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Era tecnológica: El 85% de los trabajos que habrá en 2030 no existen en la actualidad y se aprenderá en el momento

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El avance de la tecnología en las organizaciones hará que en 2030, el 85% de los trabajos que hoy conocemos, ya no existan, de acuerdo al informe "La próxima era de las relaciones hombre-máquina", publicado por Dell Technologies.

El documento sostuvo que en 13 años más, la dependencia de los humanos de la tecnología se convertirá en una auténtica relación, aportando habilidades como creatividad, pasión y una actitud emprendedora.

Esto se alineará con la capacidad de las máquinas de aportar velocidad, automatización y eficiencia, y la productividad resultante permitirá nuevas oportunidades dentro de las industrias y los roles.

De esta forma, para 2030, los artefactos dotados de inteligencia artificial irán mucho más allá de lo que pueden hacerse ahora, ocupándose de los humanos de manera predictiva y automatizada.

"sobre la marcha"

La tecnología no reemplazará a los empleados, pero el proceso de encontrar trabajo cambiará, ya que las oficinas dejarán de ser un lugar para convertirse en una serie de tareas.

Las tecnologías de aprendizaje automático harán que las habilidades y las competencias de los individuos puedan ser consultadas, y las organizaciones buscarán el mejor talento para tareas diferenciadas, según el informe.

Se estima que el 85% de los empleos que existirán en 2030, aún no se han inventado. El ritmo del cambio será tan rápido que la gente aprenderá "sobre la marcha" utilizando nuevas tecnologías, como la realidad aumentada y la realidad virtual.

La capacidad de adquirir nuevos conocimientos será más valiosa que el propio conocimiento.

El análisis pronosticó que las tecnologías emergentes, respaldadas por los avances en software, big data y poder de procesamiento, cambiarán nuestras vidas, ya que la sociedad entrará en una nueva relación con las máquinas, que se caracterizará por ofrecer más eficiencia y posibilidades que nunca, ayudando a los humanos a superar sus limitaciones.

"Si participamos en la tarea de empoderar las asociaciones hombre-máquina para tener éxito, su impacto en la sociedad nos enriquecerá a todos", dijo la directora de la investigación Rachel Maguire, a diario ABC, de España.

años faltan para que la vida entre los humanos y las máquinas sea una relación donde éstas puedan predecir acciones. 13

es un exabyte, medida de información que procesa el big data, a través de los datos en la web. 1018

Descrubren planta de la antártica que servirá como filtro solar

INVESTIGACIÓN. Científicos de la U. de Santiago destacaron las propiedades del clavel antártico, que podrían ser usadas en dermatología.
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Agencias

La planta conocida como perla o clavel antártico posee moléculas que actúan como filtro solar, las que podrían ser utilizadas para la protección de la piel humana, de acuerdo a una investigación de la Universidad de Santiago (Usach).

La planta tiene "la capacidad de proteger a macromoléculas como el ADN, que es parte fundamental de la célula, del daño que induce la radiación ultravioleta", explicó el decano de química y biología de la casa de estudios, Gustavo Zúñiga, a la agencia de noticias Efe.

Este hallazgo permitirá usar el claver antártico para desarrollar filtros solares "con moléculas que son naturales y muy eficientes", agregó el científico.

"Algunos filtros usan sustancias químicas sintéticas que, si bien son eficientes, tienen algunos efectos negativos para el consumidor", destacó el responsable del análisis.

Exposición

A diferencia de otros sitios del planeta donde los organismos están expuestos de manera más constante a la radiación ultravioleta, en la Antártica ésta se concentra y se dispara en primavera y verano, cuando las plantas pasan de estar protegidas por la nieve a quedar completamente expuestas.

Quince años

"Los rayos ultravioleta son dañinos a nivel celular, y a través de estas moléculas la planta evita verse afectada, aún habiendo altos niveles de radiación ultravioleta, particularmente en primavera y verano", afirmó Zúñiga.

La investigación es un proyecto que empezó hace 15 años para estudiar cómo las plantas antárticas responden al cambio climático, en concreto, al aumento de los niveles de radiación ultravioleta que se han registrado en los últimos años en el continente blanco.

Para esto, los científicos instalaron hace cuatro años un laboratorio en la Usach donde trataron de recrear condiciones climáticas similares a las de la Antártica.

Las temperaturas en la instalación eran más altas que las del continente blanco, pero "por esas cosas del azar", admitió Zúñiga, este factor les permitió descubrir que las plantas crecían.

El crecimiento de la perla antártica permite hacer un escalamiento de su producción y cultivarla de forma continua, "a diferencia de lo que pasa con cultivos en forma tradicional, en que se tiene que esperar un cierto periodo del año para cosechar el material y utilizarlo", señaló el docente.

Con la posibilidad de producir la especie, el investigador espera poder generar en un futuro "no muy lejano" un prototipo que pueda ser utilizado por las empresas para comercializar el descubrimiento.

Calentamiento global

Gustavo Zúñiga también mantiene cultivos de musgos en la Antártica, con el fin de monitorear el efecto del calentamiento global sobre las especies antárticas Sanionia uncinata y Polytrichum alpinum, conocidas por su gran capacidad de almacenamiento de agua y su potencial de recuperación tras varios días sin ella.

"Es muy relevante, porque se puede identificar información de los mecanismos responsables de la capacidad para tolerar la deshidratación y -en una etapa futura -incorporarla en cultivos, ya que la escasez de agua es uno de los problemas que el mundo enfrentará en el mediano plazo", explicó el académico.

"Por eso, tener especies que sean capaces de vivir con poca necesidad de agua es un desarrollo que contribuirá a mantener disponibilidad de alimentos, si es que el agua se convierte en una condicionante", puntualizó el científico.

La antártica en números

Superficie

La Antártica mide 14 millones de kilómetros cuadrados, de los cuales sólo el 0,5% está libre de hielo. El territorio chileno es de 1,25 millones de km2.

Territorio habitable

Los 3,57 kilómetros de territorio habitable en la actualidad, en 2100 habrán crecido a 17.600, producto de los deshielos, según revista Nature.

Cuatro milenios

Los musgos de la Antártica tienen hasta cuatro mil años de antigüedad, de acuerdo a una investigación de la U. de Exeter, en Reino Unido.

Derretimiento del hielo antártico

Producto del calentamiento global, el hielo derretido en la Antártica está dejando nuevas áreas terrestres descubiertas, las que, según un grupo de investigadores de la U. de Queensland (Australia), serán habitadas por especies no endémicas, ya que las propias del continente blanco, como los pingüinos emperador y adelaida, se están contrayendo hacia el polo a medida que el hielo se retira, mientras el clavel y el pasto antártico se están expandiendo.

ciencia