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Mujeres rurales celebraron los 25 años del convenio entre Prodemu e Indap

DIRECTORA NACIONAL. Pamela Farías destacó en Valdivia que el programa de formación y capacitación beneficia actualmente a 254 participantes de la región.
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Actualmente, 254 mujeres de la región participan en el programa de formación y capacitación para campesinas, gracias al convenio que impulsa la Fundación Prodemu e Indap desde 1992. Ayer en Valdivia, 150 usuarias llegaron hasta el Centro de Estudios Científicos (Cecs), donde la directora nacional de Prodemu, Pamela Farías, encabezó el acto de aniversario de los 25 años del convenio.

Desde su creación, el programa ha capacitado a más de 30 mil mujeres rurales en el país, con la finalidad de apoyar su desarrollo integral y su incorporación al mundo del trabajo independiente. "Las mujeres trabajan durante tres años, de forma asociativa, se forman grupos de entre 8 a 12 participantes y diez grupos constituyen un módulo", explicó Farías respecto del programa.

Además, destacó que "da resultados, las mujeres valoran mucho el convenio porque de éste surgen otros beneficios, ya que quedan instaladas como usuarias de Indap, por lo tanto pueden acceder a otros programas".

Añadió que: "Las mujeres rurales viven muy aisladas unas de otras y, por lo tanto, su acción se constituye en su verdadero centro, eso las fortalece y las empodera".

En la región, existen tres módulos. En Valdivia, con 82 participantes; en Panguipulli, con 80, y en Ranco, con 92. En éstos los principales rubros desarrollados son los cultivos bajo plástico y al aire libre, apicultura y turismo rural. Para la ejecución de este programa, este año fue destinado para la región un presupuesto, aproximadamente, de 103 millones de pesos.

Capacidades instaladas

Indap aporta los recursos y la asistencia técnica en materias agrícolas para la ejecución del programa. En tanto, Prodemu entrega las herramientas para la formación personal, organizacional y de liderazgo, y el enfoque de género.

En esa línea, Pamela Farías sostuvo que "nosotros lo que hacemos es promover el desarrollo de las mujeres y sus derechos, por lo tanto todo aquello que está vinculado con avanzar en igualdad de género, con derechos sexuales y reproductivos, con temas de violencia y participación son constitutivos de la formación de las mujeres del convenio".

Al tercer año las mujeres están capacitadas para crear una unidad productiva y desarrollar un negocio rentable, de forma autónoma, según indicó Farías. "Lo que nos interesa es que ellas queden organizadas y articuladas, que se constituyan o formalicen ya sea vía cooperativas u otras, obtengan personalidad jurídica y después ser sujetas de otro tipo de apoyo, ya sea del mismo Indap mediante otro programa, de Sercotec o Fosis", precisó.

Indicó que aproximadamente el 60 por ciento de las mujeres que egresan del programa siguen comercializando en asociatividad. "Nuestro desafío hoy día es que sigan constituidas como grupo, lo importante es que establezcan una red de comercialización, de formalización que les permita mantener el vínculo, pero sobre todo el vínculo también con organizaciones rurales", comentó.

En ese contexto - dijo la directora nacional- funciona la Mesa Rural, la cual está integrada además por el Ministerio de la Mujer y de la Equidad de Género e Indap. El objetivo, según señaló es que "las organizaciones de mujeres ahí representadas puedan fortalecer sus demandas, tener una interlocución en esta mesa que es bipartita para avanzar en sus necesidades, que son distintas a las que tienen las mujeres urbanas".

Otro programa: acciones para la prevención de la violencia en el pololeo

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En establecimientos educacionales, la Fundación Prodemu realiza charlas orientadas a la prevención de la violencia en el pololeo. Pamela Farías, directora nacional de la institución, explicó que en 2016 la Fundación amplió el rango etario de las usuarias a las cuales están focalizados los programas. "Por convenio teníamos que trabajar con mujeres mayores de 18 años y el año pasado de forma experimental bajamos la edad para trabajar con las adolescentes, porque es en éstas donde vemos una posibilidad de cambio. Cuando las mujeres están con situaciones complicadas es más difícil", planteó. En esta línea, dijo que "queremos generar conciencia en las y los adolescentes de que la violencia no es la forma en que hay que relacionarse y también que ellos tengan una compresión del origen de la violencia de género y, por lo tanto, poder aportar a que ellos tengan relaciones amorosas y no relaciones dolorosas". Además, con estas usuarias se abordan otras materias que son de interés para este grupo, la educación sexual y reproductiva y el liderazgo.