Cambio climático
Recientemente, el gobierno anunció el ingreso de la temática de cambio climático en la malla curricular de las escuelas. Quisiera aplaudir esta iniciativa y destacar que representa un avance significativo en la formación ambiental y ciudadana de nuestro país. Lo anterior, también representa un desafío para la comunidad educativa y especialmente para el profesorado, siendo necesario cuestionar y avanzar en el cómo formamos a nuestros futuros docentes y qué competencia entregamos en temáticas medioambientales.
Para esto necesitamos ambientalizar curricularmente nuestras escuelas y universidades, es decir, otorgar una nueva mirada a los centros educativos; que estos se transformen en espacios de empatía, donde se haga visible aquello que la ambición humana invisibiliza, y quizás lo más importante, enseñar y aprender que vivimos en comunidad y la naturaleza es nuestro único sustento.
Felipe Kong López Doctor en Educación Ambiental
Riesgo de hepatitis en Chile
El 28 de julio se conmemoró nuevamente el Día Mundial contra la Hepatitis, una enfermedad asociada por lo general a indicadores de desarrollo para la Organización Mundial de la Salud (OMS). Sin embargo, este año nuestro país recuerda esta fecha desde un cierto nivel de preocupación. Ello, porque entre enero y marzo de 2017 se registró un aumento de 532% de los casos de Hepatitis A, principalmente en población de sexo masculino de 15 a 30 años de la Región Metropolitana, de comunas como Santiago, Ñuñoa y Providencia.
El virus de la hepatitis A (VHA) está presente en las heces de las personas infectadas y casi siempre se transmite por el consumo de agua o alimentos contaminados. Se puede propagar también por ciertas prácticas sexuales. En general, no es mortal y la persona contagiada genera inmunidad, pero tiene como riesgo el desarrollo de una hepatitis fulminante, cuya resolución puede ser la muerte.
En el siglo pasado, en Chile se hicieron grandes esfuerzos para mejorar las condiciones sanitarias de la población, tanto en alcantarillado como agua potable, en higiene personal, lavado de manos y manipulación de alimentos. Ello permitió el control de la Hepatitis A, a través de la disminución de las fuentes contaminantes. Pero hacernos cargo del cambio en las prácticas sexuales es un reto significativo para la salud pública, así como visualizar un nuevo grupo vulnerable: los hombres jóvenes.
Una de las formas de prevención para la práctica oral-anal sería la utilización del campo de látex, que permitiría tener un espacio de aislamiento para este tipo de contacto. Algunos salubristas recomiendan abrir un condón y usarlo como campo de protección, pero ¿estarán dispuestos los varones a este nuevo profiláctico?
Otra forma de prevención es la vacunación: Hay vacunas inyectables inactivadas contra la Hepatitis A y en China está disponible una vacuna oral con virus vivos (OMS, 2017)
La OMS recomienda que la vacunación contra la hepatitis forme parte de un plan integral de prevención y control. Aunque en los países con baja endemicidad, como Chile, se aconseja considerar la posibilidad de vacunación a los adultos de alto riesgo. Sin duda, que la falta de políticas públicas en materia de educación en Enfermedades de Transmisión Sexual (ETS) ha traído importantes consecuencias sanitarias; en este caso, un nuevo brote de la Hepatitis A.
Alexis Valenzuela Académico Fac.Salud, U. Central
Apoyo en los partos
El arribo de inmigrantes a nuestro país, no sólo nos convierte en una nación más heterogénea, con más cultura o formas de ver la vida, sino que también muchas de nuestras costumbres en el área médica ven cambios.
Esta nueva realidad ha llevado a que los recintos asistenciales adopten diversos criterios ajustándose a la cultura y realidad de cada madre.
Para respetar los partos de nuestra y otras culturas, debemos tener en cuenta que el cambio debe venir desde antes, desde la educación que recibimos a lo largo de la vida y específicamente desde la formación de los profesionales que acompañamos el proceso. Debe basarse en las recomendaciones que la OMS nos da hace 32 años, sumado a las necesidades básicas y particulares que cada mujer necesite.
Pero, según el Fondo Nacional de Investigación y Desarrollo en Salud, el 81,5% de las mujeres en trabajo de parto no recibe ingesta de alimentos, a casi un 80% se les obliga a subirse a una silla para el expulsivo, atentando a su derecho de poder elegir la posición más cómoda en ese momento único, y que casi a un 91% de los partos se les administra oxitocina sintética para acelerarlos, minimizando la capacidad de la mujer para dar a luz.
Hoy los partos de inmigrantes se están atendiendo de la misma manera que a la mujer chilena, ya que a nivel de formación no contamos necesariamente con la información de las prácticas o creencias que cada cultura puede tener, sin duda una facilitadora intercultural cumple un rol fundamental en este proceso, sobre todo cuando el idioma es la limitante. En este sentido, se hace indispensable que las entidades a cargo de los hospitales y clínicas sigan incorporando diferentes estrategias que faciliten la comunicación, lo que se traduce en calidad de atención.
Juan Carlos Chirino Escuela de Obstetricia USS