Correo
Votación
Respuesta de un diputado radical que se pareó en la votación de la Cámara sobre la proposición de aceptar el aborto, o interrupción del embarazo en tres casos.
Dijo: "No estoy ni a favor ni en contra, sino muy por el contrario".
Mauricio Pilleux Dresdner mpilleux@telsur.cl
50 años de la Reforma Agraria
Hablar de la Reforma Agraria es recordar vivencias importantes de los inicios de mi vida política. En mi calidad de subsecretario de Hacienda, me correspondió participar en su diseño, y al tiempo después, cuando era biministro de Hacienda y Economía, tuve que liderar los temas relativos al financiamiento.
Por lo tanto, pude dimensionar desde muy cerca la trascendencia de ese cambio de paradigmas al que nos enfrentábamos como país y que, si bien se inició durante el gobierno de Jorge Alessandri, fue en la administración de Eduardo Frei Montalva cuando se consolidó como una real transformación cultural, social y productiva.
¿Qué es lo más destacable de la Reforma Agraria que vivió Chile?
Contra lo que algunos creían en ese momento, no se trataba de expropiar por expropiar, ni de arrebatarles a los terratenientes lo suyo así como así.
Lo que se buscaba era corregir un obstáculo tremendo para el desarrollo del país: la existencia de grandes latifundios mal explotados o simplemente abandonados, en los que no había producción alguna. Paralelamente, teníamos más de tres millones de campesinos viviendo al margen del desarrollo, sin acceso a la educación ni a la movilidad laboral, subsistiendo en condiciones paupérrimas bajo un sistema de inquilinaje en el cual todo dependía del dueño del predio.
Redistribuir esas tierras implicaba introducir una cuota de justicia social a la estructura de propiedad, dignificar a la gente del campo y modernizar la agricultura, mejorando la producción de alimentos para que el país pudiese autoabastecerse y dejara de depender de las importaciones. Sí, paradojalmente, teniendo grandes extensiones cultivables, suelos de calidad, un clima benéfico para los cultivos y mano de obra suficiente, Chile debía comprar productos agrícolas afuera para alimentar a su población.
El lema de la Reforma, "la tierra para el que la trabaja", tenía en ese contexto un significado profundo, atravesado por una mirada claramente progresista en una sociedad que llevaba siglos aplicando un modelo anquilosado, que beneficiaba a unos pocos en perjuicio de muchos.
Se puede decir que la agricultura familiar campesina nació de la mano de la Reforma Agraria.
Asimismo, en el contexto de su implementación se crearon la Cora y el Indap y se promulgó la Ley de Sindicalización Campesina. También surgieron nombres que hicieron historia, como Hugo Trivelli, ministro de Agricultura, y Rafael Moreno, vicepresidente de la Corporación de la Reforma Agraria, los grandes artífices de este proceso; luego estuvieron Jacques Chonchol, Pedro Hidalgo y otros que creyeron en ese gran cambio y se la jugaron por él. Qué mejor ocasión que ésta para hacerles un merecido reconocimiento.
Hoy, a exactamente medio siglo de la publicación de la ley que buscó transformar una estructura agraria inadecuada e injusta, es preciso detenerse un minuto a reflexionar sobre su impacto y sus enseñanzas (...).
Sin duda, hay que aprender de los errores que se pudieron haber cometido al implementar un proceso de esa envergadura, para seguir transitando hacia la modernización de la agricultura chilena en un marco de mayores oportunidades y menor desigualdad, sin olvidar las lecciones del pasado y los desafíos del futuro.
Sobre todo hoy, en que algunos sectores quieren volver a imponer la lógica de mercado en muchos terrenos, debemos pensar en lo que la Reforma Agraria significó en su momento. Y así, entre todos los que creemos en una sociedad más justa, defender el derecho de la gente del campo a ser parte plena de nuestra querida tierra chilena.
Andrés Zaldívar presidente del Senado
Mensaje de aliento
Nadie ha señalado que la vida es un bálsamo. Ya al nacer comienzan nuestras dificultades, nos cuesta ponernos de pie; luego en el transitar diario comienzan a aparecer los primeros montículos, las pendientes y subidas de difícil acceso que por designio del destino debemos sortear.
La vida es igual a una clase de aula: tiene un inicio, un desarrollo y un cierre.Particularmente la simbolizo a trabes una simple ecuación:causa efecto = percepción.
Hoy nuestros colegas de pedagogía de aula y directiva Herta Zyl y Braulio Soto se encuentran enfrentando cada uno por separado, la etapa de desarrollo afectados por estado crítico de salud que requiere de la fe y confianza en Dios, de nuestra cadena humana y de la propia energía y deseos de vivir de ambos.
Quisiera entregar para ellos un mensaje de aliento.
La razón poderosa de volver es simplemente porque los esperan primero una familia real (un esposo (a), hijos e hijas; y una familia adoptiva formada por pares y alumnos(as) de su colegio.
Herta, estimada colega; ¡viejo, Braulio! Mucha fuerza para ambos y a luchar por la vida.
Boris Segovia Bruzzone Director Liceo San Luis de Alba segoviabruzzone@gmail.com