Un momento de gran angustia se vivió el domingo al finalizar el partido entre Deportes Valdivia y Coquimbo Unido, cuando el defensa del Torreón, Esteban Sáez, se tumbó en el césped con claras muestras de dolor, lo que obligó trasladarlo en ambulancia hasta la Clínica Alemana.

Ya en recuperación, el futbolista de 28 años de edad, relató lo que le sucedió. "Ya estaba terminando el partido, y venía un pelotazo largo que yo iba a cabecear (para despejar) y siento el grito del arquero (Richard Leyton) que me pidió tomar el balón. Yo estaba de espaldas y quise cubrir, entonces me empujó el jugador de Coquimbo y Leyton me pegó con el codo en la nuca y sentí bien fuerte el impacto en la cabeza", contó.

"Cuando quise seguir jugando me sentí mal. Salí un momento de la cancha pero me sentía mareado y ya veía borroso. Mis compañeros me insistieron que entre porque ya estábamos con un jugador menos, así que volví a para jugar los últimos cinco minutos", prosiguió. .

Sáez asegura que "seguía mareado y veía nublado. Cuando sentí el pitazo del fin del partido le pedí a un compañero que me ayude porque sentía el pecho apretado y el corazón se me aceleró mucho. Me senté a recuperarme y ahí me fui a negro. Desde ahí no me acuerdo de nada, ni sé cómo me sacaron del estadio, y desperté cuando ya estaba en la clínica. No sé si me desmayé o no, pero no me acuerdo de nada".

El futbolista precisó que le hicieron exámenes de sangre, un electrocardiograma, "y me pincharon los dos brazos porque mis músculos estaban totalmente contraídos. En la noche me costó mucho dormir, y lo que más tengo ahora es dolor de cabeza y dolor de cuello. En un momento llegué a pensar que me iba a morir dentro de la cancha, porque mi cuerpo no reaccionaba".

Esteban Sáez comentó que está con reposo hasta el miércoles, y que "lo que más quiero es jugar contra Iberia, pero todavía no sé si pueda".