Rodrigo Zamorano C.
A las 9 horas con 21 minutos se dio inicio ayer a la primera jornada de juicio oral en contra de los 11 comuneros mapuche acusados de participar en el ataque incendiario que en enero de 2013 cobró la vida del matrimonio de Werner Luchsinger y Vivianne Mackay, en la comuna de Vilcún.
El inicio del proceso judicial se da tras un año y cinco meses de la detención de los acusados, todos pertenecientes a comunidades mapuches cercanas al fundo Granja Lumahue, lugar donde ocurrió el asesinato de los agricultores.
El primer día de juicio estuvo marcado por la exposición de los alegatos de apertura, que durante este lunes estuvieron a cargo de la Fiscalía y los querellantes de la Intendencia y abogados de la familia Luchsinger.
En su alocución, el fiscal Alberto Chiffelle, sostuvo que el Ministerio Público buscará acreditar que se trató de un incendio intencional, con carácter terrorista y que los 11 imputados son los autores del ilícito. En este último punto, el fiscal Chiffelle aseguró que tanto la machi Francisca Linconao, como José Tralcal Coche y Luis Tralcal Quidel habrían coordinado y dirigido, respectivamente, el ataque incendiario de enero de 2013. Para ello, el persecutor indicó que se presentarán pruebas basadas en geolocalizaciones de los teléfonos celulares de los imputados en las horas previas al ataque, los que ubican a los 11 imputados en la casa de la machi Linconao. Asimismo se considerarán las huellas de escape "que llevan a Carabineros al domicilio de doña Francisca Linconao, que se allanó su domicilio y que en el mismo se incautaron 104 panfletos en contra de la familia Luchsinger, de contenido similar a los encontrados en el sitio del suceso", sostuvo en los alegatos el fiscal Chiffelle.
El persecutor además se refirió al simbolismo que significó el ataque perpetrado contra la familia Luchsinger, el que -aseguró- tiene un componente terrorista.
"El mensaje es claro para quienes padecen directamente los hechos, el mensaje es: váyanse. También para su entorno familiar: váyanse, porque les puede suceder lo mismo", sentenció Chiffelle en los alegatos.
"Para el resto de las personas que vivimos en la Región el mensaje también es nítido: no vengan aquí", agregó.
Receso
Tras la presentación de la Fiscalía, el juez José Ignacio Rau decretó un receso de 30 minutos para luego proseguir con los alegatos de los querellantes.
En este lapso, el fiscal regional, Cristian Paredes, sostuvo que "los antecedentes dan cuenta que se realizó una reunión de coordinación en la casa de doña Francisca Linconao y que en ella participaron los imputados, junto a otros sujetos cuya identidad no ha sido establecida y también junto al propio Celestino Córdova, quien se encuentra condenado en este proceso a 18 años de presidio".
Quien también se refirió a los alegatos fue el defensor regional, Renato González, quien representa a la machi Francisca Linconao.
"No hay nada nuevo que no esté en la carpeta de investigación. Ya tendremos la oportunidad de dar nuestras razones de por qué estamos seguros y convencidos que la sentencia será absolutoria", dijo. Manuela Royo, en tanto, abogada defensora de los imputados Hernán Catrilaf, Sabino Catrilaf y Sergio Catrilaf, aseguró que las pruebas de la Fiscalía "es lo mismo de siempre: puros indicios, cosas circundantes que en lo único que se sustentan es en la declaración de José Peralino, que hasta la fecha no ha sido corroborada".
Incidentes
Al comienzo del juicio los magistrados debieron zanjar tres incidentes que fueron presentados por la defensa de los imputados, siendo una de ellas la reorganización al interior de la sala, de modo que los defensores pudieran estar ubicados junto a sus representados, situación que fue acogida por el Tribunal y que deberá disponerse a partir de hoy.
Asimismo se solicitó que durante el horario de receso, los imputados puedan recibir una colación, ya que según indicaron los defensores, los imputados en prisión preventiva fueron llevados al Tribunal sin el desayuno correspondiente en la cárcel de Temuco.
Una situación que no fue acogida por los magistrados fue la petición de la defensa para retirar las esposas de las manos de los imputados, cuestión que fue refutada por el Tribunal tras considerar lo sugerido por Gendarmería respecto a adoptar medidas mínimas de seguridad al interior de la sala.
La jornada de hoy quedó programada para las 9 horas en la Sala 4B del Tribunal Oral en lo Penal.
