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Con minga movieron estructura adosada a iglesia de Punucapa

PATRIMONIO. Como parte de los trabajos de restauración del antiguo templo fue escogida esta tradicional práctica chilota. Vecinos e invitados participaron en la labor de trasladar la habitación.
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Claudia Muñoz David

Hace un mes comenzaron a planearlo todo. Para continuar con la primera etapa de los trabajos de restauración de la iglesia Nuestra Señora de la Candelaria de Punucapa se debía mover una estructura color mostaza, de unos 20 metros cuadrados, adosada a ella.

Esa habitación había sido levantada para que misioneros y religiosos pudieran alojar, pero no era parte del diseño original de la infraestructura. Había sido construida hace diez años y la iglesia tiene 135.

Por eso, para moverla, surgió una idea que dejó felices a todos: al equipo que está realizando la restauración, a los vecinos de Punucapa y a las agrupaciones relacionadas con la iglesia. ¿Por qué no hacer una minga para moverla? El pasado sábado, por la tarde, la hicieron.

"Era algo que yo no había visto acá. Era una idea bonita, atractiva para todos los vecinos y para las personas que nos visitan. Es novedoso para el pueblo porque acá no tenemos esas costumbres", dijo Ada Retamal, presidenta del voluntariado Nuestra Señora de la Candelaria.

A las tres de la tarde llovía en Punucapa, pero desde temprano había comenzado el movimiento en el terreno de la iglesia. Vecinos, junto con algunas personas con experiencia en mingas chilotas, habían llegado antes del medio día para levantar la pequeña casa y colocar bajo ella troncos de eucaliptus, los que permitirían el desplazamiento de la estructura de madera.

Cuatro yuntas de bueyes prestadas por los vecinos fueron amarradas con cadenas a la casa. A las 15.15 horas comenzaron a tirar.

Con gritos, silbidos y sonidos de besos los dueños de las yuntas animaban a los animales para que ejercieran fuerza. Esta acción fue repetida unas tres veces, porque en un principio la casa poco se movía.

Alrededor, vecinos, invitados, turistas, fotógrafos y camarógrafos seguían con atención las maniobras. En algunas ocasiones las cadenas se cortaban y, ante la sorpresa, el público gritaba.

La meta era dejar la habitación unos 12 metros adelante de lo que se encontraba. Parecía poca distancia, pero la experiencia demostró que hacer esa maniobra no es fácil.

El sacerdote rector de la iglesia de Punucapa, Carlos Martínez, destacó que "lo que se está haciendo en esta iglesia no es una simple reparación, es una restauración realizada por arquitectos de Chiloé, y qué más chilote que una minga. Esto no es común en nuestra zona y la gente de Punucapa vino a ver un espectáculo. Esta idea tan original es mejor que armar y desarmar la casa".

Cerca de las cuatro de la tarde la casa había sido movida recién un metro y medio. En ese momento se pensaba en conseguir camionetas para facilitar el trabajo de los animales. Los vecinos comenzaron a colocar gatas hidráulicas bajo la pieza y más troncos de eucaliptus en el camino. Después de mucho ensayo y error, se logró mover la estructura.

Para hacerlo fueron colocados lazos en los extremos de la casa y la gente que estaba observando ayudó a empujar, trabajo que fue compartido con las yuntas de bueyes. A las 17.30 horas terminaron la faena, cansados.

La arquitecto residente del proyecto, Macarena Almonacid, aseguró que "las personas que asistieron trabajaron un montón. Ellos fueron los que movieron la casa y eso es como una analogía de la vida, la fuerza está en las personas. Todo resultó muy simbólico, fue un momento mágico porque todos colaboramos físicamente".

Como recompensa por el trabajo realizado, todos terminaron reuniéndose en la sede de la junta de vecinos de Punucapa. Ahí comieron empanadas fritas, tortillas de papa y kuchen y bebieron sidra de manzana y café. Todo aportado por la comunidad. "Esto va a quedar como recuerdo para las futuras generaciones", aseguró la presidenta del voluntariado, Ada Retamal.

La restauración

La primera etapa de restauración de la iglesia Nuestra Señora de la Candelaria de Punucapa comenzó en mayo de este año. Para hacerla serán invertidos 160 millones de pesos, los que han sido aportados por el Consejo de la Cultura y las Artes, Comunidad Humedal y la Municipalidad de Valdivia.

Según destacó la arquitecto residente de la obra, Macarena Almonacid, "hasta el momento se ha restituido el sistema de fundaciones y se reestructuraron todas las columnas que arman la nave central de la iglesia. Pudimos recuperar elementos estructurales, lo que nos tiene muy contentos porque tienen 130 años y todavía funcionan. Hoy la iglesia tiene fundaciones nuevas y no tendrá problemas para enfrentar sismos o movimientos, está segura".

Aún falta trabajar en las fundaciones perimetrales que no han sido intervenidas, reemplazar revestimientos exteriores y reintegrar revestimientos interiores, los que en general se encuentran en buen estado. "Esperamos terminar con esto a fines de agosto. Estamos contentos porque hemos encontrado vestigios valiosos, como tipos de ensambles de larga data que no tienen clavos. Es muy interesante cómo fueron unidas estas piezas. También encontramos números romanos, que dan cuenta de una posible prefabricación realizada por los carpinteros hace 130 años. Es una lógica de construcción valiosísima. Además apareció el retablo original de la iglesia -estructura que se sitúa detrás del altar - que pensábamos que estaba desecho, pero estaba escondido en una nave lateral. Hay varios elementos que nos han sorprendido en el desarrollo de la obra", dijo. Todo debe estar terminado en diciembre.

Los comienzos de la iglesia

La historia de la iglesia de Punucapa está vinculada a la imagen de la Virgen de la Candelaria que llegó a la zona en 1870 desde Valparaíso. Esta imagen fue recibida por Elena Flández, quien la resguardó en su casa hasta el momento en el que el templo estuvo terminado en 1882. La idea de construir la iglesia surgió en 1880, del párroco jesuita José Brahm. El terreno fue donado por Natividad Aros. La iglesia fue construida con materiales y mano de obra proporcionada por la comunidad. Desde que se construyó el templo se realiza ahí la celebración de la Candelaria, cada 2 de febrero.

"Era algo que yo no había visto acá. Era una idea bonita, atractiva para todos los vecinos y para las personas que nos visitan".

Ada Retamal Pdta. voluntariado"

"Todo resultó muy simbólico, fue un momento mágico porque todos colaboramos físicamente en esta misión de mover la casa".

Macarena Almonacid Arquitecto residente"

"Lo que se está haciendo en esta iglesia no es una simple reparación, es una restauración muy importante para esta comunidad".

Carlos Martínez Sacerdote rector"

1882 terminó la construcción de la Iglesia Nuestra Señora de la Candelaria de Punucapa. Nació para albergar la imagen de una virgen que fue traída desde Valparaíso a la zona.

160 millones de pesos cuesta la restauración de la primera etapa de la obra. Los dineros fueron aportados por el Consejo de la Cultura y las Artes, Comunidad Humedal y la Municipalidad de Valdivia.

2017 comenzó la restauración de la iglesia, la que está a cargo de profesionales que han trabajado en templos de Chiloé. El plazo para finalizar la primera etapa es diciembre de este año.