Estado, que hemos asumido como compromiso en el Gobierno de la Presidenta Michelle Bachelet, mediante la Reforma Educacional.
Es por ello, que en marzo de 2016 entró en vigencia la Ley de Inclusión Escolar. Esta normativa persigue crear un sistema de Educación de provisión mixta, financiado íntegramente por el Estado, en que coexista un sistema público con uno privado a través de organizaciones que tengan como único fin la educación.
Esto sin perjuicio de la existencia de otras instituciones, completamente privadas, que no reciben subsidios públicos.
Para todos los establecimientos que reciban aportes públicos, la normativa establece tres principios: primero, el fin al lucro con recursos públicos destinados a establecimientos educacionales; segundo, el término de la selección de estudiantes; y tercero, el fin del copago. Estas medidas tienen como finalidad que los estudiantes accedan a una educación de calidad, independiente a sus condiciones de origen.
Con el fin del lucro se establece que los recursos públicos se usen exclusivamente en mejorar las condiciones en que se forma a los estudiantes; con el término de la selección logramos que las condiciones de origen de un alumno primen por sobre cualquier otro elemento a la hora de elegir establecimientos; con el fin del copago el Estado se compromete a reemplazar en forma progresiva los aportes de las familias, de tal manera que no exista riesgo respecto de la viabilidad del proyecto educacional, pero permitiendo que ningún niño o niña se vean impedidos de acceder a un establecimiento por falta de recursos económicos.
Para nuestro Gobierno, la educación es un derecho esencial para el ejercicio de todos los demás derechos, por tanto nunca puede ser entendido como un bien de consumo. La implementación de este principio, a través de la ley, sienta bases fundamentales para una convivencia más justa y equitativa entre los chilenos.
Ricardo Millán Gutiérrez Intendente Región de Los Ríos