El cambio en el sistema electoral de Chile, que puso fin al antiguo binominal, convirtió a la región de Los Ríos en un solo distrito (el 24) y le permitirá contar con cinco diputados y tres senadores. Es decir, de seis representantes actuales en el Congreso, pasará a tener ocho. A nivel nacional las cantidades suben a 155 diputados y 50 senadores.
En noviembre próximo será el turno de elegir a los cinco miembros de la Cámara y en 2021, se buscará a los del Senado. Esto, porque los actuales parlamentarios fueron electos en 2013, junto a todos los de regiones pares (ésta es la 14) y duran 8 años en sus cargos. En las regiones impares (como La Araucanía, que es la 9), la votación de senadores se efectuará en 2017.
El lunes vence el plazo para oficializar las candidaturas a diputado y hasta ahora en la zona hay 19 rostros definidos de postulantes, pero la lista podría ser cercana a 25. La cifra resulta bastante extensa y, seguramente, nada sencilla de asimilar para los ciudadanos, quienes también deberán el mismo día votar por los nuevos Consejeros Regionales y en el proceso presidencial.
Esa diversidad de nombres y propuestas hará necesario un trabajo de difusión de ideas muy intenso y profundo, probablemente más personalizado de lo que se ha visto en procesos anteriores.
Pero, más allá de ese desafío, resultaría interesante ver un despliegue electoral centrado en mensajes claros y muy acotados hacia la verdadera función que cada personero podrá cumplir. Lamentablemente, en muchas ocasiones previas, se ha visto cómo en los discursos se formulan promesas que están lejos de las atribuciones de un legislador o un core; como también se omite información sobre los partidos que apoyan a un determinado postulante, generando algunos grados de confusión.
La campaña electoral oficial comienza después de Fiestas Patrias, el 20 de septiembre. Es de esperar que se desarrolle con altura de miras, respeto y un genuino afán de interés regional, que son factores que podrían incentivar a más electores a participar y llegar a las urnas. Aunque esta última, no es una meta muy sencilla de alcanzar.