Apoyo para llegar a educación superior
Los programas Pace, Propedéutico Uach y Ranking 850, buscan respaldar a jóvenes de buen rendimiento escolar, pero que provienen de hogares vulnerables. Estas iniciativas constituyen excelentes oportunidades, que claramente pueden ayudar a cambiar la historia de muchos adolescentes de la región y sus familias.
Tres programas de apoyo a estudiantes de enseñanza media que presentan buen rendimiento escolar y provienen de hogares vulnerables están en marcha en la región de Los Ríos. Se trata de planes que garantizan ingresos preferentes a la educación superior, más allá de la PSU, considerando que muchos jóvenes no obtienen puntajes suficientes en esa prueba debido a las brechas socioeconómicas que han influido sobre la calidad de la educación que recibieron y sobre los ambientes en que han vivido.
Todas las iniciativas se encuentran en sus primeros años de aplicación y buscan responder desde la institucionalidad (gubernamental y universitaria) a las desigualdades que existen en el país en el acceso a la formación profesional.
El Programa de Acompañamiento y Acceso Efectivo (Pace) es promovido desde el gobierno y tiene en la región a su primera generación. Son 55 alumnos, que accedieron a diferentes casas de estudios (en Valdivia, a la Uach), luego de recibir respaldo durante la educación media. En este plan trabajan doce liceos de diferentes comunas.
Otro de los programas es el Propedéutico-Unesco de la Universidad Austral de Chile, que llega a estudiantes de cuartos medios de liceos municipales de Valdivia, que pertenezcan al 10% de mejores calificaciones de la promoción de cada colegio. Incluye reforzamientos previos a la PSU y acompañamientos desde primer año en las carreras a través de tutores.
La tercera iniciativa es el Ranking 850, dirigida a estudiantes con trayectoria escolar de excelencia académica, pero que obtienen hasta 475 puntos en la Prueba de Selección Universitaria (PSU).
A principios de 2017, en la Uach se dio la bienvenida a todos los beneficiarios de estos planes y a lo largo del semestre ha habido respaldo por parte de equipos multidisciplinarios, para prevenir la deserción y estimular las incorporaciones estables de los jóvenes, tanto en lo académico como en lo personal.
Desde estas perspectivas, estos programas constituyen excelentes oportunidades, que deben recibir respaldo político a largo plazo, pues claramente ellos tienen herramientas para cambiar la historia de muchos adolescentes de la región y de sus familias.