Victoria Gatica Villegas
Con una misa realizada en la Iglesia Sagrado Corazón, seguida de un homenaje en el Cementerio Parque Los Laureles, ayer la comunidad valdiviana despidió al docente del Instituto Salesiano de Valdivia y voluntario de la Séptima Compañía de Bomberos, Álvaro Inzunza Alvarado, quien falleció el viernes, a los 92 años.
Reconocido por su abnegada labor como bombero, Inzunza fue homenajeado por quienes trabajaron junto a él por más de 60 años, tiempo en el que se desempeñó en distintos cargos al interior del Cuerpo de Bomberos de Valdivia y en la Séptima Compañía.
Fue nombrado como voluntario honorario, capitán honorario y miembro del directorio general. "A pesar que se dice que uno guarda sólo recuerdos buenos cuando fallece alguien, en este caso don Álvaro cumple con creces todos los calificativos que uno puede darle a una buena persona", destacó el comandante del Cuerpo de Bomberos de Valdivia Ricardo Valdverde, quien fue su alumno y además colega de filas.
"Él era un hombre bueno de corazón; es una pérdida que nosotros sentimos mucho y que a mí me emociona, por el hecho de pensar en su legado y su persona. Hay hombres que dejan huella por sus actos, pero él hizo de este mundo un lugar mejor con su presencia", dijo Valverde.
En 1960 ayudó en labores de rescate del terremoto que azotó a Valdivia y, siguiendo la tradición de su suegro y cuñados, integró la Séptima Compañía de Bomberos. En el aniversario N°160 de la institución, el salón de la guardia nocturna del cuartel se la Séptima fue nombrada como "Salón Álvaro Inzunza".
Vocación de educar
Quienes fueron sus alumnos reconocen su vocación como educador. El profesor Inzunza fue alumno del Instituto Salesiano de Valdivia y en 1945 comenzó a ejercer como docente. En sus primeros años como educador dictó el ramo de técnicas manuales y motivó los talleres de teatro, cuyo éxito lo llevó a realizar presentaciones en otras ciudades del país.
Tras 61 años en las aulas, Álvaro Inzunza se retiró dejando un legado que perdura. Una de las frases que se le atribuye es "todo lo que uno sabe es para los demás".
El actual rector del establecimiento, José Issert, conoció a Inzunza por 37 años, tiempo en el que formó estrechos lazos de amistad y compañerismo. "Don Álvaro ya no ejercía, pero mientras pudo llegar al colegio era un miembro proactivo de nuestra comunidad, pertenecía a los Salesianos Cooperadores y a una serie de acciones y eventos en el ámbito social que efectuamos desde siempre. Es un ejemplo que nos deja la vara alta de imitar, fue reconocido por su humildad, servicio a los demás, labor de educador y amor a Dios, María Auxiliadora y Don Bosco".
Fue padre de tres hijos, a quienes crió y cuidó con mucho cariño, inculcándoles siempre valores. Álvaro Inzunza, hijo mayor del matrimonio compuesto también por Elly Scheel, destacó el orgullo de ser hijo del bombero y profesor valdiviano.
"Como hijo, siento orgullo de que Álvaro Rodrigo Inzunza Alvarado sea mi padre y que me haya acompañado en los momentos débiles. Él me levantaba muchísimo, siempre estuvo al lado mío y eso está siempre vigente en mi", enfatizó el hijo mayor, en la despedida de su padre.
"Hay hombres que dejan huella por sus actos, pero él hizo de este mundo un lugar mejor con su presencia".
Ricardo Valverde, Comandante C. de Bomberos."
"Como hijo, siento orgullo de que Álvaro Rodrigo Inzunza sea mi padre y que me haya acompañado en momentos débiles".
Álvaro Inzunza, Hijo mayor"