Himno indestructible
La forma de cantar el Himno Nacional de Chile como vimos ayer por parte de los futbolistas de nuestra Selección Chilena de Fútbol y de los miles de hinchas de "La Roja" ha impresionado internacionalmente.
Ante eso, me pongo de pie, me llevo la mano al pecho y evoco lo que hace décadas, en crónicas, escribió el crítico mordaz y apasionado Joaquín Edwards Bello, acerca de nuestra Canción Nacional: "Dicen que la compuso Carnicer. Eso sería antes. La Canción Nacional ha sido compuesta por Chile y los chilenos en innumerables dieciochos. (…) La escribieron algunas generaciones de chilenos como el Quijote lo escribió la posteridad. (…) El puso el ruido, Chile el alma. (…) Nuestra Canción Nacional, con su comienzo de estallido jubiloso, es un algo que se desata súbitamente y que rompe las nubes para dejar pasar una catarata de impresiones largo tiempo contenidas. Nos evoca todo porque siempre nos ha acompañado. No se agota jamás, es un cuadro monumental, es unidad de armonías. Iluminada, enjoyada, enriquecida, estilizada por un mundo de recuerdos se presenta como la creación magistral del pueblo chileno conseguida a través del tiempo en múltiples evoluciones.
Supongamos que este calcañar del mundo, este último rincón del mundo, este acabamiento de tierras se hundiera en el abismo. Supongamos que nos acabamos. Entonces, las aguas, las nieves, los volcanes, los cielos entonarían la última Canción Nacional, la Elegía de este Chile que dio a Prat, a O'Higgins, a Carrera, a Rodríguez, a Riquelme, a Serrano, a Condell y a todos sus héroes y heroínas.
Canción Nacional. En los momentos más negros nos echaríamos a morir si no fuera por tí. Solemne, ardiente, indestructible canción chilena".(De Crónicas, 1968).
Abel A. Manríquez Machuca
¿Quién sabe qué comemos?
La Encuesta Nacional de Salud muestra que los chilenos estamos engordando. Comparando las versiones de 2003 y la aplicada entre 2008 y 2009 en la población entre 25 y 64 años, el porcentaje de las personas obesas aumentó de 27,2% a 29,6%.
La obesidad no se distribuye uniformemente en la población; tiende a focalizarse en los estratos socioeconómicos bajos, afectando principalmente a mujeres y personas con bajo nivel educacional. La evidencia internacional es contundente. Más allá de cualquier consideración estética, las personas obesas presentan mayor dificultad para encontrar trabajo, reciben menores salarios, tienen mayor prevalencia de enfermedades asociadas a la dieta, mayor ausentismo laboral, menor productividad, y experimentan una baja de la autoestima, entre otras dificultades.
Si nuestro interés es ayudar a que las personas coman mejor en Chile, saber qué comemos puede servir para establecer diagnósticos, para hacer seguimientos o entender patrones en el consumo. Además, para entender los hábitos de consumo de alimentos, tenemos que hacer un ejercicio puertas adentro. Es decir, necesitamos entender los determinantes en el consumo de alimentos a nivel de hogar, los cuales varían, entre otros criterios, dependiendo del ingreso, educación y edad de sus miembros. En este sentido, necesitamos ir más allá de los promedios nacionales, los que muchas veces ocultan realidades muy distintas.
Necesitamos bases de datos públicas que consideren el gasto y consumo de alimentos, anuales o bianuales, y que aborden temas relacionados, como el uso del tiempo en la preparación de los alimentos, acceso a alimentos saludables y la generación de desperdicios de alimentos en el hogar.
La visualización de los hábitos alimentarios y la caracterización de los ambientes alimentarios, facilitará la generación de investigación aplicada que nos permita entregar nuevos elementos al debate en base a evidencia, y con ello, ayudar a frenar la obesidad en Chile.
Andrés Silva Ingenieríaen Agronegocios
Buen trato a los mayores
Junio se transformó en el mes del Buen Trato a las Personas Mayores en nuestro país. La conmemoración, impulsada por el Servicio Nacional del Adulto Mayor (Senama) y en concordancia con las Naciones Unidas, busca visibilizar en la sociedad el maltrato y el abandono en la vejez para una real toma de conciencia, instalando el tema desde el punto de vista de su prevención y la promoción de los derechos de las personas mayores.
Los tipos de maltrato hacia las personas mayores pueden ser: físico, psicológico, negligencia, abandono, abuso patrimonial, abuso sexual y estructural o societario. Las situaciones que pueden ser consideradas como maltrato a las personas mayores van desde no considerar su opinión, tratarlos como niños o apropiarse de sus bienes, entre otras. De acuerdo a datos del Senama el tipo de maltrato sobre violencia intrafamiliar que es más frecuente es el abandono y el maltrato psicológico, pero se ha observado este último tiempo un aumento del abuso patrimonial.
Una de las responsabilidades que tenemos como sociedad es valorar la vejez y darle a las personas mayores la importancia que se merecen. Al realizar un cambio en la visión de esta etapa del ciclo vital lograremos que las nuevas generaciones aporten a su buen trato. Por otro lado, debemos promover en las personas mayores que son sujetos de derechos.
Carolina Núñez Esc. Enfermería U. Central