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Corporación busca apoyar a niños y jóvenes del Sename

INICIATIVA. Ex residentes del hogar de la Fundación Mi Casa de Valdivia impulsan el proyecto. Aseguran que contribuirán desde sus experiencias y vivencias, y que "es posible reinventarse".
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María Alejandra Pino

A raíz de los cuestionamientos al Servicio Nacional de Menores (Sename), un grupo de ex residentes de la Fundación Mi Casa decidió reactivar la Corporación "Cambiando destinos" y contribuir al desarrollo integral de niños y jóvenes que actualmente son parte de las instituciones que están en el sistema de protección del Estado.

En enero pasado, reflotaron la iniciativa que surgió hace 15 años "con la idea, en esa época, de devolverle la mano a lo que fue nuestro hogar de menores", contó Luis Améstica, presidente de la Corporación. Desde el 12 de junio cuentan con personalidad jurídica y, además, concretaron un convenio con la dirección regional del Sename, el que está enfocado a prestar capacitación y acompañamiento a los niños y jóvenes.

"Nos empezamos a diluir en el tiempo, trabajábamos en forma anónima, no teníamos personalidad jurídica, tuvimos intenciones de hacer el trámite, pero no se concretó", detalló Améstica acerca de los inicios de la Corporación.

Hoy -contó- el foco es realizar actividades de acompañamiento y de capacitación, con el objetivo de entregar herramientas que permitan a los residentes desenvolverse en la vida laboral, una vez que egresen del sistema. "Muchos de los que salen no tienen los elementos suficientes para desenvolverse adecuadamente en la sociedad posteriormente; además, muchas veces la sociedad los empieza a segregar por el origen que tienen", planteó.

La idea es realizar talleres de carpintería, mueblería y oficios en general. También, otros vinculados al civismo, liderazgo y de preparación laboral, que incorporen materias asociadas a los contratos de trabajo, entrevista laboral, boletas de honorarios e impuestos. Además, el desafío es incorporar al proceso formativo y de acompañamiento al personal que mantiene trato directo con los jóvenes, ya que -según indicó Améstica- muchos no tienen una preparación para el trabajo con los residentes.

Hacia el objetivo de impulsar acciones, la Corporación también estableció un convenio con la Escuela Calle de Temuco. "Ellos están en la misma parada de querer hacer cosas por el bien de los niños y jóvenes que están insertos en el sistema del Sename", explicó Améstica.

Desde la experiencia

Los ex residentes buscan -además- desde sus vivencias aportar a los jóvenes. "Muchos no llegamos a la universidad cuando estábamos en el hogar, pero sí nos prepararon para la vida independiente; por ejemplo, sabemos cocinar, hacer de todo, perfectamente podíamos vivir solos. Desde ahí, nosotros podemos contribuir, desde nuestras experiencias", afirmó Julio Correa.

Actualmente, Correa es educador de trato directo en el Sename. Desde esa perspectiva, indicó que a los jóvenes no se les prepara en ese ámbito. "No se les hace conscientes de que la vida sí es difícil afuera, sí cuesta; es muy garantista el servicio hoy en día y siento que nosotros ahí podemos ser útiles y entregar buenas herramientas, que los chiquillos el día de mañana puedan ser buenas personas y un aporte a la sociedad", sostuvo.

"La gente cuando llega de afuera se sorprende de los chiquillos, pero no entienden mucho lo que pasa adentro. Siento que la gente opina desde lo que no sabe, educar a los chicos es súper complejo y no basta sólo con cariño y con amor como dicen todos. Cambiar a los chiquillos es difícil, es agotador, pero creo que es posible, hemos tenido malos y buenos procesos y para allá apuntamos", añadió Correa.

Luis Chávez vivió en la Fundación Mi Casa entre 1980 y 1991. Durante su permanencia estudió Técnico en Enfermería y una vez egresado se desempeñó en el hogar de la Fundación Niño y Patria de Carabineros. "La situación de esos niños era a veces más complicada que en la Fundación Mi Casa. Me tocó aplicar mi experiencia y se revirtieron muchos casos que eran súper complicados para los tíos del hogar. Me encargué de la parte enfermería y los tíos enviaban a algunos chicos que eran complicados donde mí, porque ellos buscaban a alguien que los apoyara. Logré cambiar a ciertos líderes negativos en individuos estrellas", relató.

En esa línea, Helmuth Palma, emprendedor social, destacó el trabajo que impulsa la Corporación. Indicó que hoy "ellos tienen mucho que aportar, podrían ver en las redes sociales o en las noticias qué pasa con el sistema o ser críticos y conversar entre ellos, pero distinto es hacerse cargo y eso es lo más valorable. El Sename se encuentra muy abierto hoy día a trabajar con entidades públicas y privadas, y yo creo mucho en esa articulación. Ninguno de los que estamos aquí puede cambiar el sistema, pero sí podemos aportar".

vivir en un hogar

La Corporación está integrada actualmente por 16 personas. Algunos contemporáneos durante su permanencia en la Fundación Mi Casa.

Luis Améstica es "de los más antiguos", contó. Vivió en el hogar en el período 80-90, "viví momento buenos y malos, pero finalmente uno se queda con los buenos. Siempre hay oportunidades y dependía de uno aprovecharlas o no, independientemente de que algunos tuvieran habilidades o aptitudes para ciertas cosas, igual estaba la posibilidad de poder estudiar, por ejemplo, o aprender algún oficio que le pudiese servir posteriormente".

De esos momentos buenos, recordó las amistades que se forman al interior de una residencia. "Pasamos a ser todos familia, de cariño nos llamamos hermanos y esas son cosas que se mantienen todavía, independientemente que, como en toda familia, de repente uno se pelea con los hermanos, pero siempre existe ese cariño y ese afecto fraternal", expresó Améstica.

Luis Emilio Lara ingresó en 1988 y egresó en 1995. De ese período recuerda que un requisito que se les imponía a los residentes era estudiar. "Es algo que nosotros rescatamos, porque se nos entregaba mucho conocimiento cultural, deportivo; en su momento, tuvimos deportistas de alto rendimiento, conjuntos folclóricos. Aprendimos harto en el ámbito práctico y del vivir día a día".

Sin embargo, reconoce que no aprovechó esas oportunidades que le brindaron. "Soy uno de los muchos que tal vez no aprovechamos en su momento lo que se nos ofrecía y tuvimos que, más tarde, cuando estábamos afuera, esforzarnos más para poder lograr nuestros objetivos".

Alfonso Saavedra -residente entre 1988 y 2001- tampoco las aprovechó. "Tuve muy buenas oportunidades, tuve una beca, fui al extranjero, el Hogar me dio todo y estuvo en mí haberlas desperdiciado. Partí de cero al egresar, trabajando en lo que fuera. Gracias al hogar tuve una buena educación que me sirvió para valérmelas después. Actualmente, soy vendedor, tengo una tienda en la Isla Teja, "Happy Uniforms", de estampados y de uniformes médicos".

Reinventarse

"Hay que tener la capacidad para reinventarse", es el mensaje que entrega Julio Correa. "Cuando tú demuestras que eres capaz, que estudias, trabajas y te integras a la sociedad se te abren las puertas", afirmó.

"La misma pasada por el hogar te enseña a ser más resiliente, porque de cierta forma y sobre todo años atrás era más complicado, muchas personas y muchas empresas te ven como ciudadanos de segunda clase por venir de un hogar, pero como tú ya estás acostumbrado adentro a no tener todo y a esforzarte por lograr las cosas al final uno no se complicaba mucho", complementó Luis Emilio Lara.

Luis Cumicán es un ejemplo de cómo reinventarse. Desde los seis años vivió en la calle, dormía bajo los puentes. Primero estuvo en el hogar de la Fundación Niño y Patria, "hace unos días pasé por Aguasdécima, antiguamente había una lavandería ahí y yo dormía abajo, a pata pelada cuando me arrancaba del hogar de Carabineros", recordó.

En 1988 llegó al hogar de la Fundación Mi Casa, "fue excelente para mí. Egresé en 1996, estudiaba electricidad en el Liceo Industrial , pero mi familia no pudo seguir costeando mis estudios, los materiales, los uniformes, porque era súper caro. Dejé los estudios y seguí otro camino, los chicos saben y nunca lo he ocultado, estuve preso; uno se va criando en ese ambiente de sobrevivencia, pero gracias a Dios se me han abierto hartas puertas, soy contratista, tengo a mi hijo, a mi familia. Voy a la cárcel a dar charlas motivacionales, también al CIP-CRC", contó.

Buscan captar más socios

La Corporación "Cambiando destinos" está en proceso de captación de nuevos socios. El requisito es haber residido en algún hogar de menores. Los interesados en pertenecer a esta agrupación deben escribir al correo electrónico cambiandodestinos2017@gmail.com. A esta dirección también pueden comunicarse para hacer donaciones. El presidente de la Corporación, Luis Améstica, dijo que "queremos ser un grupo numeroso, convocar a más personas que estén interesadas en contribuir a los niños y jóvenes". Pronto estará habilitada la página web de la entidad, destinada a informar acerca de las actividades que impulsa.

"Muchos de los que salen no tienen los elementos suficientes para desenvolverse adecuadamente en la sociedad".

Luis Améstica, Pdte. "Cambiando destinos""

16 personas integran "Cambiando destinos". Actualmente, está en proceso de captar nuevos socios y el requisito es haber vivido en un hogar de menores.

12 de junio la corporación "Cambiando destinos" obtuvo la personalidad jurídica. Posteriormente, acordaron un convenio de colaboración con la dirección regional del Sename.

15 años de formación tiene la corporación y nació con la finalidad de ayudar a los niños y jóvenes de la Fundación Mi Casa. Luego de un receso, fue reactivada en enero de este año.