Agradecido
Durante estos 15 años de gobierno pastoral he tenido presencia en todo el territorio diocesano
Nombrado por el papa Juan Pablo II el día 13 de julio de 2002 fui ordenado obispo por el Sr. Cardenal Francisco Javier Errázuriz, Arzobispo de Santiago y Presidente de la Conferencia Episcopal de Chile, en el Coliseo Municipal de la ciudad. Después de 15 años el papa Francisco me ha nombrado Arzobispo Metropolitano de la Arquidiócesis de Antofagasta, la que debo asumir el próximo 26 de agosto.
Durante estos 15 años de gobierno pastoral he tenido presencia en todo el territorio diocesano, he visitado a cada una de las comunidades parroquiales, educativas, cuarteles, oficinas, fábricas y a un sin número de familias tanto en la ciudad como en la zona rural. Así como la vida humana está atravesada por la trama del misterio pascual de Jesucristo, misterio de muerte y vida, dolor y gozo, tristeza y alegría, así también, y lo he podido palpar particularmente en estos años, que la vida de las personas y comunidades se entrecruza con la dinámica pascual, en ellas hay fuertes dolores y grandes alegrías, un abanico de necesidades -espirituales y materiales- y una solidaridad visibilizada en expresiones muchas veces silenciosas. Mucha confianza en el Señor y en su Madre la virgen María y a veces sensación de abandono por parte del mismo Señor. Así es la vida, y en ella tenemos los discípulos del Señor saber dar razón de nuestra esperanza y fe a todos.
Al terminar este período como Obispo de Valdivia y escribir esta última columna para el Diario Austral, quiero agradecer a don Gustavo Serrano, director del diario, quien me invitó hace 14 años a escribir esta columna, a su directora actual, señora Verónica Moreno y en ella a todos los funcionarios del Diario. Agradecer a todos los lectores, quienes con sus comentarios animaban a continuar escribiendo estas líneas, las que eran para mí un verdadero púlpito que me permitía llegar a un público diferente y más variado que el de los feligreses de la misa dominical.
Al partir a la nueva arquidiócesis que la Iglesia me ha confiado, pido para todos los lectores del Diario, sus familias, hogares y lugares de trabajo una abundante bendición del Señor de la historia, para que sigan poniendo todos los medios que estén al alcance para hacer de la Región de los Ríos una región con un desarrollo donde el ser humano esté al centro y los más pobres sean cada vez menos pobres y en cada hogar exista "pan, respeto y alegría".
Ignacio Ducasse Obispo de Valdivia